Washington D.C. - La mayoría republicana de la Cámara de Representantes de Estados Unidos busca aprobar, tan pronto como este martes, una resolución de presupuesto que extendería el vigente por el resto del año fiscal y recortaría cerca de $13,000 millones.

Sin una nueva ley, el gobierno federal tendría que cerrar parcialmente al llegar la medianoche del viernes, en momentos en que el presidente Donald Trump y su asesor especial, el multimillonario Elon Musk, tienen una agresiva campaña para achicar el gobierno, despidiendo cientos de miles de empleados y desmantelando agencias.

La resolución divulgada por el speaker Mike Johnson permitiría utilizar los $13,000 millones en recortes para aumentar las asignaciones para el cuidado médico y el Pentágono.

Los recortes pueden abarcar asignaciones para fuerzas de paz internacionales, tratamientos de salud mental y actividades de investigación de los Institutos Nacionales de Salud, entre otros.

Trump ha alentado a sus legisladores federales a respaldar la medida, reconociendo que tradicionalmente los más conservadores rechazan la resolución que da continuidad básicamente al mismo presupuesto vigente.

Además, en momentos en que Trump y Musk, encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), prevén masivos recortes en el gasto público, los más conservadores quisieran implantar ahora más recortes.

“Tenemos que permanecer UNIDOS –NO DISIDENCIA–. Lucha por otro día cuando sea el momento adecuado”, indicó Trump en su red social Truth Social.

Los republicanos más conservadores han comenzado a alinearse en favor de la medida, incluido uno de los que suele oponerse, el congresista Chip Roy (Texas).

“Podría apoyar una resolución continua (realmente limpia) que congele el gasto hasta septiembre, lo que permitiría a DOGE y OMB (la Oficina de Gerencia y Presupuesto) seguir identificando el abuso del despilfarro y preparar las asignaciones para el año fiscal 2026. Los demócratas quieren hacerle daño a Trump, yo quiero mantener las luces encendidas”, indicó Roy en la red social X.

Los demócratas, mientras, han reclamado que la resolución incluya lenguaje que permita frenar los esfuerzos de Musk y su equipo por eliminar asignaciones y programas creados por el Congreso.

“Esta resolución continua es un cheque en blanco para Elon Musk y le da más flexibilidad para robar a la clase media, a los mayores, a los veteranos, a los trabajadores, a las pequeñas empresas y a los agricultores para pagar las exenciones fiscales a los multimillonarios”, indicó Rosa DeLauro (Connecticut), líder de la minoría demócrata en el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes.

DeLauro teme que la ola de recortes que se avecina –principalmente a través de un próximo proyecto de reconciliación fiscal– provoque que “los veteranos sufrirán con mayores costos de vivienda, peor calidad de atención médica en la Administración de Veteranos y sin fondos por adelantado para el tratamiento de la exposición a sustancias químicas tóxicas”.

“Este proyecto de ley también recorta los proyectos de construcción del Cuerpo de Ingenieros del Ejército en más del 40%, mientras que el programa SpaceX de Elon Musk recibe un trato especial en todo el gobierno”, sostuvo DeLauro.

Los republicanos llegarán a esta votación con una mayoría de 218–214, con tres vacantes, dos republicanas y una demócrata. De todos los congresistas estar presentes y todos los demócratas votar en contra de la resolución, el speaker Johnson no podrá perder más de un voto.

En el Senado, los republicanos, con una mayoría de 53–47, pueden necesitar el respaldo de, al menos, siete demócratas para poder llevar la resolución de presupuesto a votación final.

“A los conservadores, les encantará este proyecto de ley, porque nos prepara para recortar los impuestos y el gasto en la reconciliación, al mismo tiempo que CONGELA efectivamente el gasto este año”, agregó el presidente Trump.

La votación que debe ocurrir esta semana es independiente a los esfuerzos que hace la mayoría republicana del Senado y la Cámara baja por ponerse de acuerdo sobre la resolución de presupuesto que establecerá el marco de un proyecto de reconciliación fiscal de una década que asigne fondos para la agenda prioritaria del presidente Trump.

Por medio de ese proyecto de reconciliación fiscal, que se quiere aprobar este semestre y, Trump busca financiar su plan de deportación masiva de indocumentados, el incremento en la seguridad de la frontera, aumento en fondos para el Pentágono, recortar cerca de $2 billones (trillions, en inglés) en gastos sociales y revisar la reforma contributiva de 2017, a un costo de alrededor de $4.5 billones.

Se teme que los recortes afecten adversamente las asignaciones de Medicaid.

Después de que se apruebe ese proyecto de reconciliación fiscal –que permite eludir la necesidad de tener 60 votos en el Senado para una medida ir a votación final–, el Congreso todavía tendrá que redactar y aprobar las asignaciones para el año fiscal federal 2026, que comienza en octubre.

Para ese momento, el presupuesto de 2026 tendrá que tomar en cuenta los recortes que se ordenen por medio del proyecto de reconciliación fiscal.