Toma nota si eres asmático o conoces a uno
Toma nota si eres asmático o conoces a uno
Te presentamos 10 cosas que te dejarán corto de respiración, si eres asmático.
1. Humo de cigarrillo: es dañino para todas las personas. Si tienes asma –u otras condiciones de salud– y fumas, la mejor recomendación es que dejes de hacerlo. Además, para quienes no fuman y sufren de asma o alergias, el humo de segunda mano puede ocasionar un ataque, exacerbar o magnificar los síntomas como tos y dificultad para respirar. No permitas que fumen cerca de ti.
2. Contaminación atmosférica: proviene de las fábricas, los autos y otras fuentes como esporas de hongos y polen. Puedes estar al tanto de los pronósticos de calidad de aire en tu zona de residencia para planificar tus actividades al aire libre y limitar tu exposición a estos.
El Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (RCM) mantiene una página de Facebook (Alergia a Hongos) donde publican a diario los niveles de polen y esporas certificados en la estación de San Juan. También, puedes acceder a la página de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología, donde publican dichos informes a nivel nacional.
3. Ácaros de polvo: esos animaluchos que no puedes ver a simple vista, pueden desencadenar síntomas de asma y alergias o agravar tu condición. Los ácaros están en todas partes, por ello, para minimizar tu exposición a estos, las autoridades de la salud recomiendan utilizar protectores especialmente diseñados en los colchones y las almohadas para que sirvan de barrera.
También, por cómodas que parezcan, debes evitar las almohadas o colchas rellenas de plumas. Si tus niños son asmáticos, saca los peluches de sus cuartos. Evita, además, el amontonamiento de cosas que acumulen polvo. Por último, lava la ropa de cama con agua muy caliente y, de ser posible, evita usar detergentes con fragancias.
4. Alérgenos de cucarachas: estos insectos y sus excrementos pueden desencadenar ataques de asma a las personas más susceptibles. Para evitarlos, mantén limpia tu casa (y tu auto) y elimina los restos de alimento y agua. Barre el piso, pasa la aspiradora o mapea al menos cada dos o tres días, sobre todo donde se come. Utiliza gel sin olor o trampas para cucarachas, así disminuirás la cantidad de insectos.
5. Mascotas: aunque son parte de la familia, pueden desencadenar ataques o exacerbar los síntomas en los asmáticos. Muchas personas creen que es el pelo de la mascota el que causa los síntomas. La realidad es que son las escamas de su piel (o plumas, si son aves), la saliva y la orina los que provocan las reacciones alérgicas o asmáticas. Eso sí, el pelo de las mascotas puede acumular ácaros de polvo, moho y otros alérgenos, por lo que cortarles el pelaje puede ayudar un poco.
Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), recomiendan que las bañes todas las semanas. Si los ataques son severos, debes considerar llevar tu mascota a otro hogar. Si esa no es una opción, mantenla fuera de la casa o, al menos, fuera de la habitación de la persona con asma.
6. Humo: el humo que se produce al quemar madera, pasto u otras plantas está compuesto de gases dañinos a la salud y partículas pequeñas. Evita exponerte a este, ya que es muy irritante a las vías respiratorias.
7. Infecciones respiratorias: los episodios de influenza (gripe), resfriados y virus respiratorio sincicial (VRS) pueden exacerbar los síntomas del asma.
8. Inhalación de algunos químicos: como los presentes en ciertos productos de belleza, como los perfumes o en los productos de limpieza, pueden causar que tu respiración se vea afectada.
9. Ejercicios: para algunas personas los ejercicios pueden ser un detonante del asma y de los síntomas como las sibilancias y la dificultad al respirar. Si tu respiración es muy rápida, lo que se conoce como hiperventilación, también puedes desarrollar un ataque de asma y ocasionar que te quedes corto de aire. La hiperventilación también ocurre cuando se tienen emociones fuertes.
10. Alimentos: los alimentos y las bebidas que contienen sulfitos, como los vinos, los embutidos y ciertos productos en conserva, por mencionar algunos, pueden detonar episodios asmáticos que incluyen tos y falta de aire en personas en riesgo. Aunque su uso es reconocido como “generalmente seguro” por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), verifica las etiquetas de los alimentos y las bebidas, ya que el contenido de sulfitos debe ser declarado si sobrepasa los 10 miligramo/litro.
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