¿Cómo mejora tu vida cuando te haces un examen oftalmológico?
¿Cómo mejora tu vida cuando te haces un examen oftalmológico?
He escuchado tantas veces que los ojos son las ventanas del alma. Si este es el caso, las personas con problemas de visión tenemos un alma negra. Navegar un mundo que requiere del uso de la vista es una lucha constante entre el odio por los espejuelos y el deseo de poder maquillarte en las mañanas sin necesidad de un espejo magnificador. No dejemos fuera la cantidad de comentarios que recibimos a diario que varían entre "¿cuántos dedos ves aquí?" hasta "¿necesitas que te lea el texto?".
Probablemente es mi culpa por no ir al examen anual de la vista y seguir usando la receta de hace dos años. La realidad es que no es un proceso muy bonito. Un doctor te pregunta veinte veces cuál letra ves mejor mientras cambia los lentes tan seguido que ya no sabes qué contestar cuando zumba la interrogante: "¿Te quedas con este o (cambia lente) con este?". Insisto: esa decisión no deberían dejarla a nuestra discreción.
Sin embargo, creo que es momento de evaluar los beneficios que la asistencia visual adecuada traería a mi vida. El que se encuentre en el mismo debate entenderá estas situaciones:
1. Cuando te saludan en el jangueo y no tienes idea de quién es
Arreglaría mi reputación social porque creo que la gente ya se ha cansado de sonreírme y recibir una mirada de confusión que lee: "¿Te conozco?".
2. No poder ver l@s jev@s cuando caminas por la calle
A lo mejor tendría a quién presentarle a mis abuelos cuando me preguntan por el novio.
3. Chocar con las columnas mientras caminas por tu casa
Podría levantarme de noche por un vaso de agua sin levantar a mi madre con el golpe en la pared.
4. Salir de tu casa con un vestido transparente sin darte cuenta
Reduciría las posibilidades de una llamada imprevista de Recursos Humanos.
5. Ver borrosa la pizarra y no poder entender mitad de la clase
Ya pronto me gradúo y sería bueno poder sentarme lejos del profesor en, al menos, una clase antes de mayo.
6. Pasarte de la salida en la autopista porque estabas tratando de leer lo que decía el letrero
Llegaría a tiempo a mis compromisos, en vez de tener que llamar con la excusa de "me perdí".
7. Guiar ilegalmente porque tu licencia ordena que debes usar espejuelos para hacerlo
Nunca he sido partícipe de romper las reglas y este asunto me pone nerviosa.
8. Tener que escuchar a otros celebrar que tienen visión 20/20
No me gusta sentir envidia, pero qué lindo sería poder decir lo mismo.
9. Cuando le pides a tus compañeros de trabajo que envíen correos con letra tamaño 16
Está de más tener que dictarles sus preferencias de escritura.
10. No poder usar gafas de sol porque te impiden ver bien
Otro caso de envidia rampante. ¡Gafas, vengan a mí!
¿Qué es media hora de examen de la vista frente a una vida sin luchas constantes para ver bien? Definitivamente valdría la pena permitir que un doctor me tiña la pupila, vire mis párpados y me dispare aire en el ojo. Suena como tortura, lo sé. Pero, al final de la jornada, tendré un nuevo par de espejuelos y, por primera vez en dos años, veré la realidad claramente.
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