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Desde Barranquitas: multiplicarán semillas de plátano y cacao para fortalecer la agricultura boricua

La Universidad Interamericana recién inauguró el Centro de Seguridad Alimentaria y Agricultura Sustentable, que también fomenta prácticas climáticamente inteligentes

27 de octubre de 2024 - 8:00 AM

La técnica de micropropagación de semillas consiste en tomar el tejido de una planta y colocarlo en un medio de cultivo controlado en laboratorio. (Suministadas Gabriel López)

Barranquitas - Desde el recién inaugurado Centro de Seguridad Alimentaria y Agricultura Sustentable, la Universidad Interamericana de Puerto Rico, en este municipio, expandirá su proyecto de micropropagación de semillas de plátano y cacao, lo que multiplicará el suministro para los agricultores locales, quienes, a su vez, se familiarizarán con prácticas climáticamente inteligentes.

Con mayores espacios y equipos de laboratorio, el Centro potenciará los esfuerzos del proyecto AgroEvolución Puerto Rico, en el que estudiantes, junto a sus profesores, aprovechan la biotecnología para acelerar el cultivo de plantas, asegurar semillas en mejor estado y promover prácticas agrícolas que conserven el agua y el suelo.

La técnica de micropropagación de semillas –adoptada de países como Bélgica, India y Costa Rica– consiste en tomar el tejido de una planta y colocarlo en un medio de cultivo controlado en laboratorio. En el caso del cacao, el tejido se extrae de la flor, mientras que, en el plátano, se utiliza la semilla. Este proceso biotecnológico permite la germinación de cientos de plántulas a partir de un solo tejido, optimizando el proceso de producción. Además, acelera el tiempo de cosecha en aproximadamente dos meses, permitiendo a los agricultores tener más ciclos productivos al año.

Tras el paso del huracán María, en 2017, los agricultores locales perdieron cerca del 80% de sus cultivos de plátano. Las semillas cultivadas desde el pequeño y antiguo laboratorio del recinto barranquiteño apoyaron la restauración en la zona y, con el nuevo Centro, el suministro de semillas se extenderá a través del archipiélago.

“Aquí, hay uno, dos, tres, cuatro, cinco salas. Quiere decir que podemos aumentar fácilmente 10, 20, 30, 40 veces más de lo que producíamos allá (antigua instalación). Eso nos va a permitir suplir a más agricultores en Puerto Rico”, afirmó el rector del recinto, Juan A. Negrón Berríos, en entrevista con El Nuevo Día, desde los pasillos del Centro.

Juan A. Negrón Berríos, rector del recinto de Barranquitas de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.
Juan A. Negrón Berríos, rector del recinto de Barranquitas de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. (Suministadas Gabriel López)

Las salas de cultivo permitirán el crecimiento de 15,000 a 20,000 plantas, cultivadas en tubos de ensayo y biorreactores, que funcionan como incubadoras para microorganismos. Con los congeladores que alcanzan -20, -80 y -145 grados Celsius, las semillas se podrán conservar durante seis meses, 12 meses y varios años, respectivamente.

Además de la micropropagación de semillas, el Centro se dedicará a realizar pruebas químicas, físicas y moleculares de los suelos y el agua para identificar estrategias que aceleren los cultivos sanos de plátano, cacao, café, plantas medicinales y otros productos agrícolas. La preparación para que los agricultores reciban y conserven las semillas consistirá en un ciclo de talleres enfocados en agroecología, sustentabilidad y planes de negocios.

“Ahora mismo, este tipo de laboratorio, diríamos agrícola ambiental, no existe en Puerto Rico, este sería el primero. Y obviamente, además de todo eso, aquí le daremos servicios a los agricultores y van a trabajar estudiantes, tanto subgraduados como estudiantes graduados”, aseveró Negrón Berríos.

Tras la seguridad alimentaria

Según el rector, el propósito del Centro es combatir la inseguridad alimentaria en Puerto Rico, a través del abastecimiento a las fincas locales con semillas locales cultivadas desde el laboratorio sin modificación genética.

“Siendo Puerto Rico un país que tiene que esperar a que esos productos vengan de afuera y a través del acarreador más costoso, que es la Marina (Mercante) de Estados Unidos, no hay duda de que estamos haciendo la tormenta perfecta para que, desde el punto de vista de salud, perjudiquemos al pueblo”, ejemplificó.

Negrón Berríos destacó que este laboratorio agrícola ambiental es el primero en Puerto Rico.
Negrón Berríos destacó que este laboratorio agrícola ambiental es el primero en Puerto Rico. (Suministadas Gabriel López)

Más del 85% de los productos agrícolas que se consumen en Puerto Rico provienen del extranjero. Aunque el archipiélago es rico en terreno fértil para la agricultura, la dependencia de productos importados amenaza la seguridad alimentaria de los habitantes, que puede agravarse con la llegada de desastres naturales.

El aumento del costo de importación de productos agrícolas se refleja en el precio de venta para los consumidores, lo que puede provocar que algunos alimentos sean inaccesibles para personas con escasos recursos económicos. Por eso, el Centro busca impulsar los cultivos de productos agrícolas locales para fortalecer la economía y fomentar una alimentación más nutritiva en los hogares boricuas.

“Climáticamente inteligente”

Con la utilización de alta tecnología para buscar la precisión en la agricultura y la conservación del medioambiente, el Centro también aspira a que el futuro de la industria agrícola en Puerto Rico sea “climáticamente inteligente”, definió Negrón Berríos.

Algunas prácticas agrícolas tradicionales –como el uso excesivo de plaguicidas, la descarga inadecuada de desechos de cultivos y estiércol, y la deforestación– provocan la degradación del suelo, la contaminación de cuerpos de agua y la pérdida de biodiversidad. Estas acciones contribuyen al cambio climático al liberar carbono almacenado y afectar la salud de los ecosistemas.

Este enfoque de agricultura climáticamente inteligente no solo busca aumentar la productividad, sino también reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la resiliencia de los cultivos ante eventos extremos –como sequías o inundaciones–, que están en aumento debido al cambio climático.

Desde AgroEvolución Puerto Rico, urgen a los agricultores que se benefician de la micropropagación de semillas a que adopten prácticas sostenibles que conserven el suelo y las aguas. Entre estas prácticas, están la identificación de zonas específicas del terreno donde sea realmente necesario aplicar plaguicidas y abonos, y el incremento en el uso de composta natural, reduciendo así el impacto ambiental.

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