Washington D.C. - Donald Trump inicia el lunes lo que hace cuatro años se veía como una meta muy improbable: un segundo término como presidente de Estados Unidos, el cual quiere empezar con una deportación masiva de personas indocumentadas, recortes en el gasto federal y la extensión de los recortes contributivos de 2017 que vencen al terminar el año.

Cuando salió de la Casa Blanca, hace cuatro años, su imagen política estaba en el peor momento, imputado por la Cámara de Representantes de haber incitado a la insurrección del 6 de enero de 2021 en contra del Congreso para tratar de revertir el resultado de las elecciones de 2020.

Ahora, regresa a la Casa Blanca – tras haber ganado el colegio electoral 312 a 226 -, con ligeras mayorías en ambas cámaras legislativas y como líder indiscutible de su Partido Republicano.

“Estamos listos para actuar, nos hemos preparado para este momento…Va a ser una agenda muy agresiva en los primeros 100 días”, dijo el speaker Mike Johnson, quien, con la salida de congresistas hacia la administración Trump, tendrá en los primeros meses la mayoría más pequeña en la Cámara de Representantes (217-215, con tres vacantes) en alrededor de un siglo.

Trump ha insistido que en las primeras horas de su presidencia suscribirá una serie de órdenes ejecutivas dirigidas a endurecer el control de la frontera, iniciar una “masiva deportación” de indocumentados, establecer su política energética y mantener en operaciones la plataforma social TikTok, entre otros asuntos.

En su mítin de victoria en el Capitol One Arena, la noche del domingo a horas de su investidura, asesores de Trump dijeron que suscribirá más de 100 órdenes ejecutivas y cambiará la clasificación de documentos secretos. Incluso se propone divulgar los documentos que aún sean confidenciales sobre los asesinatos del presidente John F. Kennedy; su hermano, el entonces senador y exsecretario de Justicia Robert F.Kennedy; y el histórico líder de los derechos civiles Martin Luther King.

“Pronto vamos a empezar la más grande deportación”, dijo Trump en el mítin de victoria que celebró en el Capitol One Arena la noche antes de su toma de posesión, antes de llamar a la tarima al multimillonario Elon Musk, quien lidera su comité - DOGE-, para estudiar recortes en el gobierno, incluidas oficinas federales.

En su mensaje, Trump dijo que además está confiado en que sus seguidores van a estar complacidos con su decisión de perdonar a convictos por el ataque del 6 de enero de 2021 contra el Congreso.

La gran tarea legislativa de los primeros 100 días será un proyecto de reconciliación fiscal – que puede aprobarse por mayoría en el Senado, eludiendo el filibusterismo que requiere 60 votos para llevar una medida a votación final-, que incluya fondos para endurecer el control de la frontera, revisar los recortes tributarios de 2017 y elevar el techo de la deuda pública, entre otros asuntos.

Aunque ahora revisan el plan después de haberse filtrado, la intención del equipo de Trump ha sido iniciar tan pronto como el martes, en la ciudad de Chicago (Illinois) – que ha sido objetivo por años de las críticas del presidente electo, entre otras cosas debido a una alta tasa de asesinatos-, el proceso de deportación contra indocumentados con récord criminal.

“En el discurso (inaugural) del presidente Trump se escuchará un tono esperanzador y un discurso unificador. Y creo que eso es muy importante para el país”, dijo Johnson el domingo, en entrevista con la cadena NBC (Meet the Press).

Por su parte, el líder de la minoría demócrata cameral, Hakeem Jeffries (Nueva York), afirmó que el “sistema de inmigración no funciona y sin duda tenemos que arreglarlo y arreglarlo de una manera integral y bipartidista”, lo que “debería empezar por asegurar la seguridad de la frontera”.

“Los demócratas de la Cámara de Representantes han dejado en claro que estamos listos, dispuestos y capacitados para trabajar con la administración entrante para lograrlo de manera bipartidista. Con respecto a los inmigrantes indocumentados, lo que Estados Unidos necesita es que la administración entrante se centre en los delincuentes violentos, no en la separación de familias”, sostuvo Jeffries.

El congresista demócrata ha sido consecuente en acentuar que los republicanos- que reciben una economía fuerte, que cerró en diciembre con una tasa de desocupación de solo 4.1%, muy distinta a la que dejó Trump en medio de la pandemia del COVID-19 -, todavía no dicen cómo combatirán la inflación, que junto al tema de inmigración se considera clave en la victoria de Trump.

“Lo que tenemos que hacer es reducir el alto costo de vida y construir una economía asequible para los contribuyentes estadounidenses que trabajan duro. No hemos visto ninguna idea, ningún plan, ningún proyecto de ley presentado por nuestros colegas republicanos en la Cámara para lograrlo. Estamos esperando ansiosamente algo que demuestre que se toman en serio ese esfuerzo”, indicó Jeffries.

En el Senado, la mayoría republicana prevé comenzar la administración de Trump con la confirmación inmediata al menos un alto miembro del gabinete, Marco Rubio, quien deja su escaño en el Senado, como secretario de Estado. La designación de Rubio - quien sería el primer latino jefe de la diplomacia estadounidense-, sería una de tres que irán a votación en comité en la misma tarde del lunes.

