Washington D.C.- - El expresidente Donald Trump eludió el martes condenar el insulto que el comediante Tony Hinchcliffe pronunció sobre Puerto Rico en su evento del domingo en el Madison Square Garden, en Nueva York, el cual describió como “una fiesta de amor”.

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“No lo conozco, alguien lo puso ahí. No sé quién es”, dijo Trump a la cadena ABC, al afirmar que no escuchó el comentario de Hinchcliffe, quien describió a Puerto Rico como una “isla flotante de basura”.

Luego, en otra entrevista con Fox, criticó que se le quieran atribuir los comentarios de Hinchcliffe. “Tratan hacer esto como un gran problema”, afirmó Trump.

Aunque no mencionó el insulto de Hinchcliffe a Puerto Rico en un mítin que tuvo en la mañana del martes, en su residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, Trump describió el evento en el Madison Square Garden como una “fiesta de amor” a Estados Unidos.

Hinchcliffe también levantó críticas en el evento por lanzar chistes sobre los latinos y negros. Mientras, otros oradores hicieron fuertes ataques en contra de la vicepresidenta Kamala Harris.

“El amor en ese sitio era impresionante… Era como una fiesta de amor y fue un honor para mí participar”, indicó Trump durante un evento que convocó como si fuera una conferencia de prensa, pero en el que ofreció un discurso.

Esta noche, Trump tuvo un evento de campaña en Allentown, Pensilvania, donde residen cerca de 35,000 boricuas, y es parte de un corredor con alta población latina al que las dos campañas le han dedico mucho esfuerzo.

Allí tuvo entre sus oradores a la delegada electa por la estadidad Zoraida Buxó, quien le reafirmó su apoyo. Trump aprovechó el evento para alegar que es el presidente que mejor ha tratado a Puerto Rico.

En la entrevista con Fox, Trump resintió que todavía se le critique por lanzar papel toalla a ciudadanos en medio de la catástrofe causada por el huracán María.

El lunes, la campaña del candidato republicano describió como “un chiste de mal gusto” el insulto hacia Puerto Rico de parte del comediante, quien ha reaccionado diciendo que los demócratas “no tienen sentido del humor”. Karoline Leavitt, portavoz de la campaña de Trump, sostuvo en una entrevista con la cadena Fox que el incidente ha sido exagerado.

“Quizá fue un chiste racista estúpido, quizá no, no lo he visto. Pero, debemos de dejar de sentirnos tan ofendidos por cada pequeña cosa en Estados Unidos”, dijo, por su parte, el senador JD Vance (Ohio), candidato republicano a la vicepresidencia de Estados Unidos.

Previo a divulgar un anuncio condenando las expresiones de Hinchcliffe y el trato que dio Trump a Puerto Rico durante la emergencia del huracán María, Harris, candidata demócrata a la Casa Blanca, afirmó que el insulto a Puerto Rico en el mítin de Trump refleja qué “la gente está exhausta” y quiere dejar atrás la retórica divisoria del expresidente.

El mensaje publicitario de la campaña de Harris incluye el comentario de Hinchcliffe y recuerda cómo Trump, durante su visita a la isla justo en medio de la catástrofe causada por el huracán María, lanzó rollos de papel toalla a ciudadanos.

“Nunca olvidaré lo que hizo Donald Trump. Abandonó a la isla. Y ofreció nada más que papel toalla e insultos. Los puertorriqueños merecen algo mejor”, indica Harris, en su crítica a su oponente y líder del Partido Republicano estadounidense.

La campaña de Harris recordó que hay cerca de 900,000 puertorriqueños en los siete estados que pueden decidir las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. La principal batalla por el voto boricua tiene lugar en Pensilvania, donde residen cerca de 500,000 boricuas, de los cuales 312,000 pueden tener derecho al voto.

Unos 114,000 puertorriqueños residen en Georgia y 118,000 en Carolina del Norte, los otros dos estados con más votos en el colegio electoral, 16, después de Pensilvania (19), entre los estados clave.