El huracán Helene alcanzó, en la tarde de este jueves, la categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson, por lo que ahora es un ciclón mayor, luego que el Centro Nacional de Huracanes (CNH) encontró que el sistema ostenta vientos máximos sostenidos de 130 millas por hora (mph) a medida que se acerca a la ciudad de Tampa, en el estado de Florida.
El boletín especial del CNH sostiene que Helene se encontraba en la latitud 28.7 grados Norte, longitud 84.3 grados Oeste, con una velocidad de traslación de 23 mph. A las 8:00 p.m, el ojo del huracán se encontraba a 115 millas al sur de Tallahassee y a 80 millas de Cedar Key, en la Florida.
La presión central mínima del fenómeno es de 942 milibares (mb).
“Helene es ahora un huracán de categoría 4, extremadamente peligroso, que se dirige hacia el Big Bend de Florida. Se informa de vientos sostenidos con fuerza de tormenta tropical de 54 mph a lo largo de la costa oeste de Florida, con ráfagas de viento de 71 mph. Las condiciones de tormenta tropical se están acercando a la costa noroeste de Florida”, indica el boletín especial.
Los pronósticos apuntaban a que el ciclón tropical continuaría fortaleciéndose a medida que se acercara en la tarde del jueves a la costa del llamado “Florida Big Bend”, región al noroeste del estado que conecta la región del “panhandle” con el resto de la península. Al tocar tierra, Helene comenzará a debilitarse, aunque su rápido movimiento de traslación dará paso a que los fuertes y dañinos vientos y ráfagas de este sistema penetren a través de los estados del sureste de Estados Unidos.
La trayectoria pronosticada posicionaría a Helene tocando tierra en Florida durante la noche del jueves o la mañana del viernes y, posteriormente, desviándose hacia el noroeste.
Entre los riesgos a la vida más importantes, recalcados por el NHC, se menciona la catastrófica marejada ciclónica que elevaría el nivel del mar alrededor de la costa del “panhandle” entre 10 a 15 pies, lo que pudiese redundar en inundaciones.
Helene, además, dejará entre seis a 12 pulgadas de lluvia, con lugares aislados recibiendo hasta 18 pulgadas, en porciones del sureste de Estados Unidos y llegando hasta el sur de la cordillera Apalache.
También se advirtió que este fenómeno atmosférico pudiese causar tornados durante la tarde y noche del jueves. Los lugares con mayor amenaza son áreas al norte de Florida y sureste de Georgia, la zona baja y media de Carolina del sur y el sur de Carolina del Norte.
El NHC hizo una llamada “a terminar rápidamente los preparativos para proteger la vida y la propiedad”.
De impactar en Florida, como se prevé, será el cuarto que alcance tierras estadounidenses este año, tras Beryl, Debby y Francine.
Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA), la temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzó oficialmente el 1 de junio, podría tener una actividad “por encima” del promedio, con entre 8 y 13 huracanes, de los cuales entre 4 y 7 serían de categoría mayor.