La Cámara de Representantes logró aprobar esta noche la resolución republicana que guiará el proyecto de reconciliación fiscal que buscará hasta $2 billones (trillions en inglés) en recortes durante la próxima década – que se teme incluyan a Medicaid-, y reunirá la agenda prioritaria del presidente Donald Trump.

Pese a la oposición inicial de un grupo de republicanos, conservadores y moderadores- y a que la votación pareció quedar aplazada para otro día-, el speaker Mike Johnson alineó suficientes votos (217-215) para aprobar la resolución.

Al final solo un republicano, Thomas Massie (Kentucky), que consideró que los recortes no eran suficiente, se unió a los demócratas presentes para votar en contra. Tres demócratas estuvieron ausentes.

La medida permitirá, entre otros asuntos, encaminar la revisión de la baja en la tasas contributivas que permitió la reforma tributaria de 2017, endurecer las medidas de control de la frontera, financiar la deportación de indocumentados e incrementar las asignaciones para el Pentágono.

Muchos de los recortes tributarios vencen al terminar 2025. La intención de extenderlos por una década o mejorarlos, puede tener un costo de $4.5 billones.

Con la resolución de presupuesto aprobada, ahora 11 comités camerales deberán comenzar a ordenar los mandatos de recorte de fondos de la resolución.

En el caso del Comité de Energía y Comercio, la resolución ordena recortar al menos $880,000 millones durante los próximos 10 años, una tarea que expertos y demócratas del Congreso insisten no podrá hacerse sin reducir beneficios de Medicaid.

“Si bien todavía queda mucho por hacer, estamos decididos a enviar un proyecto de ley al escritorio del presidente Trump que asegure nuestra frontera, mantenga bajos los impuestos para las familias y los creadores de empleo, restaure el dominio energético estadounidense, fortalezca la posición de Estados Unidos en el escenario mundial y haga que el gobierno funcione de manera más efectiva para todos los estadounidenses”, indicó el speaker Johnson, en una declaración junto a su equipo directivo cameral.

Los demócratas insistieron en que mientras se ponen en peligro asignaciones de Medicaid, los republicanos renovarán rebajas tributarias que beneficiarán principalmente a los más ricos y las grandes corporaciones.

“Este presupuesto recorta $880,000 de Medicaid, lo que pone a 286,000 personas de mi distrito- incluidos casi 100,000 niños- en riesgo de perder la atención sanitaria. La crueldad es el objetivo. También afecta a la asistencia alimentaria, lo que deja a más de 147,000 neoyorquinos de mi distrito luchando por pagar sus comidas. La crueldad es el objetivo. ¿Y por qué todo esto? Para repartir billones de dólares en exenciones fiscales al 1% más rico”, sostuvo la congresista demócrata puertorriqueño Nydia Velázquez (Nueva York).

Republicanos moderados han expresado también preocupación en torno al potencial de recortes en Medicaid.

El congresista republicano David Valadeo (California) sostuvo que votó a favor de la legislación, pero que ello no significa que hará lo mismo con el proyecto de reconciliación fiscal que ahora se empezará a ordenar, pues si hay recortes a Medicaid lo rechazará.

En una conferencia de prensa en horas de la mañana del martes, el speaker Johnson sostuvo que los recortes en Medicaid se centrarán en evitar fraude, despilfarro y abusos. Además, los republicanos quieren imponer requisitos de trabajo a los beneficiarios del programa.

“Medicaid es enormemente problemático porque conlleva mucho fraude, despilfarro y abuso… Va a estar disponible para las personas que lo necesitan desesperadamente y cualifican para ello”, indicó el speaker Johnson.

El líder de la mayoría republicana cameral, Steve Scalise (Luisiana), insistió en que la resolución de presupuesto ni menciona a Medicaid.

Aunque es cierto que Medicaid no es mencionado en la resolución, los demócratas insistieron en que el Comité de Energía y Comercio no va a tener otra fuente importante de dinero entre los demás programas que supervisa.

“Medicaid es el único sitio en que van a encontrar $880,000 millones”, sostuvo el líder de la minoría demócrata en el Comité de Presupuesto, Brendan Boyle (Pensilvania).

La aprobación de la medida en la Cámara baja requerirá buscar un acuerdo con el Senado, que aprobó el pasado viernes una resolución menos abarcadora.

El pasado viernes, el Senado, dominado 53 a 47 por los republicanos, aprobó su propia resolución de presupuesto, que asigna $342,000 millones en cuatro años para endurecer el control de la frontera, deportar “millones” de indocumentados y asignar nuevos fondos al Pentágono, entre otras cosas. Esa medida obliga a buscar la misma cantidad de recortes en fondos públicos.

Una de las grandes diferencias con la Cámara baja, es que los senadores republicanos prefieren dejar para un segundo proyecto de reconciliación fiscal la revisión de la reforma tributaria de 2017, cuyos alivios vencen al terminar 2025.