La organización ambientalista LimPiaR, en colaboración con el Municipio de Loíza e IFCO Recycling, celebró este sábado su primer “pop-up de reciclaje” en dicho pueblo, un evento gratuito que busca aumentar el reciclaje en Puerto Rico y educar sobre la importancia de este proceso.

La iniciativa es la primera de una serie de “pop-ups” que se llevarán a cabo en Loíza, una vez al mes. El primer evento fue en el Estadio Miguel Fuentes Pinet, y estuvo abierto a ciudadanos de Loíza y pueblos aledaños como Río Grande, Carolina, Canóvanas y San Juan.

El próximo de la serie de eventos de acopio, que LimPiaR celebra gracias a una subvención de parte de Donativos Ambientales Ford, está pautado para el 14 de diciembre, en el mismo lugar.

“Las personas fueron (a la actividad), llevaron sus materiales separados, bastante limpios y organizados. Eso es bueno, eso quiere decir que se ha mantenido la educación que se ha dado en el pasado”, indicó Vanessa Acosta, directora del Programa de Reciclaje de Loíza.

Los materiales aceptados en el “pop-up” fueron plástico #1 (como botellas plásticas), plástico #2 (como potes de detergente), plástico #5 (como envases de yogur y tapas), aluminio y latón (como latas de bebidas y de habichuelas) y cartón corrugado (cajas de cartón marrón, sin diseños o brillo).

Este sábado, se recuperaron 27 libras de reciclables, detalló LimPiaR a El Nuevo Día, al precisar que esta actividad forma parte de una iniciativa más amplia que consiste de un proyecto piloto de reciclaje residencial en la comunidad El Cabo, en Loíza, para inicios de 2025.

En tanto, Acosta comentó, vía telefónica, que el plástico, aluminio y latón recuperados se depositó en un contenedor de reciclaje industrial que LimPiaR mantiene en Piñones, y el cartón corrugado se depositó en un camión del Municipio, “que en la semana lo llevo a vender a la planta de IFCO en Caguas”.

“Las personas llegaban, se registraban para tener una base de datos. Luego, la persona pasaba por una mesa de segregación y separación del material. En esa mesa, se le decía si todo estaba bien, ‘esto lo puedes depositar en el contenedor de plástico’ o, ‘mira, de estos plásticos, eso no se puede reciclar, es basura, y esto sí’, para crearle conciencia al ciudadano”, resaltó.

En momentos en que se estima que en Puerto Rico solo se recicla un 7% de los materiales con potencial, Acosta aseguró que el reciclaje en Loíza ha ido en aumento, mientras el Municipio sigue invirtiendo en iniciativas –como la adquisición de una compactadora– para impulsar el programa.

“Entiendo que la gente está educada y hay que actualizarla. No es que hay que volver a educar. La gente quiere reciclar, lo que necesitan es que la mantengan actualizada sobre qué material sí, qué no (reciclar). No saben, por ejemplo, que unos zapatos hacen el mismo daño que tirar un neumático, porque la suela del zapato es goma. Por eso, es bueno el sistema de textiles (que tiene el Municipio), para que un par de zapatos no llegue al vertedero”, compartió.