30 de enero de 2025 - 2:26 PM
Washington D.C. - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suscribió una orden ejecutiva que persigue restringir el acceso a fondos federales a sistemas educativos que no cumplan con su visión sobre cómo enseñar “patriotismo”, y eduquen sobre la identidad de género y el racismo.
La orden, titulada “Poner fin al adoctrinamiento radical en la enseñanza primaria y secundaria”, busca prohibir que se enseñe que Estados Unidos es “fundamentalmente racista, sexista o de otro modo discriminatorio”.
La “educación patriótica” significa, según Trump, “una presentación de la historia de Estados Unidos basada en... una caracterización precisa, honesta, unificadora, inspiradora y ennoblecedora de los principios fundadores y fundamentales de los Estados Unidos”.
La orden amenaza con quitarle fondos federales a escuelas que eduquen sobre la identidad de género, que reconozca que la identidad de la persona puede ser distinta al sexo biológico de nacimiento y a la cual el decreto se refiere como “ideología de género”. La prohibición abarca subvenciones y contratos que sean financiados por el gobierno federal.
Para implantar la prohibición, la orden solicita a los secretarios de Educación, Defensa y Salud, en consulta con el de Justicia, presentar, en 90 días, una estrategia “para poner fin al adoctrinamiento”.
Trump y líderes republicanos han atacado que sistemas de enseñanza pública promuevan la educación sobre el racismo sistémico en Estados Unidos y reconozcan a las personas transgénero.
La orden busca, además, que el Departamento de Educación de Estados Unidos –el cual quiere eliminar– provea guías a los estados en torno a cómo dirigir fondos federales para que los padres puedan seleccionar la escuela de su preferencia, incluidas escuelas privadas y la educación formal desde la casa.
“Los padres confían en que las escuelas de Estados Unidos les proporcionen a sus hijos una educación rigurosa e inculquen una admiración patriótica por nuestra increíble nación y los valores que defendemos. Sin embargo, en los últimos años, los padres han sido testigos de cómo las escuelas adoctrinan a sus hijos en ideologías radicales y antiamericanas, al tiempo que bloquean deliberadamente la supervisión de los padres”, alega la orden ejecutiva.
En Puerto Rico, el Departamento de Educación –que depende en gran medida de fondos federales– mantiene guías para lecciones sobre afirmaciones de la afrodescendencia y la equidad de género.
La presidenta de la Federación Estadounidense de Maestros, Randi Weingarten, afirmó que la orden ejecutiva es un ataque en contra de la educación, los maestros y los estudiantes.
“Las escuelas públicas son fundamentales para la oportunidad y la dignidad de todos los que ingresan a nuestras aulas. Eso es lo que somos como educadores, y es lamentable que la administración Trump pretenda lo contrario con esta orden ejecutiva. No solo empaña injustamente a los maestros, sino que dificulta el desempeño de nuestro trabajo”, indicó Weingarten.
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