Pese a la pandemia del COVID-19, los pacientes renales deben continuar su cuidado médico
Pese a la pandemia del COVID-19, los pacientes renales deben continuar su cuidado médico
En Puerto Rico, de acuerdo con un censo de febrero de 2022 de la Fundación Puertorriqueña del Riñón (FPR), hay 6,519 pacientes con enfermedad renal crónica conectados a una máquina de diálisis. Incluso, al año, se diagnostican cerca de 1,400 casos de esta condición, según Ana Laboy Rodríguez, directora ejecutiva de la organización.
La enfermedad renal crónica surge cuando los riñones –encargados de filtrar la sangre y eliminar toxinas del cuerpo– dejan de funcionar. A su vez, es una condición que empeora con el tiempo y está dividida en cinco etapas o estadios, explicó Carla González, coordinadora de educación y servicios comunitarios de la FPR.
La quinta y última etapa surge cuando el paciente experimenta insuficiencia o fallo renal, por lo que requiere un tratamiento de diálisis o un trasplante de riñón. Las personas que están en las etapas iniciales pueden retrasar el avance de esta enfermedad por medio de pruebas diagnósticas periódicas, medicamentos para controlar la condición y cambios en su alimentación.
Según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, para determinar si una persona padece una enfermedad de los riñones, el médico puede ordenar a que se realice una prueba de sangre conocida como la tasa de filtración glomerular (eGR) para verificar qué tan bien están funcionando los riñones. Mientras que un médico también puede solicitar un examen de orina para detectar albúmina, que es una proteína que puede pasar a la orina cuando los riñones están dañados. Si tiene la enfermedad crónica de los riñones, el médico ordenará a que se realice estas pruebas para monitorear la condición periódicamente.
Este próximo jueves 10 de marzo de 2022 se conmemora el Día Mundial del Riñón, una iniciativa organizada por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (IFKF). El Día Mundial del Riñón fue creado para crear conciencia entre la población mundial sobre las enfermedades renales y propiciar la detección temprana y el tratamiento de estos padecimientos.
En Puerto Rico, la FPR se une a esta celebración internacional con el Casual Day Salud Renal para Todos. Este evento busca concienciar a la población sobre estas condiciones. A su vez, procura impulsar la recaudación de fondos para respaldar el tratamiento de los pacientes renales.
Causas de la enfermedad
La enfermedad renal crónica tiene varias causas. Sin embargo, la diabetes es la principal causa y una de las causas más comunes de esta condición.
“En ese proceso de limpiar la sangre está involucrada la alimentación. Así que mientras más descontrolado está el paciente con diabetes, más riesgo corren los riñones”, sostuvo Laboy Rodríguez.
González comentó que la hipertensión, condiciones hereditarias –como riñones poliquísticos–, reflujo y la toma de medicamentos inadecuada también pueden provocar daños en los riñones. Según la coordinadora, la población que más padece esta condición son las personas mayores de 65 años. No obstante, aseguró que se ha visto un aumento de casos en jóvenes entre los 30 y 40 años.
Señales de alerta
Laboy Rodríguez mencionó que algunas de las señales de alerta que presenta la enfermedad renal crónica son el edema –que es una hinchazón en las manos o los pies–, picor en la piel, ardor al orinar, sangre en la orina, infecciones de orina, presión alta, retención de líquido y tener piedra en los riñones.
Alternativas de tratamientos
Aunque no existe una cura para la enfermedad renal crónica, los pacientes en etapas tempranas pueden retrasar el avance de la condición y el fallo de los riñones mediante un ajuste en su alimentación, cambios en su estilo de vida –como dejar de fumar y realizar actividad física– e incorporando medicamentos por vía oral.
Luego de más de 20 años de investigación, han surgido avances significativos en el tratamiento de la enfermedad renal crónica. Por ejemplo, hoy día existen medicamentos que funcionan como inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa a nivel renal. Estos han demostrado que mejoran la función del riñón. Pero cuando el paciente ya tuvo un fallo renal (etapa cinco), los tratamientos disponibles son la diálisis peritoneal, la hemodiálisis o un trasplante de riñón.
En la diálisis peritoneal, por medio de un catéter en el abdomen, un líquido filtra la sangre. En el caso de la hemodiálisis, el paciente debe estar conectado a una máquina que filtra la sangre. Este proceso puede tomar cuatro horas y debe hacerse unas tres veces a la semana. También existe la alternativa de hemodiálisis en el hogar que consiste en más días de terapia en la semana pero menos horas por día en tratamiento.
Instan a continuar tratamientos en medio de la pandemia
Si bien la pandemia del COVID-19 ha provocado una sobrecarga en los servicios de salud, Laboy Rodríguez instó a los pacientes renales a continuar sus tratamientos médicos. Aseguró que, en medio de la emergencia, hubo pacientes que se descuidaron y sufrieron un fallo renal.
“Las condiciones crónicas usualmente se deben monitorear cada tres meses. La pandemia provocó mucha ansiedad y temor en estos pacientes. Algunos descuidaron su peso, no vigilaron sus químicas sanguíneas, que son las que les permite monitorear la prescripción de medicamentos, ajustes en dosis o comenzar nuevos tratamientos”, expuso la directora ejecutiva.
Añadió que, en caso de que una persona necesite una modificación en su cuidado, puede acudir a su médico de forma virtual o presencial.
Apuestan a la prevención
La enfermedad renal crónica se detecta con exámenes de laboratorio que todas las personas deben hacerse al menos una vez al año.
“El método para monitorear la función renal son los laboratorios que se debe hacer cada seis meses o anual. Si se descubre que hay un fallo renal, se puede requerir hacer un sonograma o una biopsia para conocer la causa”, apuntó González.
Mientras que Laboy Rodríguez subrayó que con una detección temprana se puede evitar el deterioro de los riñones.
“Es importante que los pacientes siempre pregunten cómo están sus riñones. El porcentaje de la función renal debe estar en 60 % o más. Una vez se diagnostica, hay que establecer una dieta renal, que es bien particular. En la dieta renal es bien importante controlar los niveles de sodio, potasio y proteína. Los pacientes no pueden descuidar la diabetes. No deben pensar ‘me como todo lo que quiero y después me pongo la insulina’. Eso no debe pasar”, puntualizó la directora ejecutiva de la Fundación.
Debido a un aumento en los casos de diabetes entre la población infantil, la coordinadora recomendó a los padres llevar a sus hijos al médico para que se administren los exámenes correspondientes.
No fumar y mantener un peso saludable también puede ayudar a prevenir esta condición.
Para las personas que necesiten más información o los pacientes que busquen apoyo durante su tratamiento de diálisis, se pueden comunicar con la Fundación al 787-282-6509. La FPR es una organización sin fines de lucro que tiene como misión auspiciar y realizar actividades dirigidas a educar y apoyar al paciente de diálisis, personas en alto riesgo de sufrir la condición, pacientes trasplantados y familiares, y sobre diversos aspectos relacionados con la enfermedad.
Por medio de estos esfuerzos, la entidad busca mejorar la calidad de vida del paciente con enfermedad renal permanente y la de los miembros de su núcleo familiar.
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