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Kamala Harris revela su agenda para Puerto Rico: estas son sus propuestas para fortalecer la economía, reconstruir la red eléctrica y otorgar beneficios en la isla

La candidata demócrata a la presidencia adelantó a El Nuevo Día su plan de trabajo, que solo hace una mención genérica en favor de la libre determinación

27 de octubre de 2024 - 1:21 PM

Kamala Harris divulgó su plan para Puerto Rico a nueve días de la jornada final de las elecciones presidenciales. (Xavier Araújo)

Washington D.C.- - La vicepresidenta Kamala Harris, como candidata demócrata a la Casa Blanca, propuso este domingo crear un grupo de trabajo interagencial dedicado exclusivamente a fortalecer la economía de Puerto Rico y crear nuevas oportunidades, tarea en la que incluye acelerar la lenta modernización de la red eléctrica.

Como parte de eventos de campaña en Filadelfia, en Pensilvania –un estado que es considerado el principal botín de estas elecciones presidenciales, está muy dividido y donde los boricuas son cerca de la mitad del electorado hispano-, Harris dio a conocer un plan de acción para Puerto Rico e indicó que el grupo de trabajo “se enfocará en reconstruir y revitalizar la fortaleza económica de Puerto Rico, restaurar y modernizar la red energética, invertir en las industrias del futuro, impulsar el crecimiento de los pequeños negocios, fortalecer el sistema de servicios de salud y elevar a los puertorriqueños”.

También afirmó que quiere hacer una evaluación general del sistema de salud de la isla.

Aunque no mencionó ninguno por su nombre, el plan de Harris para el archipiélago puertorriqueño incluye un respaldo a la idea de que Puerto Rico tenga paridad con los estados en el acceso a programas federales dirigidos a los que menos tienen y a los adultos mayores.

“La vicepresidenta Harris presionará al Congreso para que busque la paridad y la igualdad de acceso a programas federales clave que apoyan el cuidado de salud, la nutrición y otras necesidades críticas para las familias de bajos ingresos, las personas mayores y las personas con discapacidades”, indica el plan, adelantado en exclusiva a El Nuevo Día.

La agenda de Harris hace una ligera mención en favor de la libre determinación de Puerto Rico, y no dice nada sobre los reclamos para que se acelere la salida de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) – que puede estar en funciones todo el cuatrienio-, o se derogue la Ley Promesa que creó el ente financiero que controla los asuntos fiscales del gobierno electo de la isla.

De acuerdo a la campaña de Harris -quien estuvo en San Juan y Canóvanas en marzo en su rol de vicepresidenta para inspeccionar los trabajos de reconstrucción y recaudar fondos-, su intención es que el Grupo de Trabajo sobre la Economía de Oportunidades para Puerto Rico sea independiente al que ahora existe por oden ejecutiva.

“Hay demasiado en juego para los votantes puertorriqueños y Puerto Rico. Esta elección no es solo una elección entre Donald Trump y yo. Es una elección entre dos visiones diferentes”, dijo, al recordar el desdén del expresidente hacia la isla, sus expresiones en favor de utilizar el Ejército para ir en contra de los opositores políticos, los que describe como enemigos, y querer ser “dictador por un día”.

Harris, quien visitó el restaurante puertorriqueño Freddy & Tony’s en el barrio boricua de Filadelfia junto a la concejal municipal puertorriqueña Quetcy Lozada, sostuvo que “Puerto Rico es el hogar de algunas de las personas más talentosas, innovadoras y ambiciosas de nuestra nación. Y los puertorriqueños merecen una presidenta que vea e invierta en esa fuerza”.

Poco menos de 500,000 boricuas residen en Pensilvania. Unos 140,000 de ellos en Filadelfia. En total, alrededor de 312,000 boricuas tienen derecho al voto en el estado. “El camino a la victoria pasa por Filadelfia y por Pensilvania. Pasa por todos ustedes”, dijo Harris en el barrio puertorriqueño.

Mientras Harris hacía campaña en el barrio boricua, el comediante Tony Hinchcliffe, quien participó en el evento de campaña de Donald Trump en el Madison Square Garden de Nueva York, describió a Puerto Rico como una “basura flotante”.

Los asuntos de Puerto Rico han estado manejados desde la Casa Blanca por medio de un grupo interagencial que a principios de este siglo estuvo centrado en el tema del futuro político de Puerto Rico y que suele estar liderado por la persona a cargo de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales.

