

9 de abril de 2025 - 10:58 AM
Tres derrames de petróleo en Puerto Rico, que tuvieron importantes repercusiones en la política ambiental y la reglamentación internacional, son los protagonistas del libro recién publicado por el reconocido geólogo Pedro A. Gelabert, quien tuvo un rol vital en la respuesta a estas emergencias.
Bajo el título “Derrames de petróleo por los buques cisterna Ocean Eagle y Zoe Colocotroni y su relación con las leyes ambientales”, Gelabert narra los pormenores de los litigios relacionados con estos siniestros, sostenido en la documentación de los casos judiciales y sus archivos personales. En el caso de Puerto Rico, por ejemplo, los eventos resumidos en el texto dieron paso a la creación de agencias, como la Junta de Calidad Ambiental.
“La experiencia inolvidable en los derrames de petróleo del Ocean Eagle y el Zoe Colocotroni penetraron profundamente en la conciencia de todas las personas que estuvimos involucradas, causándonos un cambio repentino, dramático e intenso en nuestros sentimientos por el bienestar de la naturaleza”, dijo Gelabert, por escrito.
El 3 de marzo de 1968, el Ocean Eagle chocó con el fondo del canal de entrada de la bahía de San Juan, partiéndose en dos y derramando 3.7 millones de galones que afectaron la costa norte de la isla. En el libro, se explica cómo los gobiernos de Puerto Rico y Estados Unidos se repartieron responsabilidades para enfrentar la situación.
Cinco años más tarde, el 18 de marzo de 1973, el Zoe Colocrotoni derramó intencionalmente 1.7 millones de galones de petróleo, al encallarse en un arrecife de la costa sur. El texto describe las operaciones de control y limpieza, así como pormenores del caso en las cortes federales en Puerto Rico y Boston. Este derrame estableció un precedente legal a nivel mundial, al imponer un pago por daños ecológicos.
“Aunque el pago estipulado no cubrió todos los daños ambientales incurridos, según presentados por los demandantes, fue una cantidad sustancial suficiente para poder establecer un precedente legal mundial que no tiene precio monetario”, agregó Gelabert, actual miembro de la Junta de Directores del Estuario de la Bahía de San Juan.
El tercer suceso plasmado en el libro es el de la barcaza Morris J. Berman, que se accidentó el 7 de enero de 1994 cuando se partió el cable del remolcador que la arrastraba cargada con búnker C. Con este derrame, se demostró que las leyes y reglamentos evolucionaron para imponer consecuencias penales y pagos por daños ambientales a los responsables.
“El pueblo de Puerto Rico tiene una inmensa deuda de gratitud con todos aquellos que participaron en la ardua tarea de restaurar el medioambiente natural de las costas, renovando el ecosistema, salvaguardando la calidad de la vida, asegurando el bienestar futuro y la salud humana de la sociedad”, continuó Gelabert, quien fue secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, director de la División del Caribe de la Agencia federal de Protección Ambiental y miembro del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El libro está disponible para la venta en la sede del Estuario y en Amazon. El prólogo fue escrito por el ecólogo e ingeniero Carl Soderberg, y la edición estuvo a cargo de Sandra I. Villerrael.
“Este libro aporta pinceladas personales, que confirman la mente prodigiosa y la vocación indiscutible de servidor público de don Pedro. Conozco de primera mano la fuerza de su convicción en favor de la valoración y protección de nuestros recursos naturales en armonía con el desarrollo económico”, expresó, por último, la directora ejecutiva del Estuario, Brenda Torres Barreto.
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