Aún no es mediodía y ya se siente el abrazo, literalmente caluroso, de la mezcla entre el candente sol y la densa humedad. Sin embargo, los grandes árboles del parque Luis Muñoz Marín, en San Juan, son un oasis, y así lo reflejan los termómetros que la organización Para la Naturaleza instaló durante su evento anual La Siembra.

Una de las estaciones de temperatura está bajo el sol y el termómetro marca 106 grados Fahrenheit (°F), siendo apenas a las 10:52 a.m. En otra, bajo frondosos árboles de sombra donde leen cuentos a niños, el termómetro apunta a 98 °F.

Precisamente, buscar bajar las temperaturas de su propiedad, en Cabo Rojo, trajo a Ricardo Pérez y a Aida Marrero al evento celebrado este sábado, en el que se llevaron un árbol de granada y otro de retama San José, con el que Marrero tiene la esperanza de pronto ver flores violetas brotar de sus ramas.

“Nosotros tenemos un espacio en el área de Cabo Rojo. Ahí, tenemos planes de, ya que es un área bastante seca y con mucho calor, queríamos establecer un espacio no tan solo que tuviera árboles frutales, sino que ofreciera sombra. Dado a que estos no son árboles muy altos, cubren como un ‘canopy’. Por eso elegí estos árboles, a ver si se me dan”, compartió Marrero, quien se registró en línea para el evento, al igual que otras 2,000 personas, con anticipación.

La pareja recibió orientación y literatura sobre cómo sembrar y cuidar los árboles para atender su necesidad de sombra. Esta es la apuesta de la pareja, oriunda de Vega Baja, para aportar a mitigar la deforestación que han visto en Cabo Rojo. “(Queremos) poner el granito de arena. En vez de talar, sembrar”, subrayó Marrero.

Este año, Para la Naturaleza reanudó La Siembra con su componente educativo, pues, en las pasadas ediciones, por la pandemia de COVID-19, tuvieron que transformar el evento a la modalidad de servicarro. En esta oportunidad, repartieron 4,000 árboles nativos, endémicos y frutales, a razón de dos por persona. Además, tuvieron información sobre los árboles, lectura de cuentos para niños y la presentación de un microdocumental sobre el trabajo de la organización.

La meta con este evento, que Para la Naturaleza lleva décadas realizando, es instar a “la reforestación de nuestras islas, a recuperar esa flora que hemos impactado por muchos años. Lo que queremos es crear un movimiento, desde el pueblo de Puerto Rico, para recuperar el daño y el impacto que hemos hecho y que seguimos haciendo sobre nuestros bosques y nuestras áreas urbanas. Ese rescate de esos servicios ecológicos que nos dan los árboles”, dijo Fernando Lloveras San Miguel, presidente de la organización.

Shirlimarie Nieves Chévere, coordinadora de reforestación desde el vivero de Río Piedras, indicó que la selección de las 23 especies de árboles y arbustos se hizo pensando en la reforestación del espacio urbano y las particularidades que ello conlleva. Incluso, había algunos árboles que podían crecer en tiestos, como el alhelí falso, el aguacero, la retama prieta y la retama San José, entre otros.

“Tenemos árboles respondiendo al contexto urbano. Como parte de la actividad, se está orientando al público con unos planos físicos para que la gente lo pueda aterrizar en su espacio. Si me llevo este palito, puedo sembrarlo aquí, cerca del encintado, de cableado, de infraestructura, de estructura gris, tanto aceras como casas, cableado soterrado, tendido eléctrico. Se están pensando en todas esas cosas al momento de orientar al público”, explicó Nieves Chévere, quien instó a que las personas visiten los viveros de la organización para adquirir árboles.

El Nuevo Día conversó con otras tres personas, que participaron por primera vez del evento. Unas personas iban con una intención de sembrar árboles para embellecer los alrededores de sus viviendas, y otras necesitaban árboles para evitar la erosión del suelo en sus propiedades. Ante estas necesidades o preferencias, indicaron que el equipo de Para la Naturaleza les explicó qué especies eran más propicias en sus casos, cómo sembrarlas y cuidarlas.

Melissa Izquierdo, una de las asistentes, mencionó que llegó “porque verdaderamente creemos que podemos reforestar más y cuidar los terrenos que tenemos”. Además, dijo, está determinada a repoblar su finca, en Guayama, con los árboles nativos que se perdieron tras el paso de los huracanes, en los pasados años.

Aunque este fue el evento masivo de La Siembra, la organización realiza reparticiones de árboles en diversos municipios. Los próximos en agenda son Vieques, el 5 de octubre, y Culebra, el 2 de noviembre. Para la Naturaleza también está en búsqueda constante de voluntarios para sembrar y mantener los árboles. Los interesados pueden escribir a voluntarios@paralanaturaleza.org o llamar al (787) 722-5882.