En teoría, una vez la cuestión de la deuda haya sido aplacada, todo volvería a una vieja y ansiada normalidad caracterizada por la plenitud.
En teoría, una vez la cuestión de la deuda haya sido aplacada, todo volvería a una vieja y ansiada normalidad caracterizada por la plenitud.
¿Cuál es el futuro de la austeridad? Lo pregunto sinceramente. ¿En qué horizonte es que se ancla la retahíla de medidas que siguen insistiendo en el sacrificio de hoy por el mañana? No pregunto por cuáles son las consecuencias reales y materiales de estas medidas. Ésas las está viviendo un mundo en el que la escasez se multiplica y las protecciones sociales se erosionan; un mundo en el que el pueblo le sale demasiado caro al estado y a los mercados financieros.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: