Orientar sobre los efectos adversos de los medicamentos, recomendar suplementos de vitaminas o hasta administrar vacunas son parte de las tareas cotidianas de un farmacéutico. Sin duda, la preparación de este profesional de la salud le permite contestar muchas de las interrogantes que surgen sobre los tratamientos con fármacos.

Además, el paso de distintas generaciones de farmacéuticos nutre y profundiza las competencias de este profesional. Para la farmacéutica Magali Piñeiro, la coexistencia de generaciones diferentes de estos profesionales de la salud ayuda a proveer un servicio de calidad a las personas que visitan el recetario.

“Es bonito ver muchas veces cuando estás en el recetario y tienes a los farmacéuticos de una generación y los de otra, pero nos combinamos porque todo el mundo tiene algo que aportar”, dijo Piñeiro, quien lleva 38 años laborando en los recetarios de Walgreens.

Asimismo, reconoció que el avance de la tecnología ha sido fundamental en la transformación de sus roles a través de los años. Cuando comenzó hace 40 años, su tarea diaria era muy técnica como despachar medicamentos.

Aunque aún realiza estos menesteres, aseguró que su labor se ha transformado y hoy orienta a las personas sobre diversos temas relacionados a los medicamentos como, por ejemplo, la adherencia. Es decir, seguir las instrucciones de los fármacos tal y como se recetaron por el médico y ayudar al paciente a identificar las barreras que pueden interferir para cumplir con el tratamiento.

“Se trata de maximizar la eficiencia de los medicamentos en los pacientes y de esa manera hacer que sea más efectivo el medicamento en su tratamiento”, explicó la farmacéutica.

Mientras que, para el farmacéutico Carlos Díaz, el peritaje de sus colegas de mayor experiencia es fundamental para el continuo desarrollo de otras generaciones.

“Los farmacéuticos que llevan más tiempo tienen una experiencia que la van pasando a los compañeros. Tenemos una relación como una familia, ellos nos pasan ese conocimiento de cómo manejar distintos tipos de situaciones y pacientes”, contó Díaz, quien lleva 16 años como farmacéutico en Walgreens.

Piñeiro, por su parte, opinó que los farmacéuticos que se gradúan hoy cuentan con otras herramientas como la tecnología y la evolución en la medicina.

Jorge Santos, quien ejerce como farmacéutico desde octubre de 2021, coincidió con Piñeiro y planteó que, actualmente, el rol del farmacéutico es más holístico.

“Las generaciones nuevas son un poco más clínicas, el enfoque de los farmacéuticos que se preparan ahora es más holístico, se abarca un poco más”, expuso el licenciado farmacéutico de 29 años de edad.

Pese a estos cambios en la preparación de los farmacéuticos, para Santos la meta de estos profesionales se mantiene intacta: mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Los pacientes, su familia

Para Díaz resulta complicado cuantificar todo lo que ha aprendido de sus compañeros en 16 años de experiencia. Pero si algo no olvida es el respaldo que le brindan sus colegas de mayor experiencia en situaciones de emergencia y a ofrecer un servicio de calidad en todo momento.

“Mi compromiso es al cien por ciento. Puede ser Juan del Pueblo, como puede ser el presidente de una compañía. El trato a esa persona siempre va a ser el mismo porque lo que quiero es que se sienta bien, a gusto y feliz con el servicio que le haya dado”, comentó el profesional de la salud.

Para Díaz es común llamarle a sus pacientes por su primer nombre para que estos se sientan cómodos mientras acuden al recetario. Si bien busca brindar una experiencia agradable, Díaz nunca pierde de vista la confidencialidad que debe mantener con la información del paciente. De este modo, crea una lealtad con sus pacientes y lo ve reflejado cuando lo siguen a otra farmacia.

Piñeiro, por su parte, aseguró que su enfoque es reconocer que los pacientes son una familia para ella. Es por esto que, para la farmacéutica, Walgreens es una farmacia para la comunidad.

“Esa persona que llega al recetario es tu mamá, es tu hermano, es tu hijo y tú lo vas a tratar como quieres que te traten a ti en cualquier escenario”, expresó Piñeiro, quien intenta resolver las distintas situaciones que pueden surgir, especialmente para los envejecientes debido a que, en muchas ocasiones, no cuentan con acceso a la tecnología.

Melvin Rivera Cajías es uno de muchos pacientes que puede atestiguar sobre el servicio personalizado y minucioso que brindan los farmacéuticos en Walgreens.

“Me gusta mucho la empatía que tienen con uno como cliente y como paciente al mismo tiempo y de la manera en que contestan las preguntas. A veces uno llega con una pregunta no tan concreta y te ayudan mucho, tanto a definirla como a buscar la forma en que te pueda ayudar”, afirmó el joven de 29 años y residente de Utuado.

Más allá del despacho de medicamentos

Diariamente son muchas las consultas y dudas que resuelven estos farmacéuticos. Sin embargo, coinciden en que las más comunes son la solicitud de vitaminas, suplementos nutricionales debido a la pandemia de COVID-19 y medicamentos sin receta médica (también conocidos como over the counter, OTC, por sus siglas en inglés).

“Mucha gente ahora se está concentrando en el bienestar y a veces no tienen la mejor dieta, no hacen una actividad física adecuada y la quieren complementar con una vitamina”, explicó Díaz.

Mientras que, en sus seis meses como licenciado, Santos se ha dedicado principalmente a orientar a sus pacientes sobre cómo maximizar sus tratamientos para obtener mejores resultados.

Piñeiro, por su parte, destacó que asiste en múltiples ocasiones a personas con preguntas sobre el COVID-19 como, por ejemplo, los síntomas de esta afección y pruebas para diagnosticarla.

Variedad de sombreros

Además de despachar medicamentos y orientar, los farmacéuticos asumen diferentes responsabilidades.

“Los farmacéuticos tenemos muchos sombreros. Nosotros nos ocupamos de que los pacientes cumplan con su terapia. Nosotros estamos pendientes a las interacciones que puedan surgir entre medicamentos que tomen los pacientes. La gente no lo ve, pero pasa mucho que el paciente llega con su receta a la farmacia y nosotros identificamos una interacción mayor que el paciente no le conviene tomar el medicamento. Ante esto, rápidamente llamamos al médico, hacemos las gestiones correspondientes para asegurarnos que se puede resolver ese problema y a veces ese paciente ni se entera”, detalló Díaz.

Santos, a su vez, consideró que su labor es un punto de cotejo final antes de que el medicamento llegue a las manos del paciente.

“Monitoreamos lo que son los tratamientos del paciente ya sean medicamentos o terapias de mantenimiento de enfermedades crónicas”, añadió el joven licenciado.

Vacunación: un servicio adicional del farmacéutico

Además de las diferentes responsabilidades que realizan a diario, los farmacéuticos también están autorizados a administrar vacunas.

“Administramos todo tipo de vacuna con excepción de la vacuna de la fiebre amarilla, pero eso es por requisito del Departamento de Salud”, comentó Díaz.

Sin embargo, mencionó que administran todas las vacunas para adultos y menores de 12 años en adelante requeridas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Indicó que entre las vacunas que se administran se encuentra la de influenza, el tétano, el virus de papiloma humano, las de hepatitis A y B, entre otras.

En medio de la pandemia del COVID-19, estos profesionales de la salud de Walgreens han logrado administrar sobre 1.7 millones de vacunas contra este virus.

“Hemos participado en la vacunación de más de un millón de personas a las que le damos seguridad. Muchos pacientes se han sentido bien tranquilos una vez tienen esas tres vacunas contra el COVID-19″, relató Piñeiro.

Reafirman su compromiso con la comunidad

Si bien las generaciones cambian, el compromiso y dedicación de estos farmacéuticos con la comunidad permanece intacto.

Si de algo están claros estos tres farmacéuticos es que la pasión por la profesión que ejercen es uno de los motores que les impulsa a brindar un servicio de calidad a sus pacientes.