E s una metáfora trillada, pero su terrible verdad está más presente que nunca en este momento en que el país necesita para su sobrevivencia que nos pongamos de acuerdo en un mínimo de cosas. Comportarnos como jueyes en una lata, donde cada uno entorpece la búsqueda de la salida del otro, y al final todos quedan confinados a un absurdo encierro, ha sido el funcionamiento que hemos tenido como pueblo por décadas y décadas. Hay muy pocos ejemplos, casi siempre en las peores desgracias, en que hemos sido capaces de vencer ese juego suicida donde todos perdemos. Vieques ha quedado como ejemplo solitario de cómo unidos podemos vencer.
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Los jueyes en la lata
El humorista Silverio Pérez señala que "Yo declaro cero tolerancia a la intolerancia. Me decanto por los proyectos que única y exclusivamente fomenten el consenso, el acuerdo, la convergencia. Puerto ...