Washington D.C. - Pablo José Hernández descartó utilizar el automóvil que el gobierno de Puerto Rico provee a la persona que ocupa el cargo de comisionado residente en Washington, por entender que es innecesario y advertir que tuvo un costo “excesivo” y “vergonzoso”.

Hernández indicó este martes que, contando con un servicio de tren metropolitano efectivo y plataformas de servicios de transportación, no es necesario tener un automóvil oficial en la capital estadounidense como el que la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (PRFAA, en inglés) facilita.

Tras una semana de fuego cruzado con la gobernadora Jenniffer González, Hernández señaló, además, que se trata de un vehículo adquirido en 2018 para la entonces comisionada residente, a un costo de $64,000, sin contar el pago del transporte desde Puerto Rico.

“Aunque la oficina de Puerto Rico usará los dos vehículos que tiene asignados, yo rechacé el vehículo que tengo asignado en Washington. No necesito un carro oficial para hacer mi trabajo en la capital federal. Camino de mi apartamento a mi oficina, cojo el metro y, cuando necesito un carro, lo pido por una aplicación”, señaló Hernández, quien lleva casi tres meses en su puesto.

Para Hernández, el gasto del vehículo oficial en Washington “fue excesivo, imprudente y, francamente, vergonzoso”.

Esta semana, la gobernadora confirmó que aumentó en $50,000 el salario de la plaza de la dirección ejecutiva de PRFAA. De los $150,000 que ganaban anteriores directores, la nueva jefa, Gabriella Boffelli, tiene un salario anual de $200,000.

El salario de Boffelli supera el de un congresista, que es de $174,000. Pero, es básicamente similar al salario que Boffelli tuvo el pasado año como jefa de la oficina de González, que alcanzó los $206,500, según los datos públicos de la Cámara de Representantes.