En octubre de 2009, el presidente Barack Obama enmendó la orden ejecutiva de Bill Clinton que creó el grupo de trabajo interagencial sobre el estatus de Puerto Rico para encomendarle la misión de recomendar medidas de política públicapara promover la generación de empleo, educación, cuidado de salud, energía limpia y desarrollo económico en la Isla”.

Cuando el presidente Joe Biden reactivó el grupo de trabajo sobre Puerto Rico, en junio de 2021, la Casa Blanca informó que la tarea inmediata era respaldar la reconstrucción, la batalla de entonces contra la pandemia del COVID-19 y estudiar iniciativas que fomenten el desarrollo económico a largo plazo.

“El presidente Clinton creó el Grupo Interagencial sobre Puerto Rico en 1994 para trabajar en todos los asuntos relacionados con el territorio. Posteriormente creó el Grupo de Trabajo sobre el Estatus de Puerto Rico. El presidente George W. Bush continuó con el Grupo de Trabajo sobre el Estatus, pero no con el Grupo Interagencial más amplio. El presidente Obama amplió el Grupo de Trabajo para que abarcara todos los asuntos, utilizando esencialmente ese vehículo para restablecer lo que había hecho el presidente Clinton”, explicó Jeffrey Farrow, quien fue copresidente de ese comité en el gobierno de Clinton.

Las propuestas de la vicepresidenta Harris – según los datos suministrados por su comité electoral-, prevén que el grupo de trabajo se centre también en fortalecer el sector privado, “desde el apoyo a los nuevos negocios hasta el aumento de la capacidad de las empresas más grandes y el desarrollo de industrias como la biociencia, la aeroespacial, la electrónica, la fabricación, la energía limpia, la construcción y otras industrias”.

Para la congresista demócrata puertorriqueña Nydia Velázquez (Nueva York), “la elección para nuestra comunidad en esta elección no podría ser más clara: Kamala Harris siempre pondrá nuestro éxito y bienestar en primer lugar, mientras que Donald Trump se enorgullece de postularse para recortar los impuestos a las corporaciones, aumentar los costos de la atención médica y los alimentos, y demonizar a nuestra comunidad en cada oportunidad que tiene”.

Un sistema eléctrico con menos burocracia

Con respecto a la red enérgetica, la vicepresidenta Harris anunció que impulsará la construcción de “una red energética resiliente reduciendo la burocracia”, agilizando el proceso de otorgamiento de permisos, creando “un crédito fiscal para reducir los costos de poner líneas eléctricas subterráneas” y desplegando microrredes localizadas.

Su agenda se compromete, a su vez, con la agenda del gobierno de Puerto Rico y la administración del presidente Biden –por medio del Departamento de Energía estadounidense–, en favor de tener para 2050 un sistema eléctrico que pueda estar basado en un 100% en fuentes de energía renovable.

En ese renglón, el plan de Harris respalda que Puerto Rico tenga pleno acceso a los créditos fiscales de energía limpia que se legislen en Estados Unidos, después de haberse quedado fuera de los que otorga la ley Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés).

“La vicepresidenta Harris trabajará con el Congreso para proveer a los puertorriqueños acceso igual a hasta $10,000 en beneficios contributivos de la ley IRA para cualquier familia que desee cambiar a electrodomésticos de energía limpia, instalar paneles solares o comprar un vehículo eléctrico, ahorrando a los hogares un promedio de $2,800 en sus facturas de electricidad cada año”, indica el plan.

Además, buscará “quintuplicar la escala del Fondo de Resiliencia Energética de Puerto Rico, para avanzar en proyectos que mejoren la resiliencia de la red eléctrica de Puerto Rico y apoyen a los hogares de ingresos bajos y moderados”.

Evaluará el sistema de salud

Harris prevé ordenar al Departamento de Salud de Estados Unidos una evaluación del sistema de servicios de salud en Puerto Rico, con el propósito de fortalecerlo.

Su plan también incluye la vinculación de Puerto Rico con iniciativas que ha hecho durante su campaña presidencial, como ofrecer hasta $25,000 en asistencia para compradores de su primera vivienda, con la meta de construir 3 millones de nuevas casas que tengan precios asequibles en Estados Unidos y sus territorios.

