

22 de abril de 2025 - 11:00 AM
Con la fuerza de más de 19,000 voluntarios y la red de colaboración que ha desarrollado, la Fundación Alma de Bahía ha logrado remover más de 53,000 libras de residuos sólidos en cuerpos de agua entre San Juan, Loíza y Río Grande desde 2008.
“Son 17 años sin parar, ni la pandemia de COVID-19, ni el huracán María, ni nada detuvo que pudiésemos hacer ese trabajo”, destacó la directora ejecutiva de la Fundación, Marcela Cañón Escobar.
En entrevista con El Nuevo Día, atribuyó el éxito a las personas voluntarias que apoyan los cuatro programas que maneja la entidad: conservación de recursos naturales y vida silvestre, educación ambiental, trabajo comunitario y rescate de animales.
“Los voluntarios son el motor y el corazón de las organizaciones sin fines de lucro típicamente”, estableció Cañón Escobar, y añadió que, sin voluntarios, hubiese sido imposible lograr el trabajo que gestan.
Voluntarios aportan desde trabajos administrativos hasta albergue a los animales domesticados que rescatan bajo el programa Sato and Gato Rescue, responsable de haberle conseguido hogar a 800 perros y 500 gatos.
Mencionó, también, que la red de colaboración entre organizaciones sin fines de lucro, empresas privadas, la academia y el gobierno es fundamental para alcanzar el desarrollo sostenible del país, a través de una visión que considere aspectos ambientales y sociales a largo plazo.
“Entre las organizaciones, somos voluntarios”, dijo, para destacar la colaboración directa con la organización Scuba Dogs Society, que le presta equipo y comparte esfuerzos de trabajo.
La directora ejecutiva aseguró que los trabajos de la Fundación relacionados con la limpieza de playas y de los ríos Espíritu Santo, en Río Grande, y Herrera, en Loíza, han beneficiado los hábitats de la biodiversidad puertorriqueña y aportaron a la creación de la “Ley para Prohibir el Expendio y Utilización de Plásticos de un Solo Uso”, a través de la identificación detallada del material contaminante que recogen, que demostró una presencia significativa en cuerpos de agua.
Tan reciente como el domingo, 6 de abril, la Fundación removió 2,500 libras de basura y escombros en la playa del río Herrera, en la colindancia de Loíza y Río Grande, cifra que no contabiliza muchas más libras de madera que también fueron sacadas.
Otras áreas que la entidad trabaja son la playa frente al hotel La Concha, en Condado; Punta Las Marías, en Santurce; playa del Espíritu Santo, en Río Grande; y la playa frente a Bahía Beach Resort, también en Río Grande.
La Fundación Alma de Bahía surge, precisamente, de una colaboración con Bahía Beach Resort, en la que aprendieron sobre la importancia de la educación ambiental, tanto con la población local como turista.
“La colaboración con la empresa privada, pienso que es fundamental, trabajar en la conexión de lo público-privado y hacer país conjuntamente… aportar para el mejoramiento no solo ambiental, sino sostenible”, acotó.
Manifestó que, con el apoyo del sector público, la inversión del privado y la visión de la comunidad organizada no gubernamental, Puerto Rico tiene la capacidad de crear una economía diferente cónsona con el ambiente.
Las noticias explicadas de forma sencilla y directa para entender lo más importante del día.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: