A pesar de los retos que supone este proceso, es crucial que se pueda llevar a cabo para evitar consecuencias que impacten la salud oral y sistémica del paciente
A pesar de los retos que supone este proceso, es crucial que se pueda llevar a cabo para evitar consecuencias que impacten la salud oral y sistémica del paciente
Entre los muchos desafíos que tienen los cuidadores de pacientes encamados, cuidar de la higiene oral es sumamente importante debido a las complicaciones que pueden presentarse cuando no se atiende la salud oral de manera adecuada.
Pacientes que se rehúsan a ese aseo bucal, enfermedades que dificultan el cepillado, acumulación de bacterias e infecciones pueden complicar el cuadro clínico de estos pacientes.
“El desafío principal que tienen las personas encamadas es cuando la enfermedad va llegando a un punto donde están perdiendo la conciencia, y, al cepillarlos correctamente o asistirlos, no cooperan o pueden combatir al tratar de hacerles la higiene oral”, expresó el doctor Juan Luis Molina Negrón, quien es dentista.
A pesar de los retos que supone este proceso, es crucial que se pueda llevar a cabo para evitar consecuencias que impacten la salud oral y sistémica del paciente.
“Se ha visto que las bacterias en la boca, si se acumulan mucho, el paciente puede aspirarlas o entran en la sangre y afectan el corazón o los pulmones, y, en algunos casos, pueden acelerar la demencia. Así que, cualquier acción que nos permita bajar la cantidad de residuos de comida y de bacterias que estén en la boca, ayuda a prevenir enfermedades del pulmón, el cerebro o el corazón”, estableció el dentista.
Los problemas dentales más comunes en personas con movilidad reducida dependen de sus condiciones, de la calidad de la higiene oral y de los medicamentos que utilizan.
“Todo depende de los síntomas que vayan apareciendo, ya sea porque la condición avanza o se le dan medicamentos adicionales y aparecen unos efectos secundarios que resecan más la boca o hacen que saliven más. Entonces, van a tener problemas de sangrado de encías, algunos empiezan a apretar los dientes y hacen ruido con ellos. También, los dientes empiezan a deteriorarse y crean filos. Eso uno lo observa cuando la condición se va complicando”, sostuvo el doctor Molina Negrón.
En muchos casos, el paciente no puede expresar que atraviesa una molestia o dolor en el área de la boca, pero sí refleja unas señales que pueden advertir a sus cuidadores de que algo está pasando.
“Está el paciente que tiene un alzhéimer avanzado y perdió la conciencia. En ese caso, si le causa dolor o molestia, empieza a comportarse más inquieto o diferente. Hay señales obvias de que hay problemas dentales como el sangrado y un fuerte olor en la boca, pero la señal más común es que se le empieza a hinchar la cara de un lado, más o menos debajo de los ojos hasta debajo de la barbilla. Si vemos esa hinchazón, es altamente probable que está empezando a tener un absceso”, resaltó el dentista. De hecho, advirtió que los pacientes que no se comunican, pueden empezar a golpearse el lado afectado como mecanismo para dejar saber que algo les está molestando. Sin embargo, en aquellos pacientes que están conscientes, al ver el deterioro de su salud oral, “se les agravan unos aspectos psicológicos adicionales. Este es otro motivo de preocupación, porque tenemos la parte clínica y también la parte estética”, afirmó el médico.
Definitivamente, las consecuencias de no atender estas necesidades a tiempo pueden ser negativas, ya que pueden impactar la salud sistémica del paciente.
“Las infecciones de los dientes de arriba, si se hincha tanto, el paciente casi no puede abrir los ojos; los ojos están bien cerca del cerebro y se comunican a través de las venas, y [la inflamación] puede llegar al área del cerebro y causar infecciones peligrosas. Si es en los dientes de abajo, y esa infección crece tanto que puede empezar a obstruir la vía aérea y el paciente puede empezar a tener problemas para respirar, esas son señales críticas de que hay que ir lo más pronto posible a una sala de emergencias para que se maneje ese tipo de infección”, advirtió el doctor.
Para minimizar el riesgo de que estos pacientes sufran condiciones orales que puedan desencadenar otras consecuencias a nivel de su salud física y emocional, es importante seguir las siguientes recomendaciones.
“La mejor práctica es que los cuidadores usen un cepillo de dientes pequeños con un poco de pasta, y que traten siempre de cepillarlos después de alimentarse”, recomendó el dentista. Otras recomendaciones son:
“Mi llamado es que sean lo más eficientes posible en ese cuidado preventivo de la higiene oral en casa. Además, mantengan una alimentación saludable. Con tratamientos preventivos, logramos contener a esos pacientes que se pueden poner críticos. Cada cuidador es una ayuda importante para ese paciente. La meta es mantener la menor cantidad de bacterias que puedan causar problemas en las encías y los dientes”, puntualizó el doctor Molina.
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