Un punto de partida para que expandas tu círculo social en esta etapa
Milagros Pérez tiene 61 años pero goza “como una nena de 15”. Su receta, cuenta, es haberse rodeado de buenas amistades después de separase de su esposo, a los 55 años. Hoy, esta trabajadora social a punto de retirarse, viaja el mundo con un grupo de amigas escribiendo nuevas aventuras.
“La cosa es no quedarse sola en la casa comiéndose un cable”, aconseja.
Y es que la soledad es uno de los principales desafíos que comúnmente enfrentan mujeres mayores de 50 años. Un estudio de AARP encontró que un 39% de las mujeres mayores de 45 años se sienten solas. Las razones suelen ser diversas. Según la investigación, la muerte de la pareja, enfrentar alguna enfermedad crónica o incluso caer en pobreza, provoca que algunas mujeres dejen de contactar amistades e incluso familiares al pasar los años.
Sin embargo, para la directora de los programas de psicología de Ponce Health Sciences University, Nydia Díaz, existen múltiples formas de poder expandir los círculos de amistades, incluso a través de las redes sociales.
“Hay grupos que realizan salidas para conocer más la isla. Otros convocan a mujeres profesionales para labor comunitaria o que tengan intereses comunes. Estos intercambios permiten que la gente se sienta plena, incluso cuando se retiran de sus trabajos”, explica la psicóloga.
Entre las opciones en Facebook se encuentra el grupo Rincón de los Verdaderos Amigos, que cuenta con más de 860 participantes. Creado en el 2015, crea una red de mensajes positivos y consejos para sus seguidores, pero en ocasiones también se reúnen para “chinchorrear” o realizar actividades de confraternización.
También existen grupos con temáticas particulares, como es el caso de Las Pulguitas Tejedoras, que sobrepasa los 2,130 seguidores. Este grupo, creado en el 2014, reúne a mujeres con interés en el tejido para compartir sus creaciones o aprender nuevas técnicas.
Para Díaz, estos encuentros en persona son claves para evitar que el sentimiento de soledad aparezca tan pronto la persona se desconecta de la red social.
“Una vez te unes a un grupo electrónico, no debes quedarte solo en ese punto. La presencia física, la comunicación y el intermedio en persona son vitales para fortalecer esos lazos de amistad”, destaca.
En ese caso, matricularse en clases o talleres para aprender alguna habilidad nueva suelen ser espacios de buena confraternización. Por ejemplo, el colectivo Cambio en Clave no solo enseña clases de salsa a sus participantes, sino que la dinámica de interacción permite conocer nuevas personas mientras se disfruta de las clases. Incluso, algunas actividades de reunión después de estos cursos ayuda a solidificar esas nuevas conexiones.
Así que, sea en un viaje a Turquía con un grupo de Facebook, en un "chinchorreo" o moviendo los pies al son de una buena salsa, las opciones para conocer nuevas amistades son posibles, incluso más allá de los 50.
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