Maduro rectificó. La fiscal general del país, Luisa Ortega Díaz, le facilitó el cambio en bandeja de plata. Seguramente fue pactado. Primero, Nicolás Maduro había eliminado cualquier vestigio de democracia en Venezuela. Sus sicarios en el Tribunal Supremo de Justicia se encargaron de asumir las funciones de la Asamblea Nacional. Era la última maniobra. Continuarían la dictadura, pero sin tapujos y con mano aún más dura. El camino quedaba libre para acusar a los diputados de traición a la patria. O de lo que se les ocurriera.
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Maduro es un peligro para todos
Maduro rectificó. La fiscal general del país, Luisa Ortega Díaz, le facilitó el cambio en bandeja de plata. Seguramente fue pactado. Primero, Nicolás Maduro había eliminado cualquier vestigio de democracia en Venezuela. Sus sicarios en el Tribunal Supremo de Justicia se encargaron de asumir las funciones de la Asamblea