Aproximadamente el 10 % de las personas que se divorcian pueden experimentar dificultades significativas de salud mental, apuntó la psicóloga clínica Stephanie Mojena Rodríguez
El divorcio es una transición de vida que puede causar estrés, ansiedad, duelo, así como sentimientos de incertidumbre, culpabilidad, fracaso, miedo al futuro y baja autoestima.
Los efectos varían en cada persona. Para algunas, el cambio de identidad que supone el proceso podría desencadenar hasta en episodios de depresión, ansiedad, y trastorno de estrés postraumático. Para aquellos con diagnósticos de enfermedades severas de salud mental, tales como la bipolaridad, adicciones o psicosis, si el divorcio es particularmente hostil, estresante, o complicado, puede llevar a una recaída de síntomas .
Sin embargo, se estima que el 72 % de las personas que se divorcian no terminan con dificultades significativas de salud mental, apuntó la psicóloga clínica Stephanie Mojena Rodríguez.
“El primer año del divorcio tiende a ser el más duro. En esos primeros meses uno todavía está ajustándose a la vida sin esa persona, sin el apoyo y rutina, sin ese respaldo económico… Al ser un evento estresante, eso siempre es un riesgo. El estrés es como un veneno para la salud mental”, destacó la doctora.
Sin embargo, las personas más propensas a tener este tipo de dificultades son aquellas que poseen historial previo de salud mental, donde la separación puede convertirse en un detonante y puede aumentar las posibilidades de un empeoramiento de condiciones previas.
¿Cuándo debes pedir ayuda?
Aunque la especialista enfatizó en no patologizar el divorcio, ya que la gran mayoría de las personas pueden sobrellevarlo de manera saludable, llamó a prestar atención a las señales que podría indicar que la situación se ha vuelto severa y es necesaria la ayuda de un profesional.
“[Algunas de estas señales son] síntomas de depresión, si la persona pasa mucho tiempo aislada, pasa mucho tiempo durmiendo, hay cambios en el apetito, en el peso, ya no encuentran placer en las cosas que anteriormente lo hacían, todo les da lo mismo y lloran. La ayuda psicológica siempre será buena cuando una persona no puede desempeñarse en sus funciones del día a día. Y hay una bandera roja que siempre va a indicar que una persona necesita ayuda: las ideas suicidas”, mencionó.
Reconecta contigo
Para que el proceso sea más llevadero, la especialista en enfermedades agudas aconsejó a cualquier persona que esté atravesando por una ruptura a reconectar con esas prácticas que considera importantes.
“Un divorcio se puede sentir como una pérdida muy grande y sentimos que perdemos todo, pero no es el caso. Hay que enfocarse en lo que no se ha perdido”, explicó.
Si siente que necesita servicios psicológicos, individual o de pareja, puede sacar una cita en la nueva Clínica de Salud Conductual San Lucas, ubicado en el segundo nivel del multipisos del Centro Médico en Río Piedras, llamando al 787-492-2020.
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