La terapia utiliza el sistema inmunológico para prevenir la propagación de células cancerosas
La terapia utiliza el sistema inmunológico para prevenir la propagación de células cancerosas
El futuro de los tratamientos contra el cáncer podría tomar un curso muy particular con el establecimiento de la inmuno-oncología, una terapia que estimula las defensas naturales del cuerpo para combatir las células cancerosas.
Aunque este procedimiento lleva utilizándose por más de 30 años, recientemente ha cobrado relevancia en el mundo de la medicina. Su aportación ha sido tal que en el 2013 la revista Science lo denominó como el avance más significativo en la lucha contra esta enfermedad, que es una de las principales causas de muerte en el mundo.
Las células cancerosas, muy comunes en el cuerpo humano, son destruidas por el sistema inmunológico. En ocasiones, estas células pueden ocultarse y escapar de nuestro mecanismo de defensa natural, lo que estimula su reproducción y la aparición de tumores.
A diferencia de métodos convencionales como la radioterapia y la quimioterapia, que van dirigidos exclusivamente a destruir las células tumorales existentes, este tipo de inmunoterapia está enfocada en impedir su proliferación.
“La inmuno-oncología bloquea algunos de estos receptores [que desarrollan las células tumorales] y hace que la célula de cáncer sea más fácil de atacar por nuestro cuerpo”, explicó el hematólogo oncólogo Raúl Morales Borges.
Actualmente, esta terapia es utilizada para tratar diversos tipos de cáncer como melanoma y cáncer de pulmón no microcítico. Se espera que pueda aplicarse a otras variantes de la enfermedad en el futuro. Para esto, se están realizando investigaciones con las que se espera poder tratar el cáncer de cuello uterino, la leucemia, el cáncer de próstata y colorrectal, entre otros.
Una apuesta a mejorar la calidad de vida
Para Morales Borges, la gran ventaja de esta modalidad de inmunoterapia es que ha reducido la mortalidad de los pacientes y se ha demostrado una mejoría en su calidad de vida.
“Las infusiones son más cortas, pueden terminarse en media hora, dependiendo de la condición. Esto beneficia grandemente al paciente”, comentó el doctor con 20 años de experiencia en el campo de la Hematología y Oncología.
De otra parte, los efectos secundarios son menos adversos que tratamientos como la quimioterapia, que puede dañar las células sanas que van creciendo y perjudicar el sistema nervioso. Los efectos secundarios más comunes son inflamación en los pulmones, colon y riñón. Según Morales Borges, la prevalencia de estos efectos secundarios es baja; de un 2% a un 9% de los pacientes tratados con inmuno-oncología reportaron estos problemas.
"Es un tratamiento más factible. Estamos viendo buenos resultados y los pacientes lo están tolerando muy bien", finalizó.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: