Digamos que en siete meses pueden ocurrir muchas cosas. Por ejemplo, la cosecha de 600 libras de cannabis medicinal. El suceso quedó registrado en Cayey, donde las manos de varios puertorriqueños se han lanzado al cultivo y la manufactura de productos con propiedades medicinales basados en la planta de cannabis.
Se trata de Anani Medical Pharmaceutical, que desde marzo de este año ocupa las instalaciones de lo que una vez fue la última sede de Procter & Gamble en Puerto Rico, que cerró en 2015.
Una vez se incorporó la empresa en 2016, se esperó a que las instalaciones estuvieran acopladas a la nueva modalidad de producción. Sin embargo, lo que no tuvo freno fue el interés de elevar el cultivo de cannabis medicinal en Puerto Rico a estándares de cumplimiento cuyo enfoque se centrara en la pureza de los productos.
Y así ha sido, asegura Luis Garrido, gerente de cultivo de Anani Medical Pharmaceutical. Garrido explica que —a diferencia de otros cultivos en el país— la empresa reforzó toda fisura en la línea de producción que diera paso a hongos, esporas o cualquier otro contaminante que limitara el cumplimiento cabal de las regulaciones de esta industria.
Florecen sus propias cepas
Esta rigurosidad en la producción permitió que Anani Medical Pharmaceutical lograra en siete meses cosechar sobre doce cepas de flores diferentes, de las que varias son de origen exclusivo de Puerto Rico. Para Jorge Sanders, gerente general de la productora, este resultado permitió expandir no tan solo la venta de flores en varios dispensarios locales, sino el incremento de la producción de destilados de cannabis medicinal que se utilizan para vaporizadores y que se agrupan bajo la marca Anani Purity.
“Para yo venderle a un dispensario y este comprarme, tengo que proveer laboratorios de cumplimiento. Nuestros laboratorios cumplen todas las pruebas que exige el Departamento de Salud; todo es constatable”, recalca Sanders.
Anani Purity cuenta con seis sabores que son distribuidos en 20 de los 48 dispensarios que hoy venden productos basados en cannabis medicinal en el país. A estos —abunda Sanders— se suman otros cuatros sabores que la compañía manufactura como white label —productos que no llevan la marca Anani, sino la del comprador— con dos dispensarios locales.
En agenda la expansión de productos
Tras la buena acogida de las flores y los aceites para vaporizadores, Anani Medical Pharmaceutical se enfila hacia la expansión de su producción y la incorporación de nuevos productos antes de que termine el año.
Al momento, la empresa entrega cerca de 6,000 aceites al mes. La meta, detalla Julio López, director de manufactura, es lograr llevar a 12,000 piezas en diciembre.
“Para noviembre, sacaremos la primera crema, que es más un ungüento que una loción, para pacientes con dolores crónicos, artritis y espasmos. También sacaremos una crema para condiciones de la piel como psoriasis, y tendremos la línea de Purity en pastillas”, remata Sanders.
Con esto, la empresa no descarta aumentar su plantilla de trabajo, que hoy suma 13 empleos a tiempo completo y seis a tiempo parcial en tiempos de cosecha.
Claman por menos restricciones
Claro, los planes de expansión podrían quedarse en la ilusión de estos boricuas si se imponen mayores restricciones a la industria del cannabis medicinal.
En palabras de Sanders, Puerto Rico ha obrado bien en quitar escollos para que los pacientes se certifiquen y obtengan su licencia por medios digitales en menos de tres días. No obstante, al empresario le preocupa que se reviertan estos adelantos que, sumado a las regulaciones de promoción y acercamiento a potenciales pacientes, ponen muy alto el listón de esta carrera comercial.
“Tenemos que tener la capacidad de hablar de nuestros productos a los pacientes. Las regulaciones sobre cómo podemos comunicarnos con los pacientes y promovernos son bien restrictivas. Obviamente, urge más educación que preferiría ver en campañas más fuertes del gobierno, pero en estos momentos con la realidad económica, no se puede pedir mucho”, lamenta Sanders.
Aun así, celebran que la cantidad de personas en Puerto Rico que se inclinan por este tratamiento va en aumento. De acuerdo con el informe más reciente del Departamento de Salud, en el país hay 35,378 personas con licencia para recibir cannabis medicinal. De estas, 56.27% son hombres y 43.73% mujeres. La prevalencia, según el informe, se ubica en personas entre los 31 y 40 años (21.49%) y principalmente entre pacientes con desórdenes de ansiedad (23.59%), seguido por dolores crónicos (21.64%).
Por eso, Sanders confía en que la industria tiene gran potencial para el desarrollo y en que Anani Medical Pharmaceutical puede ofrecer la mejor calidad para estos pacientes.
“Los números de Anani de los laboratorios, en cuanto a los porcentajes de contenido de THC, reflejan que lo que decimos en los empaques es la verdad. Lo que el producto contiene es solamente la medicina que el paciente necesita. Esto demuestra que Anani es medicina de verdad”, concluye Sanders.
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