Las investigaciones científicas no cesan en su intento de proveer soluciones para erradicar la enfermedad
Las investigaciones científicas no cesan en su intento de proveer soluciones para erradicar la enfermedad
El 13 de julio de este año, la Organización de las Naciones Unidas divulgó el informe La senda que termina el sida (The Path That Ends AIDS), una actualización de los esfuerzos que esta organización, en alianza con otras instituciones de salud a nivel mundial, para erradicar los contagios con el virus de inmunodeficiencia humana en 2030. Esta actualización corresponde al esfuerzo que esta misma organización lanzó a sus integrantes en 2016 durante una cumbre de alto nivel para erradicar el sida.
En el prefacio del documento de 196 páginas, la directora ejecutiva de la ONU, Winnie Byanyima, señala que la senda trazada hace ya siete años para los líderes de esta encomienda “se ve clara”. Igualmente, Byanyima cataloga este esfuerzo multisectorial como “la oportunidad para dejar un legado particularmente poderoso para los líderes del presente”. Además, la líder recalca en la necesidad de erradicar “la pandemia más mortífera”, a través de un esfuerzo en conjunto entre los gobiernos y las comunidades de todos los sectores, a nivel global.
Por ser territorio estadounidense, Puerto Rico se suma a los esfuerzos desarrollados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (DHHS) y, en el informe más reciente, se refleja un descenso significativo de nuevos casos. En términos generales, por clasificación de género, prevalece el género masculino como predominante en los nuevos contagios y sobre ese particular, el infectólogo Jarold Méndez se mostró complacido con los esfuerzos logrados hasta el presente.
“[Están funcionando] las estrategias de educación y otros esfuerzos dirigidos a las poblaciones de interés”, expresó Méndez, quien funge como director clínico del AIDS Healthcare Foundation (AHF). Según el galeno, este esfuerzo va acompañado de otras tácticas igualmente efectivas. “Por ejemplo, retomamos las actividades de [administración de pruebas rápidas] generalizadas, porque ahora la consigna es ofrecer tratamiento temprano sin considerar, como antes, los niveles de células CD4 en la sangre”, explicó el infectólogo. Para ello, explicó utilizan unidades móviles que van a sectores apartados de la clínica, que ubica en Carolina.
Desde su experiencia diaria como director clínico de un espacio especializado en el tratamiento del VIH, el doctor Méndez se muestra satisfecho con los resultados que Byanyima resalta y que el informe sustenta.
“Esos números tan buenos se deben también al esfuerzo de todas las organizaciones que procuramos ofrecer un seguimiento continuo a los pacientes, así como seguir la recomendación para el uso de la profilaxis pre-exposición o PrEP, por sus siglas en inglés, para la pre y posexposición al VIH. Esos esfuerzos han permitido disminuir la cadena de nuevos contagios”, añadió el médico.
Méndez recalcó que las distintas líneas de terapia oral para el tratamiento del VIH, así como los medicamentos inyectables, suprimen la replicación del virus en la sangre hasta llevarlo al estado ideal de indetectable. Méndez explicó que un paciente que sigue su tratamiento hasta lograr el estado de indetectable, y se mantiene en ese estatus, no representa riesgo alguno de transmitir el virus a una persona que no tiene la condición.
Este hallazgo, añadió, se confirmó en la Conferencia Internacional sobre el Sida, en París, en 2017, y dio un paso importante en reducir estigmas asociados con la afección.
“Sin embargo, con la tecnología que se utilizó para desarrollar las vacunas contra el COVID-19, muchos sectores de interés se mostraron esperanzados en las ‘vacunas mosaico’ como una promesa para la ansiada vacuna”, dijo el médico.
“Estas vacunas llamadas ‘mosaico’ fueron diseñadas obteniendo un virus inactivado [causante de enfermedades gripales comunes], al cual se le introdujo segmentos de diferentes variantes del VIH”, explicó el infectólogo. “La hipótesis de estos estudios era que esta técnica induciría una respuesta inmunológica para combatir la infección por VIH”, detalló.
No obstante, el doctor Méndez recalcó que los esfuerzos para crear una vacuna efectiva contra el virus siguen llevándose a cabo. “Principalmente, se está utilizando la tecnología mRNA, la misma que se utilizó para tratar el COVID-19. En tiempo reciente, se culminó el primer ensayo de un prototipo en 36 sujetos humanos, creando una nanopartícula que demostró tolerancia y seguridad suficientes como para administrarse en esos participantes”, explicó.
Desafortunadamente, el doctor Méndez planteó que esta vacuna no es “lo suficientemente robusta” como para proveer una protección completa contra el VIH. “El virus muta constantemente y tiene varias facetas o etapas que evaden el sistema inmunológico de forma rápida”, acotó.
Según dijo el médico, se produjo un desarrollo de anticuerpos robustos, pero no fueron suficientes para combatir todas la variantes y mutaciones del VIH. “Todo esto hace que el descubrimiento de una vacuna efectiva sea muy difícil de lograr, pero hay esperanza”, añadió.
“Es un primer paso para culminar esta epidemia que, como bien dice el informe de la ONU, todavía afecta a 1.5 millones de habitantes del mundo”, apuntó.
Mientras continúan las investigaciones y los avances científicos, Méndez recalcó en que, para lograr el fin de la epidemia de VIH –tal como lo planteó Byanyima en su informe de progreso– es de suma importancia continuar con los esfuerzos de educación y prevención.
“[Hay que] llevar las pruebas a lugares remotos, concienciar a la población sobre la prevalencia de esta condición y los beneficios que se obtienen con un tratamiento a tiempo, rápido y efectivo, para lograr la supresión de la carga viral y, por ende, una mejor calidad de vida”, señaló el doctor.
Claro, a estos se les añaden los esfuerzos de la investigación y los avances en la tecnología de tratamiento, con medicamentos noveles, más sencillos, con efectos secundarios mínimos. Por supuesto, hay que mantener a raya otras enfermedades que también inciden en la salud del paciente”, observó.
Finalmente, el doctor Méndez enfatizó en que las personas “ya no sufren de VIH, sino que viven con el virus”. A su juicio, es su misión mantenerse al tanto de estos avances y aportar, desde su conocimiento. “Yo creo que, a nivel general, Puerto Rico ha logrado esto de una manera eficiente y accesible”, admitió el médico, aunque reconoció que todavía hay espacio para mejorar.
“Tal como otras organizaciones y centros comunitarios, queremos apoyar ese mandato de orden mundial y ser parte de ese legado que aquí asumimos todos los días, con toda la seriedad y el compromiso que nos han pedido a todos los interesados en que el VIH pueda erradicarse por completo”, culminó.
El autor es periodista colaborador de Puerto Rico Saludable.
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