Washington, D. C. - El plan económico de la vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata a la Casa Blanca, incluye una prohibición federal de la manipulación de precios de alimentos, la expansión del crédito por niños dependientes e incentivos para la compra de una primera vivienda.

---

Read this article in English.

---

Harris presentó el plan oficialmente en la tarde de este viernes, en un mítin político en un colegio de la comunidad de Raleigh, Carolina del Norte, con la intención de atender uno de los temas principales de la campaña presidencial que le enfrenta, en una contienda muy nivelada, al expresidente Donald Trump.

“Juntos vamos a crear una economía de oportunidades”, dijo la vicepresidenta Harris, al indicar que su plan hace un fuerte contraste con las intenciones de Trump de renovar un sistema contributivo que beneficia a las grandes corporaciones y a los más ricos.

Harris sostuvo que la economía ha mejorado tras la pandemia, con la creación de 16 millones de puestos de trabajo en este cuatrienio y el haber frenado la inflación, después de un aumento significativo, a menos del 3%.

Al dar a conocer sus principales propuestas, las cuales detallará más adelante, Harris consideró que hay empresas de alimentos en Estados Unidos que en medio de sus mayores ganancias en dos décadas, no han pasado esos ahorros a los consumidores.

Por ello propone establecer reglas claras que impidan a las grandes corporaciones “explotar injustamente a los consumidores para obtener ganancias excesivas en alimentos y comestibles”, según su plan.

En ese sentido, buscará nueva autoridad para que la Comisión Federal de Comercio (FTC) pueda investigar e imponer sanciones a empresas que violen las reglas que se implanten, las cuales no precisó en su anuncio.

“Me concentraré en reducir la burocracia innecesaria y los trámites regulatorios superfluos y en alentar tecnologías innovadoras, al tiempo que protejo a los consumidores y creo un entorno empresarial estable con reglas de juego consistentes y transparentes”, dijo Harris en su mensaje.

La agenda de Harris – presentada a tres días del inicio de la convención presidencial demócrata-, también prevé tomar “medidas enérgicas contra las fusiones y adquisiciones injustas que otorgan a las grandes corporaciones alimentarias el poder de aumentar los precios de los alimentos y los comestibles y socavar la competencia que permite que todas las empresas prosperen mientras mantienen bajos los precios para los consumidores”.

El presidente Joe Biden, quien hace cuatro semanas renunció a la candidatura a la reelección y abrió paso a la aspiración de Harris, ha reconocido que la manipulación de precios es una de las causas de la inflación y daba indicios de que impulsaría alguna iniciativa sobre este asunto.

“En Estados Unidos todavía hay demasiadas corporaciones que estafan a la gente: especulación con los precios, tarifas basura, inflación de la codicia y inflación de la contracción”, dijo Biden a finales de enero, en Carolina del Sur.

El expresidente Trump – cuya agenda económica se centra, hasta el momento, en mayores perforaciones petroleras y en la imposición de tarifas a productos de otros países-, ha calificado la propuesta de Harris como una iniciativa “comunista”. Además, ha indicado que Harris tuvo tres años y medio como número dos del Ejecutivo para hacer frente a la inflación.

“Kamala no puede librarse de la peste de la ‘Bidenomía’, que ha elogiado en repetidas ocasiones. Kamala Harris apoyó el gasto imprudente que desató una pesadilla inflacionaria para las familias estadounidenses”, indicó Karoline Leavitt, portavoz de la campaña de Trump.

Como senadora Harris coauspició un proyecto de su colega Elizabeth Warren (Massachusetts) que prohibiría precios : extremadamente excesivo” que provoquen una “alteración atípica” de un mercado..

Harris sostuvo que las tarifas que quiere imponer Trump van a representar un “impuesto sobre la venta” de gasolina, comida y otros productos. “Su plan le va a costar a la familia promedio unos $3,900 al año”, agregó.

