Luego de que el lanzamiento fuera pospuesto durante el martes por “condiciones climáticas desfavorables”, el cohete Falcon 9, de la empresa SpaceX, despegó exitosamente, a las 5:47 p.m., del miércoles desde cabo Cañaveral, en el estado de Florida.

Tanto la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) como el portal oficial de SpaceX transmitieron, en vivo, el singular momento en el que los propulsores de la aeronave se encendieron para comenzar su misión rumbo al espacio.

SpaceX, la empresa fundada por Elon Musk, tenía previsto el lanzamiento para las 6:56 p.m. del pasado martes. No obstante, el despegue fue retrasado en dos ocasiones hasta que la compañía finalmente determinó que lo pospondría debido a que las condiciones climáticas no eran las ideales como para permitir la captura del cohete una vez regresara a la Tierra.

El horario de lanzamiento, inicialmente pautado ayer por SpaceX, prometía ser para Puerto Rico un espectáculo astronómico. La Sociedad de Astronomía del Caribe (SAC) anticipó que la brillante estela de la aeronave iluminaría el cielo durante su trayectoria rumbo al espacio.

Ante el cambio de horario, la entidad educativa sostuvo que “de ser lanzado, este miércoles, al menos cerca del oscurecer, resultaría visible desde la isla igualmente”.

Sin embargo, el divulgador científico de la SAC, Eddie Irizarry Robles, indicó a El Nuevo Día que es poco probable que el cohete haya sido avistado desde Puerto Rico ya que, al ser lanzado durante el atardecer, no es posible percibir el contraste entre el cielo y la estela de la aeronave.

“Van a seguir lanzando satélites y llegará el momento en que veremos otro”, agregó.

El Falcon 9 transportó al espacio otro grupo de 23 satélites de Starlink, una subsidiaria de SpaceX que provee servicio de internet satelital.

Desde principios de 2020, la compañía comenzó a lanzar sus cohetes en dirección hacia Puerto Rico. Esto no solo permitía ubicar los satélites en la órbita deseada, sino que también brindaba una ventaja: recuperar la primera etapa del cohete.

En entrevista previa con El Nuevo Día, Irizarry Robles, explicó que, durante esa etapa, el cohete aparenta como si estuviera descendiendo en reversa, por lo que se debe colocar un bote robótico o plataforma que lo reciba. En el pasado, esos botes eran ubicados en aguas del oceáno Atlántico hacia el noreste.

Sin embargo, cuando SpaceX decidió lanzar en dirección hacia Puerto Rico, calculó que, si ubicaban dichas plataforma en aguas más tranquilas, como las que hay en dirección hacia las islas Bahamas, el bote robótico se encontraría más establecido, por lo que habría una mayor probabilidad de recuperar la primera etapa del cohete.