Washington D.C.- - La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el expresidente Donald Trump, quienes se encuentran nivelados en las encuestas, llegarán el martes, 10 de septiembre, a su primer – y quizás único- debate de estas elecciones; un encuentro en el que buscarán acercarse al votante independiente e indeciso.

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A partir de las 9:00 p.m de ese día, Harris y Trump debatirán durante 90 minutos en la cadena de televisión ABC, desde el National Constitution Center, en Filadelfia, Pensilvania, considerado el estado más importante de estas elecciones y que envía 19 votos al colegio electoral estadounidense que decide los comicios presidenciales.

“Si bien es cierto que, tradicionalmente, en la ciencia política, se ha argumentado que los debates no tienen un impacto enorme sobre el resultado de las elecciones no se puede negar que el debate entre Donald Trump y Joe Biden tuvo un impacto sin precedentes, (tanto así) que el presidente tuvo que salir de la contienda”, indicó el puertorriqueño Fernando Tormos Aponte, profesor de Sociología de la Universidad de Pittsburgh, en entrevista con El Nuevo Día.

La demócrata Harris ha estado preparándose para el debate en Pittsburgh, que, junto a Filadelfia, es el otro principal bastión demócrata en Pensilvania. A Harris le asisten la abogada Karen Dunn y el exasesor de Hillary Clinton, Phillip Reines. El lunes,la vicepresidenta Harris - para quien el debate representa una introducción a un sector del electorado que no le conoce bien-, publicó varios de los temas de su agenda de gobierno en su página de internet.

El republicano Trump, convicto por 34 delitos graves e imputado de querer revertir el resultado de las elecciones de 2020, ha estado más visible, y ha tenido también sesiones de preparación con un grupo de asesores, al igual que con el congresista republicano Matt Gaetz (Florida) y la excongresista demócrata Tulsi Gabbard (Hawai).

Como en el debate de junio entre Trump y el presidente Joe Biden, no habrá público en el auditorio.

Como moderadores del debate, los periodistas de ABC, David Muir y Linsey Davis, estarán a cargo de las preguntas a los candidatos.

Asimismo, y como ocurrió durante el encuentro entre Biden y Trump, mientras esté en marcha el turno de un candidato, el micrófono del oponente estaría apagado.

Este debate será la primera vez que Harris y Trump se verán en persona. En el debate entre Trump y Biden, los dos políticos no se saludaron. Aunque Biden tuvo un debate desastroso, al perder el hilo de una respuesta y mostrarse sin vitalidad, Trump, como en otras ocasiones, dijo decenas de falsedades. Aquel debate, sin embargo, dio un vuelco a la elección, provocando el retiro de la candidatura de Biden tres semanas después.

“Debemos estar preparados para el hecho de que probablemente dirá muchas falsedades”, dijo Harris el lunes, en una entrevista radial.

Trump y Harris llegan muy nivelados al debate del martes, según las últimas encuestas. La más reciente encuesta del periódico New York Times/Siena College ubicó, el domingo, a Trump con ventaja de 48% a 47% sobre Harris a nivel nacional, en un enfrentamiento directo, y 47% a 45% cuando se suman los candidatos de pequeños partidos o independientes.

Por su parte, el promedio de encuestas nacionales recientes, según Real Clear Politics, coloca a Harris con una ventaja de 1.4% a nivel nacional.

Mientras, el promedio de encuestas en los estados que pueden decidir las elecciones, mantiene a la vicepresidenta estadounidense ligeramente al frente o empate en Wisconsin (1.5%), Michigan (1.2%) y Nevada (0.6%), Georgia (0.1%) y Pensilvania (47.6% a 47.6%). Trump está al frente en Carolina del Norte (0.7%).

En la encuesta del NYT/Siena College, Harris queda en la delantera, por muy poco, en Nevada, Michigan, Pensilvania y Wisconsin, mientras queda empatada con Trump en Carolina del Norte, Georgia y Arizona.

El profesor Tormos Aponte dijo que tanto a Trump como a Harris se les hará complicado presentarse como agentes de cambio, pues el expresidente arrastra el equipaje de su primera administración y la vicepresidenta es parte del gobierno de Biden. “No pueden necesariamente posicionarse como personas que retan el status quo”, indicó.

Brett O’Donnell, estratega que ha ayudado en el pasado a candidatos republicanos a prepararse para debates, dijo que Trump saldría beneficiado si convierte la discusión en un referéndum sobre quien representa el cambio, pues pesa más el que Harris es parte de la actual administración. “Si el debate se convierte en una cuestión de personalidad, si se desplaza hacia la persona, eso es malo para él”, señaló O’Donnell al periódico The Washington Post.

Tormos Aponte afirmó que Harris se beneficiaría de una discusión centrada en política pública, pues “esa no es una destreza” de Trump. La semana pasada, ambos comenzaron a profundizar en sus propuestas económicas.

Para el profesor boricua, el énfasis de Harris en que es una exfiscal que sabe cómo enfrentarse a convictos de delitos graves, como Trump, o en denunciar al expresidente como una persona autoritaria que amenaza la democracia, no ha probado ser necesariamente efectivo en momentos en que un sector del electorado parece ser tolerar la conducta del candidato republicano.

En mensajes en su red social durante el fin de semana, Trump volvió a indicar que puede no aceptar el resultado de las elecciones y expresó su intención de buscar encarcelar a quienes le imputaron haber cometido fraude durante las presidenciales de 2020.

Tormos Aponte considera que Harris, quien cumple 60 años el mes próximo, puede criticar con validez a Trump por su edad – a los 78 años sería el presidente de Estados Unidos más viejo de ser electo en noviembre- sin quitarle valor a su generación.

“A nivel federal, el gobierno (ni en el Ejecutivo ni en el Congreso) no representa demográficamente al electorado”, sostuvo.