La voz de alarma que ha surgido con respecto al golpe que podrían sufrir las leyes que promueven el uso de energía renovable en Puerto Rico, debido a los cargos adicionales que se les cobrarían a los ciudadanos que invierten en sistemas alternos, evidencia un disloque de prioridades y una política en vergonzoso retroceso que el País no debe permitir.
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Protejamos los incentivos de la energía renovable
Nota de archivo
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