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Kamala Harris y Donald Trump tuvieron un tenso debate, buscando resaltar sus diferencias y lleno de ataques de carácter

La vicepresidenta buscó sacar de sus casillas al expresidente, quien tuvo también que defender su récord y se le contaron decenas de mentiras

11 de septiembre de 2024 - 11:18 PM

Washington D.C.- - En su primer debate por televisión, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se enfrascaron el martes en la noche en una discusión sobre la economía, los derechos reproductivos, la inmigración y la situación internacional, en el que hubo constantes ataques personales y de carácter.

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Harris, candidata del Partido Demócrata a la Casa Blanca, sostuvo que es hora de ir hacia delante y dejar atrás las divisiones, los ataques a la democracia y la falta de liderato internacional que considera representa Trump.

Mientras el expresidente Trump, el candidato del Partido Republicano, buscó subrayar que la vicepresidenta es tan culpable como el presidente Joe Biden de los fallos de esta administración.

Desde el inicio del debate, la vicepresidenta Harris se definió como la representante de la clase media y de los derechos reproductivos de la mujer y el expresidente confió en que nuevos recortes fiscales y tarifas a países como China lograrán un repunte a la economía.

Harris advirtió que se escucharían múltiples mentiras de Trump, lo que, como en el debate anterior con el presidente Biden, volvió a ocurrir.

El expresidente buscó en sus turnos vincular a Harris con la inflación en Estados Unidos – que también ha tenido lugar en otras partes del mundo-, desde la pandemia del COVID-19 y el aumento que hubo en los primeros tres años de esta administración en la llegada de personas indocumentadas a la frontera estadounidense con México.

“Creo en las ambiciones y aspiraciones de la clase media”, indicó Harris, al defender sus propuestas económicas para aumentar los créditos tributarios por niños dependientes hasta a $6,000 y para nuevos pequeños negocios hasta $50,000. Pero, afirmó que Trump solo habla y piensa en él.

Para Harris, la propuesta de Trump de imponer tarifas de hasta 20% a las importaciones, representará un impuesto sobre la venta que aumentará el costo de los productos de primera necesidad.

Trump rechazó que esas nuevas tarifas vayan a significar un impuesto sobre la venta. Afirmó que el aumento en los productos se sentirá en otros países.”Después de 75 años, nos van a devolver todo lo que hemos hecho por el mundo. Y el arancel será sustancial en algunos casos”, dijo Trump, tratando de definir a Harris como radical.

Trump sostuvo que Harris habla ahora de hacer “cosas maravillosas”. “¿Por qué no lo ha hecho? Lleva tres años y medio en el cargo”, cuestionó.

Donald Trump vs Kamala Harris: momentos de tensión del debate presidencial

Donald Trump vs Kamala Harris: momentos de tensión del debate presidencial

Los aspirantes a la Casa Blanca protagonizaron un cruce de ataques personales y políticos. Aquí el video.

Harris tuvo sus mejores momentos en el tema del aborto. Después de Trump argumentar que “la gente quería” tachar la jurisprudencia de Roe versus Wade, que reconocía el derecho al aborto a nivel federal hasta viabilidad del feto, Harris hizo alusión a las complicaciones que sufren las mujeres después de la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que dejó el asunto en manos de los gobiernos estatales.

“Quiere hablar de lo que la gente quería: mujeres embarazadas que quieren llevar a término un embarazo, que sufren un aborto espontáneo, a las que se les niega la atención en una sala de urgencias porque los proveedores de atención médica tienen miedo de que puedan ir a la cárcel, mientras ella se está desangrando en un coche en el aparcamiento. Ella no quería eso. Su marido no quería eso. Una superviviente de incesto de 12 o 13 años obligada a llevar a término un embarazo. Ellos no quieren eso”, dijo Harris.

La vicepresidenta, en ese sentido, reafirmó que impulsará restablecer por ley “las protecciones de Roe versus Wade” y subrayó que “el gobierno no debe estar a cargo” de las decisiones de la mujer sobre su cuerpo.

Trump insistió en que el tema debe quedar en manos de los estados.

