Entre estos beneficios se encuentran ventajas financieras, así como que los camareros y personal de cabina ya sabe los gustos y rutinas de los pasajeros, entre otros
Entre estos beneficios se encuentran ventajas financieras, así como que los camareros y personal de cabina ya sabe los gustos y rutinas de los pasajeros, entre otros
26 de diciembre de 2024 - 11:43 AM
“Ahora que ya sabemos dónde está todo en el crucero, ¡nos tenemos que bajar!” Más de un pasajero de crucero se ha oído exclamar desconsoladamente así durante la última mañana de una travesía. Y claro, es difícil tener que desembarcar cuando nos sentimos cómodos ya en el crucero: sabiendo bien cómo es la mejor manera de ir al Spa y al gimnasio, dónde está el salón para jugar cartas y cuál es el mejor elevador que tomar para ir a cada restaurante alternativo.
También conocemos a muchos miembros de la tripulación y ellos nos conocen a nosotros y nuestras preferencias al igual, haciéndonos sentir como en familia. ¿Cuál es el remedio para no sentirnos mal al final de un crucero? ¡Pues, tomar dos cruceros seguidos!
Mi esposo Humberto y yo lo hemos hecho ya varias veces, incluyendo dos seguidos en el barco Crystal Serenity zarpando de Fort Lauderdale a bellos puertos del Caribe y notamos que, además de sentirnos muy afortunados, en vez de tristes al concluir un crucero, tenemos otros importantes beneficios.
Entre estos beneficios se encuentran ventajas financieras. Resulta, por ejemplo, más económico tomar dos cruceros seguidos que dos separados, pues las líneas de cruceros ofrecen descuentos en la segunda travesía si se toman dos seguidas. En el caso del Crystal Serenity, un barco de lujo, ahorramos $680 del precio de la tarifa del segundo itinerario gracias al descuento por tomar dos seguidos.
Lo mismo sucedió cuando reservamos dos cruceros seguidos para febrero en el Regent Seven Seas Grandeur, donde la línea nos dió un cinco por ciento de descuento en la segunda travesía. Otros ahorros incluyen los relacionados al transporte: incurrimos gastos de transportación una sola vez (ya sea vuelos u otro medio de transporte) para embarcarnos en el Crystal Serenity en lugar de dos veces cuando se toman dos cruceros separados.
Otros beneficios de tomar dos cruceros seguidos incluyen que los camareros y personal de cabina ya sabe nuestros gustos y rutina: detalles como saber que gustamos de ir a desayunar temprano y limpian nuestra cabina pronto, cómo nos gusta el helado que pedimos en la heladería y qué tipo de aderezo preferimos con la ensalada en el comedor.
Tan importante también es que dos cruceros seguidos ofrecen la oportunidad de conocer más a fondo una región pues se visitan más puertos en el área. Por ejemplo, en nuestros dos itinerarios en el Crystal Serenity, además de puertos populares como Barbados, Antigua y St. Lucia, también hacíamos escalas en joyitas menos visitadas como Jost Van Dyke en las Islas Vírgenes Británicas, y en las prístinas y pintorescas islas francesas de Deshaies y Les Saintes.
Cuando a veces se repiten puertos al tomar dos cruceros seguidos, es una oportunidad para explorarlos más a fondo. En nuestros dos itinerarios uno de los puertos que se repetía era la preciosa isla francesa de St. Bart’s, ¡dónde a mí personalmente me gustaría ir no dos veces, sino 200! Así, en la visita a ese puerto que es “playground” de ricos y famosos como Beyoncé y Jay Z y Jeff Bezos y Lauren Sánchez, en el primer crucero podíamos hacer un recorrido por la isla para disfrutar de vistas de sus pintorescos pueblitos de techos rojos, incluyendo el lindo St. Jean, sus bellas playas incluyendo Grand Cul de Sac, y su increíble aeropuerto con una sola pista corta que acaba casi en el mar. En la segunda visita podíamos permanecer en el bello Puerto de Gustavia, la capital, haciendo compras de mercancía francesa incluyendo modas en boutiques de Louis Vuitton, Cartier, y otros famosos diseñadores en el Quai de la Republique a unos pasos de donde los barcos de los cruceros bajan en lanchas a sus pasajeros. También podíamos disfrutar de un paseo en semisumergible para ver un poco de la vida marina de St. Bart’s incluyendo tortugas que frecuentan un arrecife cerca del puerto. Todo esto desempacando y empacando una sola vez.
Al igual hay beneficios sociales también. Cuando los otros pasajeros se enteran que estamos en dos itinerarios seguidos enseguida entablan conversación y nos preguntan sobre los menús de los restaurantes alternativos y sobre los puertos. Un pasajero que había tomado varios cruceros dobles nos contó una vez que el compraba camisetas deportivas de los puertos repetidos y se las ponía antes de llegar a ellos y “siempre las chicas me preguntan que cómo me gustó el lugar y que les recomendaba ver”, nos dijo, y así hacía amistades.
Los pasajeros que van en un segundo crucero también son miembros atesorados de equipos en concursos de trivia, pues con frecuencia se repiten preguntas y ellos ya saben las respuestas. Como todo en la vida, hay algunos inconvenientes en tomar dos cruceros seguidos. Uno de ellos es que con frecuencia el entretenimiento y artistas invitados se repiten. Por ejemplo, nosotros tomamos dos cruceros seguidos en un barco de Holland America a Nueva Inglaterra y Canadá, y el mismo mago ofreció el mismo espectáculo en ambas travesías. A nosotros no nos molesta eso, pues cuando vemos que se repite un artista, simplemente vamos a disfrutar de música bailable en salones públicos, a pasear por cubierta bajo las estrellas o a ver una película en nuestra cabina, pero quizás a algunas personas les molestaría si repiten algunos espectáculos.
Consulta a un agente de viajes local que se especializa en cruceros para obtener información sobre qué ofertas y descuentos hay disponibles cuando planeas viajar. En el caso de Crystal, por ejemplo, cuando zarpamos había una oferta de ascenso gratis a una suite. Para información sobre Crystal, accede a: www.crystalcruises.com.
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