Un estadoísmo saludable no propone una “descolonización” revolucionaria, sino la culminación de la gesta de autodeterminación de la Convención Constituyente de 1952 mediante la estadidad, escribe Rodney A. Ríos Rodríguez
Un estadoísmo saludable no propone una “descolonización” revolucionaria, sino la culminación de la gesta de autodeterminación de la Convención Constituyente de 1952 mediante la estadidad, escribe Rodney A. Ríos Rodríguez
El concepto de revolución tiene dos vertientes. La primera es la visión pre-Revolución Francesa, en la cual una revolución era entendida como el retorno a un punto previo, respetando las tradiciones e instituciones. Esta es la forma en que se visualizó la Revolución Americana. Es decir, esta no buscaba rehacer el mundo nuevamente ni destruir todo el pasado, sino restaurar derechos y prerrogativas laceradas.
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