La institución apuesta a un nuevo modelo de educación tecnológica que es accesible para todos
La institución apuesta a un nuevo modelo de educación tecnológica que es accesible para todos
Imaginen lo siguiente: una escuela intensiva de programación, con duración de dos años, basada en proyectos y sin necesidad de experiencia previa en tecnología, que ayuda a sus estudiantes a conseguir un empleo bien remunerado después que se gradúan y, quizás más sorprendentemente, no les cobra un solo centavo de matrícula hasta que empiezan a trabajar.
Lejos de ser una fantasía, la escuela especializada en programación The Holberton School se dispone a convertir este inusual pero efectivo modelo educativo en una realidad aquí en Puerto Rico, con el comienzo de sus primeras clases en línea el próximo 8 de septiembre.
La apertura de la escuela con sede en Santurce, originalmente pautada para mayo pasado pero atrasada debido a la pandemia de COVID-19, sigue los pasos de la escuela original de Holberton, fundada en la ciudad de San Francisco en 2016, a corta distancia de las oficinas centrales de gigantes de tecnología como Google y LinkedIn. Desde entonces, The Holberton School ha inaugurado otras localidades en Connecticut y Oklahoma en los Estados Unidos, así como en Túnez, Líbano, México, Uruguay y Colombia. El local en Puerto Rico representa la décima escuela de Holberton.
La entrada de la escuela al entorno local responde a la necesidad apremiante de talento para la cepa de empresas incipientes (startups) que se han desarrollado recientemente en la isla. A esos fines, dos inversionistas —Cyril Meduña, fundador de la firma Advent-Morro Equity Partners, y Adam Beguelin— decidieron traer el concepto a Puerto Rico luego de leer un artículo sobre la escuela en el diario The New York Times.
“Nosotros invertimos en el estudiante”, afirmó Verónica Colón Rosario, directora de la escuela con sede en Santurce. “Pagamos la matrícula por adelantado y entramos en un contrato con el estudiante. Es importante mencionar que no se trata de un préstamo, porque no se cobran intereses”, recalcó Colón.
A través del contrato, el estudiante se compromete a pagar mensualmente el 17% de su salario devengado una vez comience a trabajar, durante 60 meses. “Una vez se acaba el contrato, no tienes que pagar más. Por eso el costo de matrícula depende de lo que el estudiante genere”, explicó la directora. “Igualmente, dejas de pagar si llegas al máximo, que son $55,000. En Estados Unidos, ese cap es de $85,000, pero aquí lo bajamos porque la realidad de Puerto Rico es distinta”.
Una experiencia de aprendizaje innovadora
Aparte de contar con un diploma de escuela superior o su equivalente, así como tener 18 años o más, aquellos interesados en entrar a la escuela deben tomar un examen en línea que mide su capacidad de pensar como un programador, dijo por su parte Lourdes Bonelli, gerente de admisiones de la entidad. “La prueba está disponible para todo el mundo; no tienes que contar con experiencia previa”, agregó. La fecha límite para comenzar la solicitud es el 16 de agosto.
Otro aspecto en que The Holberton School se distingue es que no cuenta con profesores como tal. En cambio, el currículo se enfoca en diversos proyectos que se realizan entre grupos, así como el aprendizaje entre pares (peer-based learning), en una dinámica similar a lo que típicamente ocurre dentro de una empresa tecnológica, añadió Bonelli.
En lugar de un profesor, los grupos cuentan con un especialista en ingeniería de software, quien les presenta cada proyecto y problema a resolver, monitorea el progreso de cada grupo y realiza las evaluaciones finales. “El especialista puede guiar al grupo y hacerle preguntas, pero no puede darles la solución; la idea es que los estudiantes lo puedan descubrir sin la ayuda de nadie”, indicó Colón.
El currículo, diseñado por profesionales de Silicon Valley, se enfoca en el aprendizaje de las estructuras que subyacen todo lenguaje de programación, con el objetivo de facilitar que el estudiante pueda aprender distintos lenguajes según surja la necesidad.
El ritmo de clases, al menos durante los primeros nueve meses, requiere que el estudiante se conecte todos los días de lunes a viernes para aprender los fundamentos de programación. Luego de este periodo, el estudiante podrá especializarse en tecnologías tales como realidad aumentada o algoritmos, e incluso conseguir un internado en una empresa reconocida, compartió Colón.
“Esto es a diferencia de un boot camp, que dura solamente unos meses y te enseña los aspectos básicos de un solo lenguaje de programación”, subrayó la directora. “Aquí le enseñamos al estudiante a aprender”.
Quizás este enfoque explica el alto grado de reclutamiento para graduandos de la escuela, así como el enfoque en desarrollar habilidades blandas (soft skills) tales como participar de presentaciones y entrevistas de empleo. “Estamos mano a mano con ellos, entrenándolos en el tema de profesionalizarse”, expuso Colón. “Haremos entrevistas simuladas con el estudiante y organizaremos eventos de networking con compañías para cuando ese estudiante se gradúe, consiga un buen trabajo”.
Para más información sobre The Holberton School en Puerto Rico, puedes comunicarte con Lourdes Bonelli a través de correo electrónico (lourdes.bonelli@holbertonschool.com) o Jeandrés Zapata (jeandres.zapata@holbertonschool.com).
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