

Nadie disfruta esa molestia que ocurre cuando muerde o ingiere comidas o bebidas frías o calientes. El dolor es producto de la sensibilidad dental, y el primer paso para tratarla es identificar su causa.
La dentista María Náter definió la sensibilidad dental como “una molestia o dolor causado por la exposición de la parte interior del diente (dentina), que ocurre luego de haberse afectado la capa protectora (esmalte)”.
Cuando la dentina queda expuesta por la pérdida de esmalte, los estímulos de alimentos fríos, calientes, dulces o ácidos alcanzan los nervios internos del diente, causando entonces sensibilidad dental.
Hay muchas razones por las que su esmalte se afecta y usted queda en riesgo de tener dientes sensibles. Las más comunes, según la doctora Náter, son:
1. Caries
Cuando las bacterias que causan caries entran en contacto con las azúcares y los almidones de comidas y bebidas, se forma un ácido. Ese ácido puede atacar el esmalte del diente, haciendo que pierda minerales. Con el tiempo y la pérdida de minerales, el esmalte se debilita y luego se destruye, dejando en su lugar caries, explicó el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial.
A medida que las caries avanzan, estas pueden causarle dolor o sensibilidad dental. Por ello la doctora Náter recomendó visitar a su dentista, quien además de hacerle una limpieza profesional podrá tratar los dientes afectados.
2. Dientes partidos
Morder alimentos duros o tropezar mientras hace una actividad física puede resultar en una fisura del diente, que puede agravarse o abrirse con la presión que se hace al morder. Esto también puede provocar dolor o sensibilidad dental.
En este caso, dijo la especialista, debe visitar al dentista para evaluar la forma correcta de restaurar el diente partido. Se puede requerir algún empaste o corona dependiendo de cuán extensa sea la fractura.
3. Empastes desgastados
Los empastes se usan para tratar pequeños agujeros, fisuras o caries en los dientes. El primer paso es evaluar la razón del desgaste del empaste para luego restaurar los dientes y así evitar dolor o sensibilidad dental.
4. Enfermedad de las encías
“Las encías constituyen un elemento de especial importancia en nuestra cavidad oral, pues forman parte de la estructura que soporta nuestras piezas dentales”, sostuvo la dentista.
La gingivitis –la primera etapa de la enfermedad periodontal– es la respuesta inmunológica a la placa bacteriana que se acumula entre los dientes y las encías. A mayor presencia de placa, mayor probabilidad de que se desgaste el esmalte y de que veamos inflamación y sangrado en las encías, e incluso periodontitis –la segunda etapa de la enfermedad periodontal, que es irreversible–.
La doctora Náter aconsejó usar hilo dental y cepillarse mínimo dos veces al día para mantener unas encías saludables. Además, debe considerar visitas más frecuentes al dentista –más allá de las dos que debe hacer al año–.
5. Erosión ácida
La erosión ácida es un proceso de desmineralización del esmalte producido por sustancias ácidas o químicas, que puede darse naturalmente con el consumo de alimentos ácidos o altos en azúcares. Este proceso de desmineralización, al igual que ocurre durante el proceso de formación de caries, debilita el esmalte y puede terminar por exponer la dentina, lo que a su vez redunda en dolor o sensibilidad dental.
En este caso, la doctora Náter recomendó el uso de pastas con fluoruro y diseñadas para tratar la sensibilidad dental, como Sensodyne.
Al cepillarse dos veces al día con la pasta de dientes Sensodyne notará, junto con un sabor fresco, un alivio en el dolor o sensibilidad dental, al tiempo que recibe protección para evitar más sensibilidad y que se formen caries.
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