El lunes, la Cámara de Representantes estará en receso, pero el Senado sesionará después de la toma de posesión para aprobar el proyecto de ley “Laken Riley” que exigiría la detención de inmigrantes indocumentados acusados ​​de robo o allanamiento.

En su último mensaje en el horario estelar de las cadenas de televisión, el saliente presidente Joe Biden, en momentos en que Trump ha nombrado a varios multimillonarios a su gabinete, advirtió que Estados Uindos se convierte en una “oligarquía” de multimillonarios del complejo industrial tecnológico.

Trump ha invitado a su juramentación a varios multimillonarios de la industria tecnológica: el propietario de la red social X y Space X, Elon Musk; el dueño de Meta (Facebook e Instagram), Marck Zuckerberg; el fundador de Amazon y dueño del periódico The Washington Post, Jeff Bezos; y los principales ejecutivos de Microsoft, Sundar Pichai; y TikTok, Shou Zi Chew.

“Como dice el dicho: ‘Si no estás en la mesa, estás en el menú’. Por lo tanto, no es sorprendente, al observar el gabinete de millonarios y multimillonarios de Donald Trump, que la clase media estadounidense esté en el menú”, indicó el líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer (Nueva York).

Trump asume la presidencia al mediodía del lunes –hora del este de Estados Unidos, 1:00 p.m. en Puerto Rico- en la rotonda del Capitolio federal, en Washington D.C., tras mudar los eventos que estaban previstos desde el oeste del legislativo hacia el parque central de la capital estadounidense, a causa de las bajas temperaturas.

Después de la nevada del domingo, la zona de Washington D.C. amanecería el lunes con temperaturas que pueden sentirse como de un solo dígito.

Trump –de 78 años y quien se convierte en el presidente estadounidense más viejo de la historia, cinco meses más que los tenía el presidente Biden al asumir el cargo en 2021-, iniciará el día con una misa en la iglesia St. Johns, al lado de la Casa Blanca. Luego, irá a tomar té con el saliente presidente y su esposa, junto a la entrante primera dama Melania Trump, antes de viajar juntos hacia el Capitolio.

Su juramentación tendría lugar, como ordena la Constitución, al mediodía. El vicepresidente electo, el ahora exsenador republicano JD Vance, también jura el lunes.

En vez de un desfile por la avenida Pensilvania, el cual quedó también cancelado, Trump irá al coliseo Capital One de la capital a encontrarse con seguidores, antes de llegar a la Casa Blanca y luego asistir a bailes de inauguración. El sábado en la noche hubo una fiesta con fuegos artificiales en su campo de golf en Virginia.

En la mañana del domingo fue a rendir homenaje a los caídos en las guerras en la tumba del Soldado Desconocido en el cementerio nacional de Arlington, Virginia, antes de ir al Capitol One para una fiesta que tuvo el propósito de celebrar su victoria electoral del pasado 5 de noviembre.

Trump regresa a la Casa Blanca luego de haber presidido el gobierno de Estados Unidos entre enero de 2017 y 2021.

Salió del puesto dos semanas después de un acto de insurrección contra el Congreso de parte de turbas de seguidores que interrumpieron por varias horas el conteo de votos del colegio electoral, debido a su falsa alegación de que la elección del presidente Biden había sido fraudulenta.

La Cámara de Representantes le presentó cargos, antes de dejar el puesto, por incitar a la insurrección, juicio político del cual salió absuelto en el Senado.

De todos modos, queda marcado como el primer presidente en haber sido hallado delincuente por hacer registros comerciales falsos, relacionados al pago de $130,000 para silenciar a la actriz de películas para adultos Stormy Daniels, quien ha mantenido que tuvo relaciones sexuales con Trump en momentos en que ya estaba casado con su actual esposa, Melania.

Trump venció en noviembre de forma decisiva a la vicepresidenta Kamala Harris, quien fue la candidata demócrata a la Casa Blanca después de que el liderato de su partido convenció al presidente Biden, a solo un centenar de días de la elección, de que iba camino a una aplastante derrota.

En la campaña, Trump sobrevivió un intento de asesinato en julio pasado en Butler, Pensilvania. Dos meses después, las autoridades frenaron otro potencial atentado en ciernes en su campo de Golf en Mar-a-Lago.

Ambos sucesos transformaron la campaña y avivaron a la militancia de su movimiento MAGA (Hacer a Estados Unidos Grande Otra Vez).

Su victoria provocó que el fiscal especial Jack Smith, a base de una decisión de julio pasado del Tribunal Supremo estadounidense que determinó que un presidente tiene una abarcadora inmunidad por acto oficiales, le retirara los cargos por llevarse documentos secretos del gobierno y buscar revertir los resultados de las elecciones de 2020, incitando al ataque contra el Congreso.

En el aire ha quedado, por lo menos hasta su salida de la Casa Blanca, otros cargos criminales estatales en Georgia relacionados a su esfuerzo por revertir los resultados electorales de 2020 en ese estado.