Washington D.C. - En momentos en que busca expandir su poder sobre el gobierno de Estados Unidos, el presidente Donald Trump se ha proclamado como “rey” y la Casa Blanca, en las redes sociales, lo ha coronado.

Al aludir a su decisión de buscar cancelar, por orden ejecutiva, la tarifa por congestión de tránsito en Nueva York, Trump sostuvo que esa iniciativa “ha muerto”.

“Manhattan y todo Nueva York están salvados. ¡VIVA EL REY!”, publicó Trump en su red Truth Social.

Poco después, la Casa Blanca diseminó un mensaje en la red social X con una ilustración como si fuera una portada de la revista Time, en la que presenta a Trump con una corona y, en el fondo, varios edificios de Nueva York, incluido el Empire State. “Larga vida al Rey”, indicó la Casa Blanca.

Los mensajes tienen lugar en momentos en que el presidente Trump quien ya cumplió un mes en su segunda administración presidencial-, busca alcanzar un poder sin precedentes desde la rama ejecutiva de Estados Unidos, mientras sus decisiones son revisadas por la judicatura y la mayoría republicana del Congreso le aplaude o no hace nada para cuestionarle.

Según una encuesta del periódico Washington Post e Ipsos, el 57% de los estadounidenses considera que Trump excede su autoridad. Mientras, un 43% respalda sus acciones del primer mes, en comparación con un 48% que las rechaza.

Sus decisiones más recientes incluyen una orden ejecutiva que busca quitarle autonomía a oficinas que han funcionado con independencia, como la Oficina de Protección al Consumidor (CFBP, en inglés), la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, en inglés), la Comisión Federal de Elecciones (FEC, en inglés), la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, en inglés) y la Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés).

“Como todo el poder ejecutivo está en manos del Presidente, todas las agencias deben: (1) presentar proyectos de reglamentos para que los revise la Casa Blanca, sin excepción para las llamadas agencias independientes, excepto para las funciones de política monetaria de la Reserva Federal; y (2) consultar con la Casa Blanca sobre sus prioridades y planes estratégicos, y la Casa Blanca establecerá sus estándares de desempeño”, indicó la Casa Blanca.

Previamente, Trump ha buscado cancelar asignaciones hechas por el Congreso bajo el argumento de que chocan con su política pública, como, por ejemplo, iniciativas para educar sobre el racismo; diversidad, equidad e inclusión; e identidad sexual.

Además, intenta desmantelar la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID, en inglés) y la CFBP, y ha despedido a miles de empleados, incluidos los que estaban en probatoria, pero también funcionarios a cargo de investigaciones médicas en los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés), controladores aéreos de la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés), personal de la Administración de Seguridad Nuclear y del Departamento de Agricultura, a cargo de responder a la gripe aviar.

Muchas de las decisiones de Trump han sido impugnadas y frenadas en tribunales federales. No obstante, la mayoría republicana del Congreso ha dado espacio a Trump para su esfuerzo por expandir su poder y reducir la nómina gubernamental.

A nivel internacional, Trump genera más preocupación con la falsa alegación de que Ucrania comenzó la guerra con Rusia y su afirmación de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, es un dictador por no convocar ahora a elecciones.

Trump también ha asumido una nueva política expansionista, con su interés en convertir a Canadá en el estado 51 de Estados Unidos, anexar Groenlandia, quitarle a Panamá su canal y asumir posesión de Gaza.