El evento contó con tres tarimas multigénero, arte y gastronomía
El evento contó con tres tarimas multigénero, arte y gastronomía
La música nos mueve. A través de nuestra conexión con ella creamos un mundo de experiencias, de sensaciones, de perspectivas.
Y eso fue precisamente lo que ocurrió en la primera edición del Corona Sounds, un evento musical con tres tarimas multigénero, plataformas para el arte y la gastronomía, que se celebró el sábado, 23 de noviembre, en Ventana al Mar en Carolina.
Una experiencia sonora
La música nos libera. O al menos así lo consideran Noeli Ayala y Yanisha González, dos universitarias que necesitaban liberar el estrés académico en plena fase de finales.
“Desde el año pasado quería venir a un evento de Corona, pero no había podido. Esta vez sí se nos dio”, dice Ayala.
Al igual que ellas, cientos de fanáticos de la música pudieron experimentar propuestas noveles de artistas locales. De eso se encargó el opening act de la noche, la banda Epilogio. Con las primeras notas del sintetizador en su tema “Resiliencia”, cambiaron el mood de los allí presentes con su mezcla de indie, rock y psychodelic.
De ahí entonces transicionó la música a la onda urbana, con la presentación de Audri Nix, una de las pocas exponentes de trap del patio. Su sencillo “Complicado” fue la introducción a una presentación que incluyó baile y un mix con populares canciones del género urbano, favoritas de muchos.
El reggae rock tuvo su momento culminante con las presentaciones de Boris Bilbraut y los Árboles, y la legendaria banda estadounidense Groundation. Ambos grupos trajeron experimentados músicos que, a todas luces, cambiaron el imaginario del reggae como lo conocemos, para convertirlo en una impredecible fusión de ska, dub y jazz.
Al mismo tiempo, otra tarima con música electrónica no detenía su sonoridad. Los DJs Earth To Pink, Jon Delgado y Ben Castro se ocuparon de que los cuerpos frente a ellos no pararan de moverse durante la noche.
En tarima el arte local
Corona Sounds no solo apoyó el talento local musical; el evento también fue plataforma para artesanos locales.
Entre ellos –en un espacio cerca del mar– estaba Juliana Ortiz. Esta artista utiliza como lienzo piezas de ropa blanca y las transforma y personaliza con distintos colores. Juliana trabaja piezas para hombres y mujeres, en todos los tamaños.
Unas mesas aparte, Arlene Serrano, creadora de Marejada, compartía con los asistentes. Arlene confecciona piezas de joyería –como collares, pulseras y pantallas– hechas a mano y personalizadas. A tono con el evento, destacaban las letras que decoran sus piezas de joyería, todas alusivas al mar.
Y allí, a la orilla de la playa, la brisa del mar y las frías Coronas refrescaron la noche.
Más música y cero basura en nuestras playas
Para Alejandro Ballester, presidente de Ballester Hermanos, el éxito del Corona Sounds se debió a la preparación. Comenta que fueron varios los meses que el equipo de Corona dedicó a coordinar el evento musical. Para el 2020 seguirán celebrando encuentros como estos, asegura Ballester.
“Este es un evento esencial para los fanáticos de Corona. El próximo año continuaremos con esta fórmula, aunque siempre van a haber cambios musicales que van a ir a tono con los gustos de nuestros jóvenes”, explica.
Otra razón para seguir experimentando con la música, comparte Ballester, es que parte del dinero recaudado en la venta de boletos está destinado al fideicomiso Save the Beach, que trabaja en la restauración de las playas en Puerto Rico.
“Este compromiso con el ambiente va a continuar porque la playa es el mundo de Corona, y tenemos que asegurarnos de que estén limpias”, indica Ballester. “En esta actividad no hay nada de plástico; todos los envases son compostables, porque la marca eliminó el plástico en todos sus eventos. Ese es nuestro compromiso”.
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