Bodegas Valduero es considerado de los vinos más costosos debido a su preparación y calidad
Sin duda, en años recientes, el interés por conocer más sobre vinos ha aumentado por medio del uso de aplicaciones móviles. Hoy día, no es raro ver en la mesa de un restaurante o en la estantería de las mejores enotecas a personas enfocando con el teléfono a la etiqueta de la botella, ávidas por conocer datos y referencias sobre su marca predilecta.
Entre todas las aplicaciones, Wine Searcher es considerado uno de los buscadores de vinos más prestigiosos del sector. Esta aplicación monitorea, en tiempo real, las ventas y los precios que tienen los vinos más costosos de cada país productor.
De acuerdo con esta plataforma, de los 12 vinos más prestigiosos y onerosos de España, cuatro pertenecen a bodegas de la Ribera del Duero –Valduero, Vega Sicilia y Pingus–, que se reparten el podio de los más caros y prestigiosos de España, seguidos por Rioja, Priorato y Bierzo. Dos de esos cuatro son Valduero: Valduero 12 años 2001 y Valduero Lantigua 1991, los otros dos son Vega Sicilia Único Gran Reserva 1968 y Dominio de Pingus 1996.
Una viticultora pionera
Yolanda García Viadero, consejera y directora en Bodegas Valduero, es una de las creadoras más reputadas por su “vino más caro y prestigioso de España”. ¿Cómo se evalúa Valduero Lantigua 1991, que se comercializa a 2,800 euros, equivalentes a $3,000? Según García Viadero, no se trata de decidir que un vino es el más caro de un país, sino de que haya coleccionistas que así lo consideren y paguen por él.
Reconoce, además, que, cuando empezó en la producción de vino, hace varias décadas, alguna vez imaginó que su ilusión podía llegar a estos niveles: “Esto funciona por el ensamblaje de tres capacidades, de tres ilusiones, de tres férreas voluntades”, asegura García Viadero. Valduero es la consecuencia de ese ensamblaje, comenta. “Son tres imaginaciones, la de mi padre, Gregorio García Álvarez, la de mi hermana Carolina y la mía. Y ese buenísimo ensamblaje es lo que ha hecho posible Valduero. Creo que nuestro éxito reside justamente en esa unión, en esa complementariedad”, afirma.
“En la vida no hay que intentarlo, hay que conseguirlo, y por muy alta que sea la meta hay que creer en ello, pensando siempre en conseguirlo”, reflexiona García Viadero.
Para la directora de Bodegas Valduero, la naturaleza también juega un rol crucial en la magia de los vinos Valduero. “A la hora de elegir el terreno, la tierra donde caímos, en Ribera del Duero, es el epicentro de los mejores viñedos de la mejor zona para crear los mejores vinos. Y luego está el hábito de buscar la perfección. Somos perfeccionistas, y eso nos acerca a la excelencia”, dice.
Valduero Lantigua responde a lo que sugiere su apellido. Es exactamente eso, antiguas añadas, botellas muy especiales que García Viadero ha guardado en el botellero familiar durante todos estos años.
“Realmente, es una representación de la Ribera de Duero más longeva”, asegura. “Añadas que tienen entre 25 y 30 años, lo que quiere decir que han estado dentro de la botella durante 15, 18 años, al menos”.
Según García Viadero, cuando el amante del vino abre una de estas botellas, está oliendo y degustando el tiempo que encierra un excelente vino. “Es algo muy exclusivo, algo que no hay, que no puedes encontrar en cualquier lugar. Aparte de nosotros, ¿quién ha guardado tanto tiempo una o varias botellas en un botellero? Son vinos que están presentes, que conservan sus características primigenias y se han ido transformando para dar un vino sutil, elegante y que asombra, porque todavía mantiene indiscutiblemente las características de un Ribera de Duero excelente”, relata una de las creadoras de Bodegas Valduero.