“Creo firmemente en las excepciones por violación, incesto y (peligro de) muerte de la madre. Y Ronald Reagan también lo creía. El 85% de los republicanos considera que las excepciones son muy importantes, pero pudimos conseguirlo y ahora los estados están votando al respecto”, indicó Trump, quien hace unos días enojó a sectores conservadores por decir que consideraba que prohibir el aborto después de seis semanas de embarazo, como en Florida, es demasiado estricto.

Pese a que se le presionó, Trump evitó decir si firmaría o vetaría una legislación para prohibir el aborto a nivel nacional.

Los moderadores de la cadena ABC David Muir y Linsey Davis tuvieron que corregir a Trump en varias ocasiones, incluso por dar a entender que demócratas favorecen matar un bebé recién nacido. “No hay un estado en este país en el que sea legal dar muerte a un bebé después de nacer”, advirtió a Davis a Trump. Preliminarmente, CNN determinó que Trump mintió en 33 ocasiones y Harris una.

Harris también sacó partido a la pregunta que se le hizo a Trump por haber cuestionado la identidad racial de la vicepresidenta, primera mujer negra, con origen en la India y Jamaica, en ocupar el cargo. “Lo que ella quiera ser está bien conmigo”, señaló Trump, sin evitar alegar falsamente que no fue hasta recientemente que Harris se identificó como negra.

La vicepresidenta afirmó que Trump tiene un largo historial de buscar dividir a Estados Unidos debido a la raza de las personas, al recordar que como propietario de viviendas se le imputó negarle alquiler a personas negras, que en Charlotesville (Virginia) defendió a gente que participó en una manifestación de grupos supremacistas blancos, publicó un anuncio para pedir la ejecución de cinco jóvenes negros que luego resultaron inocentes por un acto de violación en el parque central de Nueva York e impugnó la ciudadanía estadounidense del primer presidente negro, Barack Obama.

“La gente en Estados Unidos quiere cosas mejor que esas”, dijo Harris.

Como en sus manifestaciones políticas, Trump – al abordar el tema de inmigración-, criticó al gobierno del presidente Biden por el alto número de indocumentados que ha llegado a Estados Unidos este cuatrienio. Pero, volvió a atacar a los indocumentados, a los que describió como criminales procedentes de instituciones penales y mentales.

Harris recordó que Trump logró que sus aliados republicanos frenaran en el Congreso la legislación bipartidista del Senado que hubiese permitido endurecer las normas de inmigración, limitando los asilos políticos, y contratar miles de agentes para la frontera con México.

Al preguntársele sobre los acontecimientos del 6 de enero de 2021, cuando una turba de seguidores de Trump atacó el Capitolio estadounidense y buscó cancelar la certificación de la victoria del presidente Biden, el expresidente eludió decir que estaba arrepentido de alguna de sus actuaciones.

Más aún solo mencionó como víctima de aquel acto de insurrección a la manifestante Ashli Babbitt, ignorando la muerte de policías y las heridas causadas a más de 100 agentes.

“Nuestras elecciones son malas”, dijo Trump, quien mantuvo que cuando expresó que perdió la elección “por un pelo” estaba siendo sarcástico, no reconociendo su derrota.

Trump trató de echarle la culpa a la entonces speaker Nancy Pelosi y a la alcaldesa de Washington D.C. Muriel Bowser, por la falta de seguridad en el Capitolio, pero el moderador Muir le advirtió que la pregunta era sobre sus actuaciones. “No tuve nada que ver”, dijo, sobre la turba de seguidores que ese día motivó a ir al Capitolio a cuestionar a su vicepresidente Michael Pence.

La vicepresidenta Harris advirtió que Trump - convicto por 34 delitos graves y hallado responsable de difamar a una mujer que lo acusó de violarla-, es aún una amenaza a la democracia, pues ya advierte que puede no aceptar los resultados de las elecciones del 5 de noviembre. Trump alegó que las denuncias en su contra pudieron haber motivado el intento de asesinato en su contra del pasado 13 de julio.

