Washington D.C.- - Con mensajes que van desde críticas directas a las expresiones del comediante Tony Hinchcliffe hasta condenas sobre como ellas reflejan las posturas del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, políticos puertorriqueños han dejado claras sus posturas desde el domingo en contra de describir a Puerto Rico como “basura flotante”.

El gobernador Pedro Pierluisi afirmó que “basura es lo que salió de la boca de Tony Hinchcliffe, y todos los que lo aplaudieron deberían sentirse avergonzados por faltarle el respeto a Puerto Rico”.

“Comentarios como esos dejan al descubierto los prejuicios y el racismo que lamentablemente aún existen en nuestra nación, y nos recuerdan la importancia de escoger líderes que rechacen y luchen contra ese tipo de intolerancia”, sostuvo el gobernador, quien reafirmó su respaldo a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata a la Casa Blanca.

“No sé si lo saben, pero literalmente hay una isla flotante de basura en el medio del océano en este momento. Creo que se llama Puerto Rico”, indicó Hinchcliffe en un evento de campaña de Trump el domingo en el Madison Square Garden de Nueva York. Su comentario pareció levantar reacciones mixtas entre asistentes al mítin del expresidente Trump.

Por su parte, la comisionada residente en Washington y candidata del Partido Nuevo Progresista (PNP) a la gobernación, Jenniffer González, quien es la principal funcionaria electa republicana en Puerto Rico y pasada presidente del Grand Old Party (GOP) en la isla, calificó las expresiones como “despreciables”.

“Las expresiones del comediante Tony Hinchcliffe son despreciables, desacertadas y asqueantes. Lo que ha dicho no es cómico, de la misma manera que fueron rechazadas por el público asistente, se merece el enérgico repudio de todos”, sostuvo.

Juan Dalmau, candidato a gobernador por la Alianza de País y secretario general del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), señaló que “no es el mal llamado comediante el problema, el problema es Donald Trump... el mismo que Jenniffer González apoya incondicionalmente. Salvo ahora que, por votos, lo niegue como hizo con Ricardo Rosselló y la actual administración PNP”.

Por su parte, el candidato del PNP a comisionado residente en Washington, senador William Villafañe, quien es republicano pero respalda a Kamala Harris, sostuvo que las “declaraciones despectivas” de Hinchcliffe “no solo son producto de la imbecilidad, sino también ofensivas para cada puertorriqueño”.

“Ahora más que nunca necesitamos un comisionado residente que no titubee en decirles que este pueblo se respeta”, dijo, por su parte, el candidato del PPD a comisionado residente en Washinton, Pablo José Hernández.

El senador del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Rafael Bernabe, sostuvo que, siendo el racismo y la xenofobia “piezas centrales de la política de Trump, no se puede apoyar a Trump y decir que se rechaza el racismo”.

El presidente del Partido Demócrata de Estados Unidos en Puerto Rico, Luis Dávila Pernas, dijo que, mientras “Kamala Harris visita boricuas en Filadelfia y nos comparte cómo ayudará al desarrollo económico en Puerto Rico, la campaña de Trump nos tira [y tilda] de basura”.

Mientras el comediante hablaba en el Madison Square Garden, la vicepresidenta Kamala Harris – candidata demócrata a la Casa Blanca-, hacía campaña en el barrio boricua de Filadelfia, donde habló de su plan para Puerto Rico, que incluye crear el Grupo de Trabajo sobre la Economía de Oportunidades para Puerto Rico.

Harris visitó el restaurante Fredd & Tony’s, en el norte de Filadelfia, donde se encontró con miembros de la comunidad puertorriqueña, junto a la concejal municipal boricua, Quetcy Lozada.

“Hay demasiado en juego para los votantes puertorriqueños y Puerto Rico. Esta elección no es solo una elección entre Donald Trump y yo. Es una elección entre dos visiones diferentes”, dijo Harris, al recordar el desdén del expresidente hacia la isla, sus expresiones en favor de utilizar el Ejército para ir en contra de los opositores políticos, los que describe como enemigos, y querer ser “dictador por un día”.