OPINIÓN
Las cosas por su nombre
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
La locura

El autor de esta columna creció en el barrio Peñuelas de Santa Isabel

8 de mayo de 2016 - 12:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.

El autor de esta columna creció en el barrio Peñuelas de Santa Isabel, una pequeña comunidad de unos 2,000 habitantes ubicada en una árida y vaporosa llanura sureña, lejos, en serio, de todo. Casi nada es capaz de quebrar la soporífera paz en que allí por lo regular se vive. Pero en el verano de 1976, Rafael Hernández Colón, a quien en aquel entonces no le decían aún “el Conde de Ponce” y todavía se le conocía como “el gallito que no se juye”, irrumpió en el barrio con sus bocinas,  como parte de su primera campaña de reelección. 

Guías de Opinión
Las columnas deben enviarse a Gerardo Cordero: gerardo.cordero@gfrmedia.com. Las columnas tienen que ser de 300, 400 o 500 palabras. Al enviarnos su columna, el escritor concede a GFR Media una licencia exclusiva, perpetua, irrevocable, sublicenciable, mundial y libre de regalías para reproducir, copiar, distribuir, publicar, exhibir, preparar obras derivadas, traducir, sindicar, incluir en compilaciones u obras colectivas, y de cualquier otro modo de forma general utilizar su columna (en todo o en parte), sin reserva ni limitación alguna, en cualquier medio (incluyendo pero sin limitarse, a las versiones impresas o digitales o en los sitios web o aplicaciones móvil del periódico El Nuevo Día), forma, tecnología o método conocido en el presente o que sea conocido, desarrollado o descubierto en el futuro. El autor acepta que GFR Media, LLC, podría cobrar a los suscriptores las versiones digitales, sitios web o aplicaciones móviles de GFR Media por el acceso a la columna. has context menu


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: