El 100% de las clases se completaron virtualmente
Posterior al huracán María, la Universidad Carlos Albizu (UCA) inició un proceso de adiestramiento a sus profesores en el uso de distintas tecnologías educativas digitales. A la vez, desarrollaron cursos con contenido en vídeo o asistidos por la web. En el Recinto de Miami se desarrollaron cursos y, eventualmente, programas a distancia. Por eso, ante la pandemia por el COVID-19, la institución logró darle continuidad a sus cursos de manera virtual y continuar sus operaciones administrativas a nivel remoto.
“Desde que vimos la propagación del COVID-19 en otros países, sabíamos que no podíamos continuar las clases presencialmente. Por eso, comenzamos a probar los sistemas digitales y, para el 16 de marzo, todo funcionó según planificado. El 100% de las clases planificadas se han completado. Estamos hablando de más de 500 clases entre el campus de San Juan y el Centro Universitario de Mayagüez”, aseguró el presidente de la UCA, el doctor José Pons Madera.
Organización con tiempo
Luego de los huracanes Irma y María, la UCA creó un comité de manejo de emergencias que se encargó de generar un plan de continuidad académica, incluyendo modalidades a distancia. Como parte de ese plan, se realizaron los adiestramientos al personal.
“Desde agosto de 2018, los profesores tomaron adiestramientos y obtuvieron certificaciones en educación a distancia. Así que nuestra respuesta no surgió de momento, sino que se organizó con tiempo”, sostuvo el rector del campus de San Juan, el doctor Julio Santana.
Tecnología para dar continuidad a los servicios estudiantiles
En febrero de este año, el comité de emergencia desarrolló diversos planes de continuidad de servicios a distancia. Estos planes incluyen la creación de una página con vídeos tutoriales para la facultad sobre maneras de impartir sus clases a nivel virtual y sobre métodos de evaluación innovadores usando la plataforma Blackboard con el programa de enseñanza en línea, Collaborate.
Con esas plataformas, que permiten la comunicación a través de videoconferencias, correo electrónico y chats, se coordinan las oficinas virtuales para que los estudiantes puedan mantener comunicación constante con sus profesores.
Al operar remotamente durante la presente crisis por la pandemia del COVID-19, “cuando algún alumno enfrenta dificultad tecnológica o necesita comunicarse con el personal de alguna oficina –como ejemplo, asistencia económica–, los empleados están disponibles, ya que conectaron las extensiones de sus oficinas a sus celulares”, explicó el doctor Santana.
Ante el compromiso y entrega del personal de la universidad, las operaciones administrativas han continuado ininterrumpidamente, aunque el personal trabaja desde sus hogares.
Nace una clínica virtual
Como parte de sus ofrecimientos, la UCA opera una clínica de servicios psicológicos en la que muchos de los estudiantes realizan sus prácticas. Esta clínica también se ha adaptado para atender pacientes a través la telepsicología en las áreas de salud mental, y telepráctica para los servicios de patología del habla. El personal administrativo coordina las citas con los pacientes e indaga sobre el tipo de tecnología que tienen disponible para recibir sus terapias. Estos casos se les asignan a los alumnos, quienes son supervisados por sus profesores.
“Las plataformas que estamos utilizando son Zoom y Microsoft Teams, porque cumplen con la ley HIPAA y garantizan la confidencialidad del servicio al ser encriptados”, concluyó el rector.
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