Las terapias inmuno-oncológicas representan un importante avance científico
Las terapias inmuno-oncológicas representan un importante avance científico
El cáncer es la segunda causa de muerte en el País, con unas 5,000 fatalidades el año pasado, según el Registro Central de Cáncer de Puerto Rico. Muchas personas le temen no solo a la enfermedad, sino también a su tratamiento, que tiene serios efectos secundarios. Lo que pocos saben es que el tratamiento contra el cáncer podría estar dentro de ellos mismos.
¿Cómo se logra esto? Gracias a nuestro sistema inmunológico, una red de órganos, células y moléculas que son la defensa natural del cuerpo contra bacterias, gérmenes, virus y enfermedades. El sistema inmunológico actúa identificando y destruyendo todas estas sustancias externas, incluyendo las células cancerosas.
Las células cancerosas, de hecho, son comunes en nuestro cuerpo. Cuando el sistema inmunológico las detecta, activa una respuesta y procede a destruirlas. Sin embargo, a veces las células cancerosas experimentan mutaciones para evitar que el sistema inmunológico las elimine. Es ahí cuando se multiplican sin control y surge el cáncer, que puede dañar los tejidos o impedir que órganos vitales como el páncreas, el hígado o el cerebro lleven a cabo adecuadamente sus funciones.
Los estudios recientes de la biología del cáncer —en otras palabras, cómo funcionan las células cancerosas en nuestro cuerpo— condujeron al desarrollo de una nueva terapia conocida como inmuno-oncología. La inmuno-oncología es la nueva frontera en el tratamiento del cáncer, un avance importante que aprovecha el propio sistema inmunológico del cuerpo para atacar las células cancerosas.
La inmuno-oncología ha probado ser efectiva para el tratamiento de varios tipos de cáncer, de acuerdo con la hematóloga oncóloga María V. García Pallas. Sin embargo, es posible que sus beneficios no se observen hasta varios meses después de que el paciente haya comenzado el tratamiento. De otra parte, el tiempo de duración del tratamiento varía según el paciente y el tipo de cáncer, según la hematóloga oncóloga.
Este tipo de inmunoterapia es administrada por infusión. Aunque tiene efectos secundarios, no son tan severos como los de la quimioterapia y difieren en su naturaleza, ya que son efectos relacionados al sistema inmunológico.
Prolongar la supervivencia del paciente y mejorar su calidad de vida es la meta de los tratamientos inmuno-oncológicos. Y hasta la fecha, los resultados han sido excelentes, afirmó la doctora García Pallas, incluyendo los casos agresivos de melanoma o cáncer de piel y cáncer de pulmón no microcítico.
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