Aunque en ocasiones son necesarios, estos potentes fármacos tienen contraindicaciones que los pacientes deben conocer para no poner en riesgo su salud
El uso adecuado de los medicamentos es un factor importante para aliviar los síntomas de condiciones de salud o curar enfermedades. No obstante, si no son utilizados correctamente pueden ocasionar efectos adversos y aumentar el riesgo de complicaciones.
Cabe destacar que los opioides y benzodiacepinas son medicamentos recetados los cuales necesitan tener control en su prescripción y administración.
Opioides: eficacia con precaución
Los opioides son fármacos para tratar el dolor moderado a intenso, especialmente después de una operación o lesión, así como para aliviar dolores crónicos relacionados con condiciones como el cáncer.
Aunque estos medicamentos son efectivos, su uso debe ser monitoreado, ya que pueden generar dependencia física, adicción e, incluso, sobredosis. Según los expertos, deben ser utilizados por un tiempo corto, tres días o menos, y seguir estrictamente las indicaciones médicas para evitar complicaciones de salud.
Ejemplos de opioides incluyen codeína, hidrocodona, tramadol (Ultram ®), oxicodona (Percocet ®), morfina y fentanilo.
Aquellos pacientes que estén en un tratamiento con opioides, los profesionales de la salud les recomiendan hablar con su médico sobre la posibilidad de obtener una prescripción de naloxona (Narcan ®), un medicamento que puede revertir los efectos de una sobredosis.
Benzodiacepinas: cuidado con la dependencia
Las benzodiacepinas son una clase de medicamentos que se utilizan, principalmente, para tratar trastornos de ansiedad, el insomnio y otras afecciones relacionadas con la salud mental.
Funcionan al aumentar en el cerebro la actividad de un neurotransmisor llamado GABA, lo que produce un efecto calmante. Este tipo de medicamento es importante usarlo solo bajo la supervisión de un médico y, generalmente, por un período corto, ya que también puede causar dependencia si se usan a largo plazo.
Algunos de los benzodiacepinas más conocidos son: lorazepam (Ativan ®), clonazepam (Klonopin ®), alprazolam (Xanax ®) y temazepam (Restoril ®).
Entre los efectos secundarios está la somnolencia excesiva, la pérdida de coordinación y el deterioro cognitivo, entre otros.
Importante elegir adecuadamente los medicamentos
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) ha advertido que la combinación de opioides y benzodiacepinas puede aumentar considerablemente los riesgos para la salud. Como ambos medicamentos tienen efectos sedantes, pueden llevar a una depresión respiratoria peligrosa, sobredosis, pérdida de coordinación, deterioro cognitivo significativo, náuseas, así como caídas y fracturas.
Igualmente, la FDA ha expresado, en múltiples ocasiones, que la mezcla de estos medicamentos puede afectar la salud del paciente, ya que sus efectos combinados pueden ser letales.
Recomendaciones
Si usted o algún familiar se encuentra consumiendo algún opioide o benzodiacepina es importante seguir algunas recomendaciones expertas para minimizar los riesgos, como no consumir alcohol mientras se ingiere el fármaco y no interrumpir el tratamiento abruptamente.
Asimismo, se recomienda que hable con su médico o farmacéutico acerca de otras alternativas de tratamiento que representen un menor riesgo a la salud, y asegurarse que su doctor conozca todos los medicamentos –recetados o no– que está tomando.
Por otro lado, los especialistas exhortan a seguir las instrucciones de su médico y, si lleva mucho tiempo consumiéndolos, coordinar con él un plan para reducir o eliminar su uso de forma controlada.
Existen alternativas
Si bien el uso de opioides y benzodiacepinas podrían ser necesarios, existen alternativas que ofrecen un manejo más seguro. Tu médico puede recomendarte otro tipo de medicamentos, terapias físicas o tratamientos psicológicos que ayuden a controlar tus síntomas sin poner en riesgo tu salud.
Realizar actividad física previene el uso de opioides y benzodiacepinas. Mantenerse activo podría ayudar a aliviar el dolor crónico, reducir el estrés emocional relacionado con las dolencias y manejar el sueño. Además, es una buena alternativa para combatir la depresión y la ansiedad.
El ejercicio físico no solo fortalece el cuerpo y la mente, sino que ofrece una solución integral para combatir tanto el dolor físico como las causas emocionales que llevan al consumo de opioides y benzodiacepinas.
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Los medicamentos mencionados en este artículo solo son con propósitos educativos. El uso concurrente de opioides y benzodiacepinas es monitoreado por los Centros de Servicio de Medicare y Medicaid (CMS, por sus siglas en inglés).
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