Expertos ofrecen sus recomendaciones para trabajarlos a tiempo
“Ya no te amo”.
Estas palabras provocaron el llanto, el frío en todo el cuerpo, la desesperación y el miedo en Ariel, quien prefirió utilizar un seudónimo para contar su historia.
Las palabras también representaron el fin de una relación tóxica.
“Todo aquel que ha recibido la noticia de la muerte de un ser querido puede entender lo que yo sentí en ese momento. Cuando tú tienes una estructura hecha y se rompe, crea mucho miedo”, contó Ariel, al recordar el momento en que Leslie (seudónimo), su pareja por más de tres años, decidió terminar con una relación que ya no daba para más.
La mayoría de los conflictos que tuvieron fueron por celos. En ese entonces, Ariel era muy inseguro. Y Leslie, dijo, una persona atractiva.
“Tenía una personalidad brutal, a la gente le gustaba estar a su lado. Bailaba súper bien, era atleta. Yo soy bajito, y en ese entonces era tímido. Esas inseguridades me llevaron a ser bien celoso”, reconoció Ariel.
Además de los celos, también pesó la inmadurez de ambos. Ariel admitió que a Leslie le gustaba el sarcasmo y la burla. Había tenido muchas experiencias académicas que provocaban que, en ocasiones, se burlara de Ariel, quien no había tenido las mismas oportunidades de crecimiento. “A veces lo hacía frente a la gente y era bien incómodo”, mencionó.
Según Ariel, fueron muchas las malas decisiones. Por ejemplo, aun sabiendo que la relación no funcionaba, decidieron convivir, porque pensaron que así podrían revivir la relación.
En esa búsqueda de alternativas, comenzaron a experimentar.
“Con juguetes sexuales, con drogas. Añadimos otras personas en nuestras relaciones sexuales y eso nos hizo mucho daño, porque en vez de buscar ayuda profesional, de algún psicólogo, empezamos a tratar por nuestra cuenta. Era como si nos automedicáramos psicológicamente”, explicó.
Pero nada funcionó. Los problemas seguían ahí.
Hasta que Leslie le puso punto final a la relación. Dijo las palabras que, en ese momento, destruyeron a Ariel. Luego de las lágrimas y del shock, Ariel pasó por un proceso de perdonar y de sanar, que le tomó cerca de un año.
Luego de cuatro años, Ariel y Leslie se encontraron, a modo de cerrar una etapa de sus vidas. Ariel le pidió perdón a Leslie porque no todo había sido su culpa. Hablaron y las heridas cicatrizaron.
“Ahora tengo una relación de ocho años en la que nunca nos hemos faltado el respeto. Me he dado cuenta de que vale la pena luchar por una relación cuando hay respeto. También manejé mis inseguridades. He crecido mucho profesionalmente. Ahora tengo herramientas que me han dado mucha seguridad”, puntualizó.
Razones por las que parejas pelean
La situación que vivieron Ariel y Leslie no es un caso atípico. De acuerdo con Jennifer Torres, directora de Enfermería del Hospital Panamericano, entre las razones más comunes que llevan a que las parejas tengan conflictos estánlos celos –por inseguridades y desconfianza–, los problemas económicos y el uso de sustancias controladas.
Torres indicó que otra razón puede ser que uno de los dos esté pasando por una depresión que disminuya la libido sexual, lo que podría llevar a que la otra persona piense que hay algún tipo de infidelidad.
“También está la codependencia, que puede traer conflictos, porque sientes que sin esa persona no puedes hacer nada, ni tomar decisiones. Esto puede llevar a una relación enfermiza”, señaló Torres.
Peter González, psicólogo clínico del Hospital Panamericano, agregó a los factores que causan problemas el dedicarle demasiado tiempo a los pasatiempos o a los amigos, que uno de los dos gaste compulsivamente o que no cumpla con los acuerdos previos que muchas veces las parejas establecen al comenzar una relación.
“Todo esto puede provocar múltiples discusiones que pueden llevar a que la pareja se haga daño, ya sea físico o emocional”, explicó el psicólogo.
Cómo trabajar los problemas de pareja
Los expertos coincidieron en que el primer paso es reconocer que hay un problema o situación que debe atenderse. Para esto, la pareja debe buscar un momento de calma para sentarse a hablar abiertamente y no esperar a que se agraven los problemas.