Harris buscó enojar a Trump en varias ocasiones, recordándole que cerca de 200 republicanos la han respaldado y asegurando que líderes de la comunidad internacional se burlan de él. “He viajado por el mundo como vicepresidenta de Estados Unidos y los líderes mundiales se están riendo de Donald Trump. He hablado con líderes militares, algunos de los cuales trabajan con usted, y dicen que usted es una desgracia”, afirmó la vicepresidenta Harris.

Trump se defendió citando elogios que le ha hecho el primer ministro de Hungría, Vilktor Orbán, considerado un gobernante muy conservador y con tendencias autoritarias.

En otro momento, Harris, buscando sacarlo de sus casillas, le advirtió que “fue despedido por 81 millones” de estadounidenses y dijo que hasta sus seguidores se iban temprano de su evento, aburridos. Trump no pudo evitar responderle que sus mítines son mucho más grandes que los de ella.

Con respecto a la guerra en Gaza, Harris insistió en que la guerra debe terminar, sin responder la pregunta de qué haría distinto en comparación con el presidente Biden. “Necesitamos un cese el fuego”, dijo la vicepresidenta Harris.

Trump acusó a Harris – cuyo esposo es judío-, de “odiar a Israel”.

El expresidente Trump evitó decir si quiere que Ucrania gane la guerra con Rusia. A su juicio, lo importante es que la guerra termine para evitar más muertes. Acusó a Harris de “ser débil”.

Pero, Harris afirmó que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, “se almorzaría” a Trump. “Si Donald Trump fuera presidente, Putin estaría ahora en Kiev”, sostuvo Harris.

Desde el inicio de la discusión, Harris advirtió que se escucharían muchas mentiras de parte de su oponente. Y el moderador Muir tuvo que desmentir también a Trump cuando trató de darle vuelo a comentarios que ha hecho también su candidato a vicepresidente, el senador JD Vance (Ohio), de que había inmigrantes haitianos comiendo perros y gatos en su estado.

Muir dijo que el administrador de la ciudad de Springfield, Ohio, advirtió que no ha habido evidencia alguna de que esas expresiones de Vance, repetidas por Trump, fueran ciertas.

Por ejemplo, Trump dijo que Harris quiere confiscarle las armas a los estadounidenses. Harris respondió que esa era otra mentira y que tanto ella como su candidato a vicepresidente, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, poseen armas de fuego.

El debate, en el National Constitutional Center de Filadelfia, Pensilvania – considerado el estado más importante de estas presidenciales-, representó la principal plataforma para los candidatos de los dos partidos principales estadounidenses a la Casa Blanca a ocho semanas de las elecciones.

Nunca antes habían estado en un mismo sitio. Y fue Harris, quien se acercó a Trump para presentarse al comienzo del programa. No se saludaron al terminar el debate.

Para Harris fue una oportunidad para presentarse ante muchos electores, después de haber estado en alguna manera opacada por el presidente Biden, quien renunció a ir a la reelección.

Su presentación también buscó vincular a Trump con el Proyecto 25 del grupo de estudio conservador Fundación Heritage, preparado por expertos - muchos cercanos al expresidente-, como un plan de transición.

Trump decidió incluir entre sus acompañantes al National Constitutional Center a dos personalidades que estuvieron identificadas con los demócratas, Robert Kennedy, hijo, quien le respaldó y suspendió su campaña presidencial independiente, y la excongresista Tulsi Gabbard.

Trump y Harris llegaron al debate nivelados en las encuestas a nivel nacional y en los siete estados que los expertos prevén decidirán estas elecciones: Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Wisconsin, Arizona, Michigan y Nevada.

En cuatro de esos estados, Pensilvania, Georgia, Michigan y Nevada, el ganador ha sido también el que ha terminado en la Casa Blanca.

Antes del debate, la presidenta de la campaña de Harris, Jen O’Malley Dillon, dijo que quieren un segundo debate. Al terminar el cara a cara del martes, el expresidente Trump afirmó que había tenido el mejor debate y que pensaría si debe haber otro.

Revive aquí las incidencias del debate presidencial:

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