Washington D. C. - En momentos en que le impuso nuevos aranceles, el presidente Donald Trump no cesa de exhortar a Canadá a solicitar ser el estado 51 de Estados Unidos.

“Lo único que tiene sentido es que Canadá se convierta en nuestro querido quincuagésimo primer estado. Esto haría que todos los aranceles y todo lo demás desaparecieran por completo. Los impuestos de los canadienses se reducirían de manera muy sustancial, estarían más seguros, militarmente y en otros aspectos, que nunca antes, ya no habría un problema en la frontera norte y la nación más grande y poderosa del mundo sería más grande, mejor y más fuerte que nunca. Y Canadá sería una gran parte de eso”, escribió Trump el martes en su red social.

Luego, insistió en la idea durante una presentación en la que su asesor especial, el multimillonario Elon Musk, le mostró varios modelos de los automóviles de su empresa Tesla, cuyas acciones han ido a la baja coincidiendo con las acciones que toman para despedir empleados y recortar programas federales.

Trump – quien poco después de las elecciones comenzó a hablar de admitir a Canadá como estado 51-, ha buscado, además, cuestionar la validez del tratado fronterizo entre las dos naciones.

“La línea artificial de separación trazada hace muchos años finalmente desaparecerá y tendremos la nación más segura y hermosa del mundo. ¡Y su brillante himno, “Oh Canadá”, seguirá sonando, pero ahora representando a un GRAN y PODEROSO ESTADO dentro de la nación más grande que el mundo haya visto jamás!”, añadió el presidente estadounidense.

Canadá escogió el pasado fin de semana su nuevo primer ministro, Mark Carney, quien como Justin Trudeau ha defendido la soberanía de su país y, como su población, rechazado la idea de integrarse a Estados Unidos.

El presidente Trump, en ese mismo mensaje, anunció que Estados Unidos duplicaría los aranceles a Canadá en respuesta a incrementos de precios que el gobierno provincial de Ontario impuso sobre la electricidad que vende en este país.

“He instruido a mi Secretario de Comercio para que añada un ARANCEL ADICIONAL del 25%, llevándolo al 50%, sobre todo el ACERO y ALUMINIO QUE ENTRA EN ESTADOS UNIDOS DESDE CANADÁ, UNA DE LAS NACIONES CON LOS ARANCELES MÁS ALTOS EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO”, publicó Trump.

En su segunda presidencia, Trump ha promovido un nuevo imperialismo estadounidense que, además, busca adquirir Groenlandia, apropiarse de un sector de la Franja de Gaza y quitarle el control del Canal de Panamá a los panameños.

No ha hecho alusión en esta nueva presidencia a su oposición a la estadidad para Puerto Rico, la cual el gobierno del Partido Nuevo Progresista (PNP), liderado por la gobernadora Jenniffer González, vino a reclamar la semana pasada. González ha dicho que no le importa qué número haga Puerto Rico como estado, después de que la admisión se logre.

Aunque luego dijo que la referencia a la nación canadiense era una broma, la gobernadora González sostuvo, durante la cumbre proestadidad que llevó a cabo en el Congreso los días 3 y 4 de marzo, que no tiene objeción a que Canadá sea el estado 51, “pero el pueblo de Puerto Rico está listo, deseoso” y “está pidiendo” dar ese paso. Si hay “una decisión de expandir el imperio, nosotros estamos listos”, agregó.

“No pedimos esta pelea, pero los canadienses siempre están listos cuando alguien más se rinde, así que los estadounidenses no deben equivocarse: en el comercio, como en el hockey, Canadá ganará“, dijo, por su parte, el primer ministro Carney, tras ser electo el domingo.

El primer ministro canadiense subrayó que “Canadá nunca, nunca será parte de Estados Unidos de ninguna manera”.