El pasado martes, el impresionante sexto despegue de prueba de la nave Starship de SpaceX fue avistado desde Puerto Rico. Sin embargo, más allá de dejar el rastro de una brillante estela, varios observadores reportaron haber escuchado el rugido de la nave mientras pasaba sobre la isla, un fenómeno que, según la Sociedad de Astronomía del Caribe (SAC), no debería de ocurrir en teoría, ya que el sonido viaja más lento que la luz.

“Muchos habrán notado que al ver un avión a gran altura, en ocasiones se logra escuchar el sonido que produce, pero se percibe que el ruido proviene desde más atrás de donde se observa en su trayecto, debido a que el sonido viaja más lento que la luz. Existe un par de excepciones y, en días recientes, detectamos sonidos en tiempo real según se veía el distante objeto en el cielo que los ocasionaba”, explicó la entidad educativa en declaraciones escritas.

De acuerdo con la SAC, aunque se ha documentado el avistamiento de unos pocos meteoros que producen sonidos de frecuencias bajas que son simultáneos o sin retraso alguno, el 19 de noviembre se detectaron, desde la isla, sonidos en tiempo real de un objeto que no se esperaba ocasionara ese peculiar efecto audible: el cohete Starship.

“Son varios los observadores que han confirmado que el Starship emitió sonidos cuando se vio pasando sobre la isla, pero nos llamó la atención un detalle que probablemente la mayoría pasó por alto, pues el sonido se percibía sin retraso alguno, lo cual en teoría no debió ocurrir ya que el sonido viaja bastante más lento que un cohete que alcanza velocidades de entre 15,000 y 17,500 millas por hora”, señaló la organización.

Sin embargo, el leve sonido fue captado por la SAC en el vídeo a continuación justo cuando el reloj en la grabación marca el minuto 6 con 12 segundos y 36 milisegundos.

El divulgador cientiífico de la SAC, Eddie Irizarry, explicó que el aparente rugido se trató de energía u ondas electromagnéticas emitidas por la luz, el calor y la superficie metálica de la aeronave, interactuando con la ionósfera.

Indicó, a su vez, que estas ondas se desplazan a la velocidad de la luz y cuando alcanzan la superficie, los árboles, estructuras o paredes cercanas, actúan como reflectores acústicos que permiten al observador percibir un sonido.

“Más extraño o curioso aún, es que está demostrado que las personas que tienen el pelo largo, o que llevan puesta una gorra, gafas o espejuelos, perciben mejor aún el sonido de frecuencias bajas, lo que sugiere que estas superficies también hacen esa función y resaltan el peculiar efecto audible”, agregó Irizarry.

A este efecto se le conoce como sonido “electrofónico”, un término que originalmente es utilizado para algunos meteoros que ocasionan estos rugidos de frecuencias bajas.

No obstante, la SAC informó que varios científicos internacionales coinciden en que parece ser la primera vez que se detecta el sonido a la misma vez que el avistamiento de un cohete.

Este fenómeno también ocurrió el 27 de enero de 2000 en Australia, cuando un satélite se desintegró y ocasionó sonidos electrofónicos.

Durante el vuelo que fue avistado desde Puerto Rico, SpaceX pondría a prueba algunas mejoras que permitirán lograr una mejor precisión del descenso de la nave, así como mejoras de protección a las altas temperaturas que ocurren durante el descenso.

SpaceX planifica convertir a Starship en el primer servicio privado que pueda llegar a la Luna y a Marte para establecer colonias permanentes, una visión considerada como viable por el multimillonario Elon Musk, fundador de la empresa.

De lograr las certificaciones de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), Starship formará parte de la misión Artemis III, la primera en más de medio siglo que devolverá una tripulación a la superficie lunar y que está prevista para 2026.