Harris, además, buscará, como presidenta, expandir el crédito federal por niños dependientes a $3,600, el nivel que estuvo vigente durante un año durante la pandemia del COVID-19 por medio de la ley de rescate económico y el doble de la cantidad actual.

Para los padres de un nuevo niño, el crédito – que tiene plena vigencia en Puerto Rico-, se elevaría a $6,000 durante el primer año. “Ningún niño debe crecer en la pobreza”, afirmó Harris.

La candidata demócrata a la Casa Blanca quiere, a su vez, ampliar el crédito federal por ingresos del trabajo (EITC) para que familias que crían a un niño en su hogar puedan reducir sus impuestos en hasta $1,500 anuales. También impulsaría un subsidio adicional para reducir el costo de la ley de cuidado médico asequible, conocida como Obamacare.

En sustitución del EITC, el gobierno de Puerto Rico recibe unos $600 millones anuales para ayudarle a financiar su propio crédito por ingresos devengados.

En el Congreso, mientras, ha quedado pendiente un proyecto bipartidista que impulsa aumentar temporalmente el reembolso por el crédito federal por niños dependientes de $1,600 anuales a $1,800 en el primer año, $1,900 en el segundo y $2,000 en el tercero. La medida fue frenada por los republicanos del Senado, tras ser aprobada en la Cámara de Representantes

La agenda de Harris va a incluir, además, un subsidio de $25,000 para las personas que compran su primera vivienda. Este cuatrienio, el presidente Biden había propuesto un incentivo similar, pero de hasta $10,000. La asistencia aumentaba a $25,000 en el caso de 400,000 compradores de vivienda de primera generación o cuyos padres no son dueños de una casa.

Harris se impuso como objetivo para el próximo cuatrienio, de ganar la Casa Blanca en noviembre, impulsar la construcción de tres millones de nuevas viviendas, lo que espera ayude a reducir el costo de las hipotecas y alquileres.

Para ello, prevé una inversión de $40,000 millones – lo que duplicaría la propuesta original del presidente Biden-, en un fondo dirigido a incentivar que gobiernos locales financien proyectos de construcción de vivienda.

Al mismo tiempo, presionará al Congreso para que se apruebe el proyecto de ley para detener la inversión “predatoria”, que eliminaría beneficios fiscales clave a grandes inversionistas que adquieran “grandes cantidades de viviendas unifamiliares en alquiler”.

Un día después de que el presidente Biden dio a conocer acuerdos alcanzados por funcionarios federales con las farmacéuticas para reducir el precio de los 10 medicamentos más populares y caros de Medicare, Harris afirmó que se compromete a acelerar esas negociaciones.

Al hacer su anuncio, el presidente Biden dijo que los ahorros pueden ascender a $6,000 millones para los contribuyentes y $1,500 millones para los beneficiarios de Medicare, que son alrededor de 67 millones de personas.

Al destacar además que la administración demócrata redujo a $35 mensuales el costo de la insulina, Harris indicó que “aumentará la competencia y exigirá transparencia en la industria de la salud”, lo que comenzará con “tomar medidas enérgicas contra las compañías farmacéuticas que bloquean la competencia y las prácticas abusivas de los intermediarios farmacéuticos que exprimen las ganancias de las pequeñas farmacias y aumentan los costos para los consumidores”.

El presidente del Comité de Finanzas del Senado, el demócrata Ron Wyden (Oregón), acogió las propuestas de la vicepresidenta Harris. “No podría haber un contraste más marcado entre la hoja de ruta de Donald Trump para recompensar a los ricos y el plan reflexivo y realista de la vicepresidenta Harris para ayudar a las familias estadounidenses con los temas que más les preocupan. Como el demócrata de mayor rango en el Comité de Finanzas del Senado, que establece las políticas sobre impuestos, atención médica y comercio internacional, estaré orgulloso de trabajar con la vicepresidenta Harris para hacer realidad estas propuestas cuando sea elegida presidenta”, sostuvo Wyden.