También mencionó su promesa de ampliar el crédito tributario por niños dependientes hasta $6,000 para padres de recién nacidos y hasta $3,600 en los demás casos, y de otorgar préstamos de hasta $20,000 -totalmente condonables- para empresarios.

Con respecto a la economía en general, el plan de Harris indica que Puerto Rico tendría pleno acceso a los beneficios que se otorguen por medio de su agenda para echar a Estados Unidos hacia delante en la inversión y creación de empleos en industrias estratégicas clave, y promoverá que se financie la expansión “de 1,000 alianzas entre escuelas preparatorias en todo el país con empleadores, sindicatos e instituciones de educación superior, para dar a los estudiantes… un camino más rápido y claro hacia una carrera gratificante”.

La agenda de Harris incluye la promesa de invertir en los artistas y creadores puertorriqueños, por medio de lo que describe como “una importante iniciativa de arte y cultura en Puerto Rico, en colaboración con la Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos”.

Harris también cree necesario mejorar la enseñanza del inglés en Puerto Rico, donde según el Censo federal solo cerca de un 20% de los puertorriqueños domina ese idioma.

El plan de la vicepresidenta Harris para Puerto Rico incluye ampliar “la educación bilingüe y la alfabetización”. Esa parte no estaba en la agenda que se adelantó a El Nuevo Día, pero está en el plan publicado en internet.

“La vicepresidenta Harris sabe que el bilingüismo es una tremenda ventaja competitiva. Es por eso que se asegurará de que los puertorriqueños puedan aprovechar estas ventajas invirtiendo en educación bilingüe de alta calidad y programas de adquisición del idioma inglés, al mismo tiempo que apoya programas de alfabetización desde la educación de la primera infancia hasta la edad adulta, lo que también mejorará la fortaleza de Puerto Rico en servicios profesionales y empresariales”, indica el plan.

Contraste con Trump

Harris considera que su agenda marca un contraste con el expresidente Donald Trump, republicano a quien le atribuye haber demostrado “desde hace tiempo que no le importan los habitantes de Puerto Rico ni la isla”, tras bloquear asistencia de emergencia después de los huracanes de 2017, burlarse de Puerto Rico llamándole “sucio” y “pobre”, y sugerir vender a Puerto Rico o intercambiarlo por Groenlandia.

Esas expresiones fueron atribuidas a Trump en el 2020 por un exjefe de Gabinete del Departamento de Seguridad Interna (Homeland Security).

“Mientras la vicepresidenta Harris respeta el derecho de Puerto Rico a la autodeterminación, Trump menosprecia el derecho de Puerto Rico a determinar su propio futuro político”, indica el plan, sin mencionar la oposición tajante del expresidente a la estadidad.

En agosto, la convención presidencial demócrata aprobó un programa de gobierno – que no es vinculante para sus funcionarios electos y queda en un segundo plano frente a la agenda del inquilino de la Casa Blanca-, que incluye un respaldo a una legislación como la actual 2757 de la Cámara de Representantes, que propone un plebiscito federal entre la estadidad, la soberanía en libre asociación y la independencia.

El plan de Harris no menciona esa propuesta, que el presidente Biden apoyó avanzara cuando fue aprobada, con el número 8393, en el pleno de la Cámara de Representantes el 15 de diciembre de 2022, incluso con un lenguaje crítico del status territorial. Pero, la Casa Blanca también advirtió entonces que esperaba “trabajar con el Congreso durante todo el proceso legislativo para garantizar que este proyecto de ley se ajuste a los principios democráticos de nuestra nación”.

El plan de gobierno demócrata fue aprobado en comisión – y se ratificó sin cambios en la convención-, bajo la dirección de Biden, quien descartó en julio ir a la reelección, dando paso a la candidatura presidencial de Harris.

El programa adoptado por la convención demócrata también respalda, entre otras cosas, “disolver” la JSF, “terminar el trato desigual por el gobierno federal, y luchar para proveer acceso igual en programas federales como Medicaid, SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementario) y el CTC (crédito tributario por niños dependientes)”.

En el lado republicano, el programa de gobierno dejó fuera, por vez primera en 52 años, lenguaje en favor de la estadidad.

“Nunca olvidaré lo que Donald Trump hizo y no hizo cuando Puerto Rico más necesitaba un líder empático y competente”, dijo, al indicar que el entonces presidente “abandonó a la Isla”.

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