El doctor González recomendó buscar un lugar neutral –como un café– y comenzar con los aspectos positivos de la pareja en vez de los negativos, no adscribir culpas y trabajar la situación entre los dos.
Asimismo, no se debe descartar la posibilidad de buscar ayuda de un profesional de la salud mental que trabaje con terapia de parejas.
A continuación, compartimos algunas recomendaciones adicionales de los expertos del Hospital Panamericano:
1. Buscar ayuda objetiva
A la hora de buscar alternativas, estas deben ser objetivas, dijo el doctor González. Con esto se refirió a que, en ocasiones, uno de los dos recurre a personas incorrectas que “tienen agendas escondidas”, como por ejemplo, familiares o amistades que van a estar a favor de una de las partes.
“También están las personas que descartan el divorcio o personas que te aconsejan terminar con la relación sin trabajarla. Toda la ayuda que se busque debe ser objetiva, donde la pareja encuentre sus propias respuestas”, puntualizó.
Igual sucede con la ayuda profesional. Según el doctor González, si uno de los dos recibe atención de un psicólogo y luego tiene problemas con su pareja, se debe buscar a otro profesional de la salud mental que no conozca la situación. Este terapista debe dedicarle el mismo tiempo a ambos. Primero se trabaja el problema a nivel individual y luego juntos, manteniendo la confidencialidad.
2. Romper con terceros
No se debe trabajar la relación si uno de los dos tiene otra pareja. En ese caso, se debe terminar con esa tercera persona para luego procurar psicoterapia. “Comohubo una infidelidad, ya se rompió con un pacto y hay que buscar nuevas alternativas”, destacó el psicólogo clínico.
3. Redescubrir a la pareja
Con el tiempo todos cambiamos. Por esta razón, durante la terapia, el doctor González le suministra un cuestionario a la pareja. Este cuestionario consta de 25 preguntas sencillas, como por ejemplo, cuál es tu color, música, película o comida favorita.
“Es curioso ver la diferencia de gustos desde que la pareja se conoció hasta el presente. Una vez se conocen los nuevos gustos, se trabaja para que la pareja vuelva a reconquistarse, complaciendo esas preferencias”, explicó.
4. Reaprender a comunicarse
El hecho de que las parejas no conozcan los cambios en los gustos denota una falta de comunicación. “En las terapias, buscamos que las parejas se comuniquen más. Es importante decir: ‘esto no me gusta’ o ‘esto que hiciste no me gustó’. Es necesario buscar la forma de decir qué no nos gusta y qué preferimos”, mencionó el experto.
5. Procurar tiempo de pareja
Muchas veces, cuando hay niños, la pareja pasa la mayoría del tiempo con ellos. La Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) aconseja que las parejas establezcan un tiempo de prioridad para sí, haciendo salidas regulares o viajes sin los niños. Como parte del proceso de reconquista, es importante que la pareja tenga privacidad, salga a divertirse y pasen tiempo juntos. Con estas salidas evitarán el aburrimiento y el aislamiento.
6. Hay que quererlo
La solución a los problemas de pareja, indicó el doctor González, va a depender de la disponibilidad que haya por parte de la pareja. Una pareja que está interesada en resolver la situación, con un promedio de seis meses a un año de terapia, puede recuperar la estabilidad en la relación.
De acuerdo con la APA, estar dispuestos a expresar las emociones en la psicoterapia, además de ayudarnos en las relaciones, nos permite tener un mejor rendimiento en el trabajo o pensar de forma más positiva.
7. Saber decir adiós
Si la relación afecta la parte emocional y eso lleva a otros problemas —como pérdida del sueño o apetito, tristeza, ansiedad, frustración y problemas de concentración—, es momento de cuestionarse si la relación debe continuar.
“En el caso de que haya niños, muchas veces las personas deciden continuar con la relación pensando que esto beneficia a los menores. Pero cuando hay una relación tóxica, los menores se van a afectar”, alertó Torres.
El doctor González concluyó afirmando que, una vez trabajadas todas las alternativas y de no encontrar una solución, se debe romper el vínculo, como lo hicieron Ariel y Leslie.
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