Conoce los pormenores del procedimiento que podría salvar vidas
Conoce los pormenores del procedimiento que podría salvar vidas
¿Por qué tememos dialogar sobre la donación de órganos? Para muchos, quizá, es ver la muerte más cerca. Para otros es considerar qué pasará con nuestro templo físico una vez el cerebro deje de funcionar y el corazón de palpitar.
El filósofo inglés Thomas Hobbes dijo una vez: "el ser humano es naturalmente egoísta". Pero, ¿queremos seguir alimentando esa filosofía? Vivir en el mito es conveniente, pero la realidad brinda libertad. Entonces, ¿por qué seguir propagando mitos sobre la donación de órganos cuando se puede tratar de la muestra más grande de amor, empatía y humildad?
Mito 1: “Si sufro un accidente y el hospital sabe que soy un donante de órganos, los médicos no tratarán de salvarme la vida”
La prioridad de un profesional de la salud es salvar la vida de las personas enfermas o lesionadas. La donación de órganos y tejidos solo se considera cuando la persona fallece. Los médicos y las enfermeras que participan en la atención de una persona antes de su muerte, por lo general, no actúan en el rescate ni en el trasplante de córneas, órganos o tejidos donados. Se trata de procesos quirúrgicos posteriores a la muerte.
Según estadísticas de la organización Dona Vida Puerto Rico, 18 personas en el mundo mueren diariamente en espera de un trasplante de órgano. Durante el pasado año, 12,000 personas aguardaron en una lista en espera para que un donante de órganos les ofreciera la oportunidad de extender sus vidas.
Mito 2: “Soy demasiado joven (o viejo) para que se puedan usar mis órganos”
La realidad es que no existe límite de edad para la donación de órganos. Todas las personas son evaluadas al momento de su muerte por un profesional médico que decide si son aptas o no para donar. El uso de los órganos dependerá de su buen estado, no de la edad del donante.
Según la Ley de Donaciones Anatómicas de Puerto Rico, toda persona mayor de 18 años puede ser donante de su cuerpo entero o cualquier parte de este. La Junta de Donaciones afirma que casi todas las personas, a pesar de su edad o enfermedad previa, podrían ser donantes. Con el consentimiento de los padres o representantes legales, los menores de 18 años también pueden ser donantes.
Mito 3: “La donación de órganos y tejido dejará mi cuerpo mutilado y no presentable para el funeral"
Los órganos a donar se extraen mediante un procedimiento quirúrgico similar a la remoción de la vesícula o apéndice. La donación no desfigura el cuerpo ni cambia su aspecto, por lo que el servicio fúnebre será como cualquier otro.
Mito 4: “Tengo una enfermedad y no puedo donar”
A menos que haya tenido cáncer activo el año previo, es muy probable que pueda ser donante. Incluso, receptores de órganos han sido donantes.
Para convertirse en donante solo hay que inscribirse en el Registro Electrónico de Donantes Dona Vida de Puerto Rico, administrado por la Fundación LifeLink, una organización sin fines de lucro autorizada por el gobierno federal para la recuperación de órganos y tejidos. También es posible registrarse al obtener o renovar la licencia de conducir en los Centros de Servicios al Conductor (CESCO).
Mito 5: “Mi familia tendrá que lidiar con los costos médicos de mi donación de órganos"
La familia del donante no incurre en ningún gasto. La Organización de Recuperación de Órganos —en el caso de Puerto Rico, LifeLink— asume los gastos desde que se notifica el fallecimiento hasta el funeral.
Puedes convertirte en donante registrándote en Dona Vida Puerto Rico. Que el miedo y los mitos no impidan que tu muerte o incluso tu vida se traduzca en más vida.
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