Agrega que, este proceso de cosecha y producción de vino, tiene un valor. “Es algo excepcional, y por eso tiene ese valor y ese precio, porque es bueno, muy bueno y excepcional”, señala sobre las uvas vendimiadas en 1991 y luego convertidas en vino.
Trayectoria indiscutible
El experto en vinos Pedro Ballester consideró a Valduero 12 años 2001 como “un fabuloso compendio de la experiencia” de García Viadero.
“El Valduero 12 años es, sin duda, la cumbre de una idea”, indica García Viadero.
Para confeccionar y hacer realidad esa idea, García Viadero relata que dentro de un mismo viñedo hay zonas muy particulares cada año. En esa zona tan particular (apenas media hectárea por viñedo), se marcan los individuos, las plantas. Y dentro de las plantas, los racimos.
Agrega que se seleccionan dos de cada cepa, para hacerlo todo manualmente. Es un vino que no lo toca una máquina, ni siquiera en el embotellado.
“Esa elección de la uva, tan pormenorizada, planta por planta, racimo por racimo, da un resultado bárbaro, que roza la excelencia. Creo que Pedro Ballester se dio cuenta: cuando haces algo muy bueno se aprecia, y si eres un master of wine como él, con más motivo”, apunta la directora de Bodegas Valduero.
Pero, según García Viadero, si cualquier persona sin conocimiento del vino tiene la oportunidad de probar un 12 años, se da cuenta que está ante otra dimensión de vino.
“Si, además se puede quedar con alguna botella en casa para ir viendo su evolución ya es el éxtasis, es una maravilla”, añade.
La botella Valduero Lantigua 1991, valorada en unos 2,800 euros, equivalentes a $3,000, contiene el elixir de unas uvas que fueron vendimiadas hace 32 años de un valor y una calidad excepcionales.
Bodegas Valduero es pionera del vino hecho “a mano”, y García Viadero, la principal precursora de esta técnica. “Cuando la mente del ser humano se alía con una fuerte voluntad y, además, hay unas manos y una atención personal constantes, el resultado es excelente”, explica. “Creo absolutamente en lo hecho a mano: significa seguir una idea y un camino de perfección y eso se hace también con la emoción. Ahí, justamente en el ‘hecho a mano’ está la idea, la emoción, el trabajo, la artesanía, el esfuerzo. Sí, yo creo en todo eso frente a un mundo absolutamente digitalizado como el de hoy. El ser humano es el creador del arte, es el creador de las cosas realmente excepcionales y excelentes”.
García Viadero estudió Ingeniería Agrónoma, lo que suele implicar un desvelo innato por el cuidado del campo y el medioambiente.
Pese a que en sus años de estudio se hablaba muy poco del ecologismo y la sostenibilidad, García Viadero asegura que aplica estas prácticas a la hora de liderar la confección de los vinos Valduero. “Cuando era estudiante, se hablaba muy poco de esto. Yo, más que ecologista, digamos que tengo el centro de atención de mi vida en el vino. Como pienso constantemente en cómo hacerlo mejor, en cómo conseguir más matices y lograr algo excepcional, eso me ha llevado por el camino de cuidar las uvas, de cuidar el vino, de cuidar el manejo de las uvas. Todo eso, curiosamente, me lleva a cierto cuidado del medioambiente. Pero, para mí, no es más que la consecuencia del tremendo cuidado que ponemos en hacer el mejor vino”, explica.
Hacer el mejor vino es una obsesión y una misión en Valduero. Se hace todo por gravedad. Por lo tanto, no se utiliza energía de ningún tipo ni fertilizantes ni químicos. “Cultivamos la tierra con el máximo respeto, pero es sencillamente porque en Valduero lo que queremos es el mejor vino. Esa es nuestra prioridad”, concluye García Viadero.
Este contenido comercial fue creado en su totalidad por Bodegas Valduero y distribuido por el Publishing Partner Program de BrandStudio. GFR Media BrandStudio no se responsabiliza por el contenido de esta publicación.
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