Mientras tomaba la Certificación de Ciudadanos Científicos del Estuario de la Bahía de San Juan, la maestra Karla Santiago Silver supo que sus alumnos –de escuela superior– podían seguirle los pasos y obtener, igualmente, conocimientos y destrezas que luego replicarían en esfuerzos de restauración y conservación.

Sin dudarlo, contó, “llamé a la directora (escolar) en verano y le pregunté si podía hacer este programa del Estuario parte del currículo de ecología de ese año, y ella me autorizó”.

“Hablé con mis estudiantes, y los estudiantes de décimo (grado) decidieron hacer el currículo de mangles, y los de 11 y 12 hicieron el de corales”, abundó Santiago Silver, quien enseña en el Colegio Montessori de Puerto Rico, ubicado en la cuenca hidrográfica de la bahía de San Juan.

Algunas clases, compartió, las ofreció personal del Estuario e, incluso, asistieron –como grupo– a viajes de campo.

“Los estudiantes quedaron superencantados. Ellos han estado hablando de esto (ciencias ambientales) en un currículo en el salón, en el libro, viendo imágenes por internet y, de repente, tuvieron la oportunidad de aplicarlo allí, físico, así que fue superchévere”, destacó.

La Certificación de Ciudadanos Científicos estrenó, en el año fiscal 2017-2018, con miras a estrechar la relación entre la comunidad y las ciencias ambientales. A través del programa, el Estuario capacita gratuitamente a todos los interesados mediante la enseñanza de destrezas científicas y técnicas, experiencias de campo y el desarrollo de conciencia sobre la ciencia y el ambiente.

“El Estuario decidió no solo seguir trabajando con el ciudadano, sino formalizar y estructurar nuestro acercamiento al ciudadano para que ellos obtuvieran, de una manera organizada, esas destrezas técnicas y científicas y hablaran nuestro mismo idioma”, dijo la directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro, Brenda Torres Barreto.

Por los pasados años, agregó, el Estuario ha ofrecido la certificación de manera concurrente, con el fin de proveer un documento que legitime el conocimiento científico aprendido por los participantes y sea un título “mercadeable”, para que trabajen y colaboren en el campo de las ciencias ambientales o de la reconstrucción tras el paso del huracán María (2017) u otros fenómenos.

“Es un campo que sabemos que va a seguir creciendo porque, como sabemos, los fondos que han llegado a Puerto Rico son fondos para la reconstrucción. ¿Quién lo va a hacer si no somos los que estamos sufriendo en áreas vulnerables?”, argumentó.

La Certificación de Ciudadanos Científicos comenzó con los módulos de Monitoreo de Calidad de Agua y Censos de Aves Participativos. Al cabo de un año, se añadió un tercero, Caracterización y Reducción de Microplásticos, y el cuarto y más reciente, Resiliencia Costera, se ofrece desde 2022.

El pasado martes, de hecho, el Estuario reconoció a 15 ciudadanos que completaron la certificación en el módulo de Resiliencia Costera. Fue la primera “graduación” desde la creación del módulo.

Torres Barreto explicó que, para certificarse, las personas deben completar, al menos, uno de los cuatro módulos y cumplir con 25 horas contacto. Además, deben tomar un taller introductorio y asistir a experiencias de campo, en las que aplican lo aprendido. Los aspirantes a la certificación tienen la oportunidad de escoger qué días participarán de los eventos.

“Nosotros llevamos 30 años operando el estuario de la bahía de San Juan. Así que, a través de todos estos 30 años, nosotros hemos identificado el nicho de Estuario. ¿Dónde es que nosotros estamos realmente siendo necesitados? A través de esas experiencias, es que nosotros hemos dicho: ‘tenemos que ponernos las botas, tenemos que ser más estructurados’”, dijo Torres Barreto.

“Todo este proceso no se desarrolló sin expertos detrás de ello. Nosotros tenemos personas que han hecho el análisis de todos los datos científicos que hemos agarrado y los han codificado de una manera pedagógica que pueda hacer, entonces, posible el nosotros educar al ciudadano”, añadió.

Entre las tareas que los ciudadanos científicos certificados desempeñan, la directora ejecutiva mencionó el monitoreo de la calidad del agua en el estuario de la bahía de San Juan, la identificación de descargas sanitarias en cuerpos de agua, la reforestación de vegetación costera y la evaluación de corales y yerbas marinas.

Más allá del compromiso y la motivación, la Certificación de Ciudadanos Científicos no requiere nada de los participantes. Se ofrece gratuitamente, no exige conocimientos científicos previos y los talleres de capacitación son virtuales para facilitar la asistencia.

Desde 2020, cerca de 500 personas se han certificado y 4,850 han participado de los módulos educativos, de los cuales el 20% son estudiantes de escuela superior, detalló Torres Barreto, al indicar que el programa se extendió a estos alumnos en 2023.

“No tan solo el estudiante de escuela superior obtiene una oportunidad de mejorar su resumé, sino que también, entonces, vive cerca de las comunidades y se envuelve con nosotros”, resaltó.

“Esta experiencia, prácticamente en una semana, me abre puertas para ver en qué yo me puedo especializar en un futuro y me deja ver que tengo varios caminos en que especializarme”, comentó, por su parte, Kibsaim Márquez Montañez, estudiante de Biología Marina en la Universidad Interamericana de Puerto Rico y ciudadano científico.

A futuro, Torres Barreto planteó la necesidad de “hacer un esfuerzo mucho más amplio” de capacitación de ciudadanos científicos en la región de la cuenca hidrográfica del estuario de la bahía de San Juan, que comprende 97 millas cuadradas.

“Nuestro rol ha sido estructurarles esa gran oportunidad de una manera bien clara, que aprendan las destrezas bien; estructurarles cómo obtener esa certificación… cómo, eventualmente, trabajar con nosotros. Todos esos pasos, yo siento que es la responsabilidad del Estuario porque, de otra manera, es imposible que ellos se enfoquen en un plan tan ambicioso como es apoyar la resiliencia de áreas altamente vulnerables, como es la región metropolitana de San Juan”, puntualizó.