A pesar de que no tiene cura, es posible vivir plenamente con un plan de tratamiento
A pesar de que no tiene cura, es posible vivir plenamente con un plan de tratamiento
Cuando Ketsy Román era un infante, con apenas dos años, sintió un picor en la parte trasera de sus rodillas. La intensidad de dicho picor no era normal. En ese momento, dice, no podía hacer mucho para solucionarlo. "Aunque me decían que no me rascara, me escondía para rascarme, porque no había forma de controlarlo siendo tan pequeña”.
El picor eventualmente alarmó a sus padres, quienes la llevaron a un dermatólogo. Así fue que recibió un diagnóstico de dermatitis atópica a una temprana edad.
¿Qué es la dermatitis atópica?
Esta condición es un trastorno crónico que se distingue por piel seca, enrojecimiento en el área afectada y picor intenso, comparte el dermatólogo Rogelio Mercado.
Se diferencia de otros tipos de dermatitis cuando el área afectada es extensa o cuando interfiere con el diario vivir de la persona. Estos casos se consideran moderados o severos.
En los infantes las áreas más comúnmente afectadas son la cara, el cuero cabelludo, el torso, los codos y las rodillas, apunta el doctor Mercado. En los niños y los adultos, se manifiesta mayormente en la parte interna de los codos y la parte posterior de las rodillas, agrega el especialista.
Al igual que en el caso de Román, es muy común que la dermatitis atópica aparezca por primera vez durante la niñez. Aún se desconocen las causas exactas de la dermatitis atópica, pero, de acuerdo al galeno, se refleja constantemente en pacientes con historial de alergias nasales y asma.
Los factores que afectan la severidad de esta condición incluyen el calor, la humedad, los detergentes, las fragancias, la ropa con textiles ásperos, las esporas de hongos y el estrés. Aunque existen maneras de tratar la condición, todavía no se ha encontrado una cura.
En muchos casos, la enfermedad puede desaparecer con los años. Sin embargo, Román aceptó que la dermatitis atópica estaría presente toda su vida, ya que, contrario a las estadísticas, en la adolescencia se agravó la condición.
Cómo convivir con la dermatitis atópica
Román confiesa que la dermatitis le afectó física y emocionalmente en su desarrollo. El ocultar sus cicatrices y el disimular rascarse era difícil de controlar en espacios de socialización. "En la adolescencia interfiere con tus amistades, con las salidas", explica Román. "Quizás no muestras partes del cuerpo con manchas o laceraciones de la condición, así que ir a la piscina o la playa, pues, es difícil".
El picor causado por ladermatitis atópica es severo, según Román, y puede llegar a abrir la piel y causar sangrado. Por tal razón, es importante que los pacientes mantengan una buena alimentación, eviten el sudor y el calor, y manejen el estrés. El doctor Mercado también recomienda no bañarse excesivamente, utilizar jabones sin fragancia, no utilizar una esponja para frotar la piel y utilizar medicamentos recetados para la condición.
Carlos Alexis Colón, quien también es paciente de dermatitis atópica, afirma que estos consejos son aún más difíciles de seguir al pie de la letra para los boricuas, ya que el clima en Puerto Rico contribuye a la resequedad e irritación de la piel. "Vivir en un ambiente tropical se convierte en un reto, dado que el sol, la humedad, la bruma y a veces hasta el polvo del Sahara, afectan y activan las alergias asociadas a la dermatitis atópica", añade Colón.
Cuando los casos de dermatitis atópica se tornan moderados o severos, se recomienda visitar un médico que determine el curso ideal para trabajar la condición. Los tratamientos existentes están dirigidos a minimizar el picor, resequedad y enrojecimiento de la piel. Según el doctor Mercado, estos pueden variar desde medicamentos orales, ungüentos —como los corticoesteroides—, hasta fototerapia con luz ultravioleta. También, se puede tratar con una inyección de Dupilumab, que funciona como un anticuerpo.
Primordial la educación
Al no tener una cura hasta el momento, es importante que los pacientes de dermatitis atópica aprendan a convivir con esta condición.
Para Román, las experiencias de dermatitis atópica no se discuten suficientemente. "El tema no se abunda demasiado en las redes", cuenta.
Al no encontrar un espacio para hablar sobre sus síntomas, la paciente decidió abrir su propio grupo de apoyo en Facebook. Al momento, el grupo “Vivir con dermatitis atópica” tiene 1,688 miembros. "Es un espacio que le estoy brindando a ellos y a mí para poder conversar y tocar temas que nos pueden ayudar", agrega Román.
Por su parte, Colón también destacó que el desconocimiento ante la dermatitis atópica puede afectar a los pacientes emocionalmente. "No fue hasta que tomé la iniciativa de aprender más, de unirme a grupos de apoyo, que entonces pude tomar decisiones de cara a la dermatitis atópica", concluye.
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