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Enfagrow
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Cuidar a un niño pequeño es un reto que le causa ansiedad a cualquiera. Esa preocupación se agudiza cuando se abarca el tema de su dieta y cómo afecta su desarrollo durante los primeros tres años de vida.
Naturalmente, la primera opción de alimentación es la lactancia. La leche materna de las mujeres que llevan una dieta alta en pescados contiene el ácido graso omega 3 DHA o ácido docosahexaenoico, esencial para el desarrollo cognitivo y beneficioso para su sistema neurológico.
En los infantes y niños, el DHA promueve una mejor capacidad para procesar y recordar visuales nuevos, así como mayores resultados en el desarrollo de la inteligencia verbal o lingüística.
Asimismo, es crucial para los movimientos motores, comunicación y desarrollo de habilidades sociales. “Neonatólogos coinciden en que el DHA es de alto beneficio para el crecimiento del bebé”, puntualizó Rayna Hichez Coste, licenciada en nutrición y otrora presidenta de la Academia de Nutrición y Dietética Afiliada de Puerto Rico.
Según la experta, se recomienda que el periodo de lactancia sea hasta los 12 meses, incluso hasta los dos años, o hasta que el propio niño se destete. No obstante, hay instancias en las que la madre no puede darle leche materna a su niño por los primeros tres años de vida, etapa clave para el desarrollo de su cerebro.
Y luego de la lactancia, ¿cómo aseguras que tu niño esté recibiendo el DHA necesario?
Al terminarse ese periodo, hay alternativas. A la hora de ir tras fuentes alternas de DHA, la nutricionista aconsejó buscar recomendaciones del pediatra del niño y opiniones de nutricionistas licenciados.
Una alternativa conveniente son suplementos como fórmulas y bebidas de leche que ayudan a que el infante mantenga su consumo de DHA en las edades de nueve a 36 meses. La licenciada Hichez Coste señaló que suplementos como las fórmulas y algunas bebidas de leche para niños pequeños han aumentado su inclusión de DHA y, de no ser posible la lactancia, pudiesen considerarse como fuentes directas de nutrientes.
El DHA también habita en alimentos sólidos como el salmón y el arenque. Según la licenciada Hichez Coste, hay que asegurarse "que tengan buena cocción y de controlar su cantidad, por la posibilidad de que contengan mercurio".
Proveerle a los niños pequeños con un suplemento alto en DHA durante sus primeros años de vida pudiera suplirle ese ácido omega 3 que no consiguen ante la carencia de alimentos sólidos, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Today's Dietitian.
Es importante mantener el flujo de DHA en la dieta de tu niño una vez abandones la lactancia, pues es un componente esencial para el desarrollo óptimo de chiquitines saludables y astutos.
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